Necesitamos regresar a la fuente, a lo elemental, al estado primario de nuestra naturaleza. Y no se trata de un estado animal, sino de volver a encontrar el balance. Entender nuestro lugar, nuestro territorio Suroeste, en conexión con cada elemento, con la capacidad de conservar nuestro entorno y de sanarlo cuidando el agua, sembrando árboles, reduciendo nuestras emisiones de carbono, reciclando, ahorrando, amando más nuestra casa.