El coronavirus: una pandemia que devela falencias de nuestro sistema educativo

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Por Walter Humberto Montoya
Rector I.E.R. Darío Gutiérrez Rave
Caldas, Antioquia

La Organización Mundial de la Salud -OMS declaró el pasado 11 de marzo que el surgimiento del Coronavirus Covid-19 constituye una pandemia, expresando consternación por el creciente número de infecciones y muertes en todo el mundo.

Agonía de la creación, Leonid Pasternak

El Ministerio de Educación Nacional mediante la Directiva No. 020 del 16 de marzo de 2020, emitió medidas complementarias para el manejo, control y prevención del Coronavirus Covid-19, entre las que se destacan los ajustes al Calendario Académico de las instituciones de educación preescolar, básica y media de carácter público, y la no presencialidad de estudiantes y docentes en los centros educativos, con lo cual el proceso académico debe continuarse desde casa hasta tanto la evolución de la pandemia permita el regreso a las aulas.

El reto al que se enfrenta el sector educativo es inmenso, lo que a su vez acelerará la revolución tecnológica hacia la educación; necesariamente la educación tradicional cambiará para siempre si entendemos que esa es la nueva realidad a la que nos enfrentamos y que exige el mundo hoy, independiente de la contingencia actual.

Preocupa la tranquilidad y confianza con la que la señora Ministra de Educación y las autoridades educativas territoriales conminan a las instituciones educativas, estudiantes, docentes, padres de familia y directivos a trasladarse hacia los ambientes virtuales de aprendizaje, como si lleváramos un largo tiempo recorrido en esta modalidad.

Desconocen de tajo que los docentes están formados para dar clases en forma presencial, por lo que especialmente los de mayor edad no tienen la suficiente capacitación en el uso de herramientas virtuales, también que muchos estudiantes no tienen conectividad especialmente en las zonas rurales y que el grado de escolaridad de los padres de familia en estas zonas es deficiente. En este contexto el sistema educativo en niveles básicos no está preparado para la educación virtual.

Los maestros tienen conocimientos y capacitación en la elaboración de material didáctico de apoyo, el uso de tecnologías de información para apoyo educativo, pero muy pocos tendrán experiencia suficiente en una modalidad 100% virtual.

Eso se debe a que la enseñanza virtual no había sido tan necesaria como hasta ahora e indica que el sistema educativo primario debe reinventarse no solo para dar respuesta a la contingencia sino también para estar a la altura de las necesidades que el mundo de hoy requiere en materia educativa.

Tendremos que reinventarnos con la mediación de la tecnología para no depender exclusivamente del modelo clásico de aprendizaje en aula donde la relación docente- estudiante es de forma directa en un espacio físico concreto y muy arraigado.

Las autoridades no pueden desconocer que aún hay sectores de la sociedad que no pueden dar el salto de manera inmediata, especialmente los niños pobres que dependen de sus almuerzos escolares para gran parte de su nutrición. Además, estos niños tienen más dificultades para adaptarse al aprendizaje en línea que sus compañeros, por la falta de medios electrónicos, conectividad y bajos grados de escolaridad de sus padres; el resultado sería la ampliación de las brechas de desigualdad y los niveles de deserción escolar.

No se trata de salir al paso simplemente enviando talleres, lecturas y ejercicios repetitivos a los estudiantes, se trata de estructurales procesos pedagógicos que además de las actividades escolares les permita interactuar con sus compañeros y desarrollar otras actividades. Ejercicios que eviten el aburrimiento por el aislamiento y que finalmente terminen con la frustración no solo de los estudiantes sino también de los padres y sus maestros al no lograr los objetivos que plantea este nuevo reto.

No sorprendería que después de la pandemia los sistemas educativos del mundo iniciaran procesos de intermediación de la virtualidad en la educación tradicional, pero lo que está claro es que la revolución digital llegó para quedarse y aunque es temprano para saber si el resultado general será positivo, en materia de educación será una buena herramienta para transformar el proceso de enseñanza – aprendizaje en las aulas.


Walter Humberto Montoya
Rector I.E.R. Darío Gutiérrez Rave – Caldas, Antioquia
Doctorando en Gerencia de Políticas Educativas
waly529@gmail.com

 

 

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