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En la antigüedad, antes de utilizar metales como el níquel, oro o plata, o papel moneda como método de intercambio, existía el trueque. Si alguien tenía vacas y podía producir leche, pero no tenía campos que produjeran maíz, tenía que ir a casa de su vecino y negociar cierta cantidad de un bien a cambio del otro. No siempre existía una medida establecida de canje para cada producto, lo cual hacía de este sistema de intercambio algo ineficaz y desigual.

La urgencia de encontrar un punto de equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe, nos condujo a utilizar medidas más apropiadas, pero de la historia del dinero hablaremos en otro momento.

Desde la teoría económica, los precios son establecidos por dos fuerzas, Oferta y Demanda.

Cuando ambas fuerzas se encuentran en el mercado se genera un equilibrio que deja a ambos agentes del mercado (empresas y personas) satisfechos.

En Colombia existe una cesta de bienes y servicios llamada canasta familiar que incluye 443 productos, como: alimentos, vestuario, salud, diversión, etc. Esta canasta se supone que representa el consumo habitual de una familia promedio.

Si, por ejemplo, un kilo de maíz vale $1.000 y un litro de leche vale $2.000, podríamos decir que el valor de un kilo de maíz es de medio litro de leche, o que el valor de un litro de leche es de dos kilos de maíz. Así sería demasiado complejo llevar cuentas, en especial para más de 400 productos; por lo cual siempre ponemos todo en términos más comunes: nuestra moneda, el peso colombiano, así podemos notar los cambios de los precios en el tiempo.

¿Recuerdan cuando el chocoramo era a $500?… Pues para entender la variación de los precios de algo, debemos comprender la oferta y la demanda.

Cuando la oferta de un bien aumenta, su precio disminuye. Piense en el tiempo de cosecha de aguacates; hay tanta producción que quienes venden hacen hasta promociones. Por otra parte, si la oferta baja, es decir que su producción se reduce, el producto se encarece. En el caso de los aguacates, puede que no sea tiempo de cosecha y por su escasez, su precio subirá.

La demanda tiene una relación contraria a la oferta. Si es muy alta, el precio aumentará, debido a que hay más compradores dispuestos a pagar, por ejemplo, los juguetes en diciembre. Pero si la demanda es baja, el precio disminuirá, así como sucede con el precio de los cuadernos meses después del ingreso a clases.

Cuando aumenta el nivel general de los precios de la canasta familiar se produce uno de los fenómenos más importantes de la economía: la inflación.

Si en un año, la inflación, que es medida por un indicador llamado Índice de Precios al Consumidor-IPC tiene un aumento del 5%, significa que el promedio de precios de bienes y servicios se incrementó 5%.

Para el año 2018 el IPC en Colombia fue de 3,18%. Medida relativamente buena, teniendo en cuenta que la meta de inflación del Banco de la República es 3% con un rango de ±1%.

La inflación también puede producirse por otros factores que estudiaremos más adelante.

Dato clave

En 1991 la Constitución Política de Colombia otorgó al Banco de la República autonomía e independencia para mantener el control de la inflación. En los últimos diez años el nivel de inflación más alto registrado en Colombia ha sido de 8,97% en julio de 2016.

El caso más representativo de inflación en Latinoamérica actualmente es el de Venezuela, que en los últimos 12 meses llegó a 2.688.000%. Es decir, el precio de sus bienes y servicios se ha incrementado en ese porcentaje durante el último año. Este tipo de situaciones se conoce como hiperinflación.

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