Los habitantes de la vereda El Porvenir, en Titiribí estuvieron de luto este 29 de marzo después de que una camioneta particular perdiera el control y arremetiera contra nueve personas que esperaban un bus, entre los que estaban siete estudiantes de primaria.
Los cuatro fallecidos y cinco heridos hicieron visible una necesidad latente de una población que vive a lado y lado de una carretera y es la falta de control sobre los vehículos que pasan a altas velocidades al pie de las viviendas.
(Leer: Lamentamos el accidente de tránsito ocurrido en Titiribí)
Noralba del Socorro Castañeda, la mujer que vive en la casa ubicada en el lugar del accidente, afirma que le gustaría que pusieran reductores de velocidad para controlar el paso de los vehículos. «A mí hace quince días casi me atropella una camioneta por pasarse a otro carro. De arriba bajan con mucha fuerza y los que suben van igual», señala.
Curvas pronunciadas, lomas y un constante flujo de autos particulares, buses y camiones son el día a día de esta carretera que en el momento es una de las troncales que conectan a Medellín con el Suroeste antioqueño y Chocó. La situación es más complicada los fines de semana cuando desde las 5 de la tarde aumenta considerablemente el flujo vehicular por los viajeros.
En estas condiciones viven en la vereda. En particular es preocupante la situación de los niños y jóvenes que sin contar con una escuela propia, se deben movilizar hasta la institución educativa Benjamín Correa Álvarez de La Albania. Para llegar utilizan un bus que realiza este recorrido cada hora o aprovechan algún otro que venga de un municipio. Con pocos paraderos a su disposición, muchos optan por esperar el transporte al pie de la carretera.
«Es latente el riesgo que los estudiantes corren en cada entrada o salida del colegio y desafortunadamente no se ha contado este último tiempo con transporte escolar por la reducción de los presupuestos«, añade, por su parte, Jaime Andrés Álvarez, auxiliar administrativo de este colegio.
La respuesta de la Alcaldía
Santiago Ochoa, el alcalde de Titiribí, asegura que es muy consciente de la situación, pero que sus manos están atadas para cumplir las peticiones que los habitantes de El Porvenir hacen respecto a la seguridad en la carretera.
«Eso se veía venir, es una carretera demasiado rápida, pero al estar ubicada en una vía nacional, en donde pierde competencia el municipio en cuanto a la construcción de reductores de velocidad y a la demarcación de la vía, porque exclusivamente la operación y el mantenimiento de ese eje vial es del Ínvias, en estos momentos a través de la concesionaria», explica.
Frente al tema del transporte escolar, aclaró que recibe 400 millones de pesos al año para el presupuesto educativo. El artículo 15 de la Ley 175 de 2001 estipula que se debe invertir en el siguiente orden: pago del personal docente y administrativo, construcción de infraestructura y mantenimiento, pago de los servicios públicos, funcionamiento, alimentación escolar, promoción y evaluación de la actividad educativa y, lo que sobre, sería destinado al transporte escolar.
«Además, tenemos la particularidad de que el transporte en La Albania es muy costoso. Nosotros hemos destinado los pocos recursos que nos han sobrado, pero eso es un pañito de agua tibia. Eso dura un mes y ya. Y eso que para que dure, muchas veces las veredas más cercanas de acá se dejan sin transporte para priorizar los sitios más lejanos», comenta el Alcalde.
En definitiva queda un sinsabor entre los habitantes de esta vereda. Por el momento, le pedimos a todas las personas que transiten por esta carretera que tengan presente la seguridad vial; que sean cuidadosos en la vía, pues hay una comunidad que habita el sector por el que están de paso.