Juan Carlos Cuartas, habitante de La Comba: “En Los Aguacates desde hace dos años se empezó a mostrar más la falla geológica que tenemos ahí. Nosotros tenemos un suelo rocoso, la dificultad es que el agua que baja por las rocas se puede meter dentro de la tierra, filtrarse y generar un movimiento en masa. Durante de estos dos años estuvimos en riesgo, además una dificultad es que allí están los tanques de agua del municipio. Yo he dicho a la Administración Municipal que conozco ese tanque desde niño y no está reforzado. Hace dos meses las fallas se están viendo entre los dos tanques, antes se veían en la parte de arriba; nos dijeron que estaban buscando soluciones y nada. Estamos esperando el informe para saber qué hacemos”.
Noralba Hernández, habitante de La Comba: “El agua zumbaba, me asomé por la ventana y preciso el agua ya estaba bajando muy alto, con piedras y todo, entonces ahí mismo le dije a mi esposo: ¡Diego, esto se vino, salgamos! La suerte fue que salimos rápido, nos dio tiempo de evacuar, ya había mucha gente afuera diciendo que saliéramos. Esa fue la suerte: que hubo mucha colaboración, sonó la sirena y todo el mundo alerta, por eso todos nos pudimos salvar. Nosotros salimos caminando y allí una señora, doña Rosa Adela, nos acogió en su casa, nos prestó sacos, nos dio un auxilio grandísimo. Mucha gente, la comunidad, mejor dicho, ¡qué colaboración tan linda, qué belleza!, ¡qué solidaridad tan grande!”.
Edilberto Franco, habitante del sector La Normal: “Esa noche llovió muy duro como dos horas y media. Mi esposa sí sintió que tembló y al rato escuchamos el traquido de los árboles, la gente gritando y diciendo que se había caído La Comba. A la media hora escuchamos el traquido del otro derrumbe. Todos los que estábamos por acá nos asomábamos en la esquina para ver cómo estaba eso. Además, en esa oscuridad, uno no puede ver bien qué es lo que viene encima. Eso sí, si me dicen que me vaya de mi casa, yo no me voy, yo me quedo acá”.
Amanda de Jesús Gallego, habitante del sector La Normal: “Debemos esperar a ver qué dicen los geólogos. Uno sí se pone muy nervioso porque le da temor perder la casita. Toda la vida uno metiéndole un adobe y cualquier cosita para que no se le caiga a uno, entonces uno se siente triste y preocupado. Yo estoy pegada de Dios y María Santísima para que todo esté bien, y no solo nosotros, todo el pueblo”.
Parque Reserva Natural Las Nubes: De este lugar se originaron gran parte de los movimientos en masa y deslizamientos de tierra que provocaron la emergencia del 4 de noviembre. El Parque Reserva Natural Las Nubes está ubicado en el cerro Las Nubes –al costado occidental del casco urbano del municipio de Jericó– a una altura aproximada de 2.250 msnm. Este bosque de niebla se encuentra protegido ambientalmente, pues cuenta con una gran diversidad de fauna y flora. Allí pueden encontrarse especies animales como tucanes, venados y monos aulladores, además de árboles como eucaliptos y sietecueros. En sus más de 400 hectáreas están algunos de los afluentes que surten el acueducto municipal. Según análisis de entidades ambientales, en el Parque se presentan pendientes del 70% y el 100% con amenaza de movimientos en masa.
¿Qué pasó?
En la noche del domingo del 3 de noviembre y en la madrugada del lunes 4, varios deslizamientos afectaron más de 10 sectores del municipio de Jericó, entre ellos: La Comba, San Francisco, Avenida El Liceo, Boyacá, Hospital y El Caño. Los movimientos en masa se originaron desde el Parque Reserva Natural Las Nubes y del cerro conocido como Los Aguacates.
En total fueron 1.000 las personas evacuadas de manera preventiva. De estas, 800 regresaron a sus hogares en la noche del mismo lunes, mientras que las 200 restantes permanecen en auto albergues -viviendas de familiares o conocidos- o en el Seminario Diocesano San Juan Eudes, a este lugar se trasladaron la atención de la ESE Hospital San Rafael de Jericó, tambien afectado por los deslizamientos.
No se registraron víctimas mortales, solo una adulta mayor y un menor de edad sufrieron heridas leves y fueron atendidos de manera oportuna. Siete viviendas quedaron destruidas; cinco en zona la urbana y dos en la zona rural.
La Gobernación de Antioquia declaró, mediante el Decreto 093 de 2019, la calamidad pública en el municipio, acción que permitiría la celeridad de las ayudas y el diagnóstico geológico que determine las causas reales de los deslizamientos.
EPM proporcionó un georradar que será usado para monitorear en tiempo real las montañas de Jericó, lo que permitirá tener un mayor control de los taludes o los movimientos en masa que se puedan presentar.
La Gobernación de Antioquia y el Gobierno Nacional a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y distintos ministerios aportarán recursos que servirán para la reparación tanto de la infraestructura del municipio como de las personas damnificadas.
Solidaridad, la fuerza de la unión que reconstruye Jericó
“La gente en Jericó es muy solidaria, tenemos un buen equipo de trabajo. Se han unido a nosotros para preparar los almuerzos y los refrigerios para todas las personas que han apoyado en los lugares afectados y han brindado su mano a los afectados”, Adriana María Arcila, madre de Sara Arcila Restrepo, quien ha liderado la iniciativa de brindar alimentación a la comunidad jericoana en estos días de emergencia. ¡Un ejemplo de hermandad!