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Caminando por el territorio y conversando con la gente, encontramos que el avistamiento de aves en municipios como Caramanta, Jericó, Támesis, Santa Bárbara, Venecia, Montebello, entre otros, es una actividad que está cogiendo mucha fuerza. Queremos responder a lo que pasa en la región: sus movimientos, cambios y necesidades con herramientas para la toma de decisiones, en este caso, para contribuir también al respeto y a la conservación de los animales que comparten las montañas con nosotros. 

Esta es la tercera de tres entregas sobre buenas prácticas para la fotografía y observación de aves ¡Te invitamos a coleccionar nuestras ediciones y completar la guía!

Por María Teresa Matijasevic Arcila

Observadora de la naturaleza 

Contenido tomado/adaptado de los manuales de buenas prácticas de aviturismo y códigos éticos para la observación de aves, publicados en Colombia, Ecuador, Guatemala, Chile, España, Islas Azores y Estados Unidos.

Observar y fotografiar aves parece una acción inofensiva, pero puede no serlo. Aquí, un resumen de las buenas prácticas que proponen los manuales y códigos (en español y disponibles en internet) nombrados al inicio; orientadas a disminuir el impacto que podemos generar con estas actividades.           

Buena práctica 6: Hacer una observación respetuosa también en la noche

Aunque la observación nocturna es menos frecuente, hay también recomendaciones importantes para no perturbar la vida de las aves:

  • Realizar los recorridos nocturnos en silencio 
  • No buscar ni molestar aves que duermen de noche 
  • Hacer un uso moderado de la linterna: evitar la exposición por más de un minuto sobre el ave observada, no iluminar la cara ni los ojos y evitar el uso de linternas muy potentes 
  • Hacer un uso moderado del flash. El manual de buenas prácticas de aviturismo de Colombia (ABO, 2017) plantea lo siguiente sobre el uso del flash:

“El uso de flash debe evitarse en lo posible, pues puede perturbar a las aves (asustarlas y encandilarlas). En el caso del avistamiento nocturno de búhos o especies afines se sugiere usarlo tan solo un par de veces, pues dependiendo del número de destellos, de la frecuencia y de la cantidad total de luz absorbida por los fotoreceptores de los ojos del ave, varían las consecuencias fisiológicas como la “ceguera de flash” -imagen final brillante que afecta la capacidad de ver y reconocer objetos, y que retarda entre 5 y 30 segundos el ajuste de la visión, causando una disminución de la agudeza visual, la posibilidad de chocar al iniciar el vuelo y dificultad en la búsqueda de presas, entre otras consecuencias (cfr. Guynup, 2017). Por lo tanto, se recomienda hacer uso del digiscoping, realizando una obturación con un tiempo largo y utilizando una luz tenue, no usar el flash más de dos veces para el mismo individuo y encender el mínimo de linternas necesarias”.

Buena práctica 7: Cuidar los entornos naturales en los que vivimos y los que visitamos 

Nuestra presencia en entornos naturales puede causar impactos indeseables, bien sea por la falta de cuidado o por el flujo constante de visitas. 

Algunos manuales de buenas prácticas en el avistamiento de aves recomiendan que los grupos de observadores de aves sean pequeños, para minimizar los efectos sobre las poblaciones animales y vegetales y para lograr una mejor experiencia de observación. El Manual de Buenas Prácticas para la Actividad de Observación de Aves en Guatemala (2008) sugiere que, idealmente, no sean más de cuatro personas y se evite que varios grupos coincidan en la misma área. Otras recomendaciones básicas al salir a observar aves son:

  • No dejar basura o desechos. La ABO (2017) recomienda que incluso no se dejen restos de comida, así ésta sea de naturaleza orgánica, ya que por ser ajena al ecosistema su presencia puede provocar daños o cambios en el comportamiento de los animales. 
  • Mantenerse en los senderos o áreas de observación para evitar dañar la vegetación y otras especies 
  • No cortar ramas o vegetación para camuflar los escondites (hides) que se emplean para la fotografía o para obtener una mejor vista
  • No caminar sobre musgos o especies vegetales sensibles para hacer las fotografías
  • No cortar flores ni hongos para fotografiarlos 
  • Evitar los ruidos molestos y hablar en voz baja

Para terminar… otras buenas prácticas

  • No capturar ni manipular a las aves para realizar fotografías. En Colombia está prohibido el uso de redes de niebla en la actividad de aviturismo (ABO, 2017). 
  • No realizar “flushing”, técnica utilizada por algunos observadores de aves para inducir su vuelo. Esta práctica lleva “a una canalización de energía para estados de alerta o fuga, y a una consecuente reducción de oportunidades de descanso y búsqueda de alimento” (Nava y Neves, 2016).
  • Hacer un buen uso del señalador para ayudar a otros a identificar dónde se encuentra un ave: su luz no debe dirigirse directamente sobre el ave sino sobre una rama cercana (a no menos de un metro). Se recomienda el láser verde, pues el rojo afecta la retina.
  • Intervenir si identifica un comportamiento poco ético por parte de otra persona. Así lo recomienda la American Birding Association (2019): “aproxímese con sensibilidad y respeto cuando hay situaciones donde se percibe un comportamiento con falta de ética. Trate de resolver la situación de una manera positiva teniendo en cuenta que existen diferentes perspectivas. Use este momento como una oportunidad para dar el ejemplo y para compartir este código con más personas”. 
  • Informar a las autoridades competentes en caso de encontrar aves afectadas por alguna situación negativa (atropellos, electrocuciones, envenenamientos, caza ilegal…)
  • Compartir las buenas prácticas para la observación y fotografía de aves con otros observadores y fotógrafos.
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