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Edición 201

En su obra literaria más reciente, Amazona: viaje al centro del mundo, la periodista, escritora y documentalista brasileña Eliane Brum sumerge a los lectores en un viaje a través de la selva amazónica, explorando la complejidad de la región y su papel crucial en el equilibrio ecológico del planeta.

Después de haber pasado toda su vida ejerciendo periodismo desde San Pablo, Brasil, en 2017 se fue a vivir a Altamira, una de las zonas más remotas del Amazonas, sentía que el trabajo periodístico desde la capital no era suficiente para abordar los desafíos ambientales, ni ayudaban a detener la emergencia climática. Y así se “forestó”, que para ella significa irse de la ciudad y comprender desde adentro cómo transformarse en bosque y en selva, “porque en este momento no es suficiente hacer lo que sabemos hacer, también hay que hacer lo que no sabemos”, explicó. 

En su libro están las historias de personas que viven en la Amazonía, desde comunidades indígenas hasta aquellos que luchan contra la deforestación y la explotación desenfrenada. Destaca la interconexión entre la selva y sus habitantes, mostrando cómo las acciones humanas impactan directamente en la biodiversidad y el clima global.  

“Necesitamos de forma urgente redimensionar lo que es el centro y lo que es periferia. Necesitamos descentralizar, entender que los centros del mundo están donde está la vida, son los enclaves de la naturaleza como Amazonía; los bosques tropicales, los océanos, y no donde están los mercados”.

¿Qué tiene que ver la Amazonía con el resto del mundo? 

El Amazonas produce aproximadamente el 20 % del oxígeno del mundo. Además de ser una fuente crucial de aire limpio, este pulmón verde actúa como un almacén de carbono, absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono y liberando oxígeno, que a su vez ayuda a mitigar el cambio climático.

La diversidad biológica del Amazonas alberga una gran cantidad de especies de plantas y animales. Esta biodiversidad no sólo es esencial para la propia salud del Amazonas, también influye en los patrones climáticos mundiales y contribuye a la resistencia ante enfermedades y plagas.

La lluvia del Amazonas tiene un impacto significativo en los patrones climáticos regionales y más allá. Estos sistemas atmosféricos son cruciales para mantener la fertilidad del suelo y el suministro de agua dulce, no sólo para las comunidades locales sino también para toda América del Sur.   

En una conversación que tuvimos con Eliane Brum en el marco del Hay Festival Jericó hablamos sobre cuáles son los principales desafíos y problemáticas del Amazonas; nos contó sobre las historias que descubrió mientras realizaba la investigación y cómo pueden ayudar los pueblos pequeños a frenar el cambio climático. 

¿Cuáles son las actividades económicas que más afectan a la Amazonía?

La deforestación agrícola, la extracción de madera y minería ilegal y legal porque gran parte de la destrucción de la Amazonía es hecha por las grandes corporaciones transnacionales que tienen una supuesta legalidad. 

¿Qué sucede si la Amazonía llega al punto de no retorno?

Algunas partes de la Amazonía ya llegaron al punto de no retorno, entonces no son capaces de absorber el carbono, al contrario, empezaron a emitir carbono. No basta parar la destrucción, tenemos que también reforestar. 

¿Qué actividades puede realizar un pueblo como Jericó para frenar el cambio climático?

No conozco la realidad de Jericó, pero lo que todos tenemos que impedir es que la naturaleza siga siendo destruida, tenemos que consumir menos. En Brasil tenemos uno de los más importantes líderes indígenas, se llama David Kopenawa, él dice que nosotros nos comemos el planeta. Hay que entender quiénes se están comiendo el planeta y hacer algo para que esto pare. 

¿Cuándo crees que las personas van a parar de “comerse el planeta”?

Me parece que el capitalismo destruyó nuestro instinto de sobrevivencia, esto no es una retórica, no necesitamos leer a los escritores científicos para saber las cosas que están aconteciendo en el mundo. La mayoría de las personas piensan que es un momento que va pasar, niegan que están en riesgo de extinción. La única forma de parar es si empezamos a vivir en la realidad y luchar por políticas públicas, luchar por el fin de los combustibles fósiles, por el fin de la deforestación y cambiar nuestro modelo de vida que no es sustentable. Lo que la gente no ha entendido es que no es una lección, es una necesidad.

¿Cuál ha sido el mayor detonante para el calentamiento global? 

El calentamiento global lo ha provocado el capitalismo, nuestro estilo de vida no es sustentable; es muy sencillo o debería de ser, si tenemos un planeta finito cómo podemos consumir infinitamente, no tiene lógica… Estamos viviendo el año más caliente de toda la historia y eso va a empeorar si nosotros no cambiamos el modo de estar en este planeta.  

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