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Por Roberto Antonio Caro Serna
Corresponsal Suroeste

Aunque su nombre no resuena en todos los rincones, en el ámbito del ciclismo es un referente indiscutible.

Este apasionado del deporte ha dejado una huella profunda en la comunidad de Ciudad Bolívar, donde se ha entregado al ciclismo con un fervor que trasciende su jubilación.

Mardary no siempre estuvo detrás de la cámara; en los años 80, fue un talentoso futbolista y un obrero comprometido con su municipio. Su amor por el deporte nunca se detuvo. Con el paso del tiempo, encontró un nuevo hobby: la fotografía. Armado con su cámara y el apoyo de amigos, comenzó a capturar momentos únicos en eventos ciclistas, donde los jóvenes del Club Cicleb y los de los ciclopaseos se lucían. Cada foto que publicaba en redes sociales no sólo mostraba su habilidad para inmortalizar la acción, sino también su dedicación a promover el ciclismo en la región.

A lo largo de los años, Mardary ha tenido la oportunidad de estar al lado de grandes ciclistas, como Urán, Arredondo y Betancur, entre muchos otros talentos del Suroeste antioqueño. Su lente ha documentado momentos memorables que cuentan historias de esfuerzo y pasión por el deporte.

A sus 60 años, Mardary es un excelente padre para La Chili, Liliana Álvarez. Su disciplina y puntualidad son cualidades que lo definen tanto en su vida personal como en su carrera fotográfica. Es un amigo leal y un apasionado promotor del ciclismo local.

Rindamos homenaje a este fotógrafo empírico que ha sabido capturar los rostros y la esencia del deporte en Ciudad Bolívar. ¡Búscalo en Facebook y descubre su trabajo!

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