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Según el más reciente Informe de Calidad de Vida de Antioquia de Antioquia Cómo Vamos, el 38 % de la población del departamento enfrenta inseguridad alimentaria. Frente a este panorama, y con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria y promover el desarrollo rural en el Suroeste antioqueño, Concesión La Pintada implementa su programa “Escuelas de huertas urbanas y comunitarias de Plaza del Cauca”. Una iniciativa que cuenta con 72 huertas establecidas en diversos municipios dentro del área de influencia de la vía Conexión Pacífico 2, generando un impacto positivo en las comunidades locales.

El programa inició en 2022 con una fase de prueba en el municipio de La Pintada, donde 10 familias, en su mayoría lideradas por mujeres cabeza de hogar, aprendieron a diseñar y gestionar huertas familiares. Este piloto permitió sentar las bases de un proceso formativo, que ahora cuenta con el respaldo del SENA, entidad con la cual se diseñó una malla curricular integral para capacitar a los participantes en todos los aspectos de la agricultura urbana, desde la siembra hasta la cosecha.  

En 2023, la primera fase de la iniciativa se enfocó en formar a los colaboradores de Concesión La Pintada. 62 trabajadores fueron certificados en huertas urbanas y agroecología, convirtiéndose en multiplicadores de su conocimiento. Posteriormente, el programa llegó a las comunidades, donde 52 familias de Támesis y 20 mujeres líderes de Santa Bárbara iniciaron su camino en la creación de huertas familiares y comunitarias. Finalmente, el modelo se replicó en algunas instituciones educativas de los municipios del área de influencia de la Concesión, consolidando el impacto del programa en diversos sectores.

De esta manera, los beneficiarios del proceso han aprendido sobre seguridad alimentaria, huertas urbanas, sus beneficios económicos para las familias, y los elementos clave para el éxito de la siembra. Además, desde la organización se realizaron pruebas que permitieron identificar los cultivos más viables según las condiciones locales, asegurando así un impacto positivo y sostenible.

Uno de los mayores hitos dentro de este proceso ha sido la construcción de una huerta comunitaria en Plaza del Cauca, Centro de Control de Operaciones de Concesión La Pintada, un lugar que además se ha convertido en Campo Escuela para las comunidades y los actores beneficiados del proyecto. 

Este logro es el resultado del trabajo y el conocimiento adquirido por los colaboradores que han participado de Escuela de Huertas, quienes han sido los encargados de construir y mantener en el tiempo este espacio que ha traído grandes retos, como la adaptación al clima cálido característico de los lugares cercanos al río Cauca. Para ello, el equipo de Concesión La Pintada implementó un diseño de asociación de cultivos que permite que unas plantas protejan a otras del sol, como el pepino que brinda sombra a la cebolla larga. Además, el uso de riego permanente y técnicas de reutilización de residuos orgánicos, como el compostaje y la cobertura con material vegetal, ha garantizado el éxito de la huerta.  

Los colaboradores de la Concesión demostraron que con elementos reutilizados como canecas, llantas y tubos, además de creatividad, es posible aprovechar espacios reducidos para instalar huertas verticales y horizontales, cultivando alimentos como cilantro, pepino, maracuyá, cebolla y zanahoria mediante prácticas agrícolas innovadoras.  

En la segunda fase, el programa se expandió a las comunidades, alcanzando el municipio de Támesis, donde 52 familias del corregimiento de San Pablo y las veredas La Argentina y San Pedro, establecieron sus propias huertas familiares y comunitarias. Un aspecto sobresaliente de esta etapa fue la activa participación de las mujeres, quienes desempeñaron un papel crucial en la creación y desarrollo de las huertas, reafirmando su importancia como motor del desarrollo económico del departamento.  

Asimismo, en el municipio de Santa Bárbara, 20 mujeres líderes que se sumaron a la iniciativa han finalizado el proceso de formación y se preparan para iniciar la germinación en sus huertas, consolidando así el impacto del programa en la región y fortaleciendo la autonomía alimentaria y económica de sus comunidades.

La tercera fase del programa se ha centrado en promover una alimentación saludable dentro de las instituciones educativas de la subregión. El primer modelo se implementó en la Institución Educativa Jesús Aníbal Gómez, en el municipio de Tarso, donde los alimentos cosechados en la huerta escolar son utilizados en el restaurante escolar, beneficiando directamente a la niñez local al mejorar su nutrición.  

De cara al futuro, la Concesión planea expandir este modelo a más instituciones educativas del Suroeste antioqueño. El objetivo es no sólo garantizar que las niñas y los niños de la región tengan acceso a una alimentación sana y balanceada, sino también inculcarles habilidades prácticas que les permitan producir sus propios alimentos en el futuro, fortaleciendo así su autonomía y contribuyendo al desarrollo sostenible de sus comunidades.

Rompiendo mitos y promoviendo soluciones prácticas

Durante el proceso de información, la organización ha identificado que una de las principales barreras para que las familias se animen a crear sus propias huertas son los numerosos mitos y creencias erróneas en torno a esta práctica. Entre los más comunes se encuentran la idea de que una huerta requiere demasiado tiempo y espacio, o que es una actividad complicada y costosa de mantener.  

Para abordar estas percepciones, el programa de huertas urbanas y comunitarias de la Concesión se ha enfocado en desmentir estos mitos, demostrando que es completamente viable tener una huerta en casa, incluso en espacios pequeños, y que esta puede proveer alimentos frescos y saludables para el consumo diario.  

De esta manera, las familias han aprendido cómo utilizar materiales reciclables y técnicas prácticas como el compostaje con residuos reutilizados y el riego eficiente. Estas estrategias no sólo reducen significativamente los costos y el tiempo necesario para mantener una huerta, sino que también fomentan la sostenibilidad y la autogestión alimentaria en los hogares del Suroeste antioqueño.

Tips para tener una buena huerta en casa

 

  • Puedes aprovechar los espacios pequeños, materas, jardineras o incluso botellas plásticas recicladas. Los cultivos verticales son ideales para balcones o terrazas.

 

  • Para iniciar en este proceso puedes escoger cultivos de bajo mantenimiento, entre ellas las hierbas aromáticas como la albahaca o el romero, o plantas resistentes como la espinaca.

 

  • No se requieren grandes inversiones para iniciar una huerta. Para empezar, puedes utilizar materiales reciclados como botellas o cajas de madera. Además, puedes conseguir semillas a bajo costo y compostar tus plantas con restos orgánicos, ahorrando así en fertilizantes.

 

  • El clima tampoco es un impedimento, pues existen alternativas como cultivar en interiores con ayuda de la luz natural cerca de una ventana.

 

Este tipo de iniciativas además de contribuir a la seguridad alimentaria y al desarrollo rural de la región, promueven la sostenibilidad mediante procesos de reutilización. Un ejemplo de ello es el aprovechamiento del material vegetal resultante de las actividades de rocería que realiza Concesión La Pintada como parte del mantenimiento de la vía; la Concesión utiliza este material en su Campo Escuela para cubrir las semillas germinadas. Esta técnica protege las plantas de la exposición directa a los rayos del sol, favoreciendo la conservación de las semillas y la retención de humedad en el suelo, lo que asegura su adecuada hidratación y crecimiento.

Hasta ahora, la Concesión ha entregado más 2.000 plántulas, germinadores y tierra, acompañadas de un seguimiento constante en alianza con las administraciones municipales. Este acompañamiento asegura que cada huerta cumpla su propósito de mejorar la calidad de vida de las familias beneficiarias. Además, el programa incluye una línea de compostaje que motiva a los aprendices a reutilizar los desechos orgánicos de sus alimentos para enriquecer de manera sostenible sus huertas. Esta práctica reduce el desperdicio, mejora la calidad del suelo y promueve un manejo responsable de los recursos.  

Las huertas urbanas y comunitarias de Concesión La Pintada representan una visión a largo plazo enfocada en transformar la alimentación en los hogares del Suroeste antioqueño, brindándoles herramientas y conocimientos para avanzar hacia un desarrollo rural sostenible. Con cada huerta que se establece y cada persona que se capacita, el programa contribuye a construir una región más resiliente, autosuficiente y comprometida con el medio ambiente, mejorando el bienestar de las comunidades y fortaleciendo sus capacidades para un futuro más sostenible.

 

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