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La Hacienda La Amalia es un lugar lleno de historia y riqueza cultural en el municipio de Venecia, Suroeste antioqueño. Doña Janeth Vélez, actual propietaria, describió este espacio en tres palabras: tranquilo, agradable y muy cercano. Se siente feliz y orgullosa de ser la segunda dueña de la hacienda, después de doña Amalia Madriñán de Márquez.

En medio de la conversación sobre La Amalia, don John Jairo Betancur, un emprendedor del municipio, nos compartió sus recuerdos de infancia en La Amalia. “Yo recuerdo que cuando salía de la escuela subíamos a la hacienda para que nos dieran panela caliente, porque además del café, también había un trapiche y la panera era deliciosa”. Recuerda cómo él y otros niños del municipio caminaban por la vereda mientras comían la panela recién hecha.

La importancia de La Amalia no se limita a su historia local. Fue la primera hacienda de Antioquia en exportar café a Europa, convirtiéndola en un referente de la caficultura en el Suroeste antioqueño y en el país. Este territorio tiene profundas raíces en la producción de café, un grano reconocido internacionalmente por su suavidad y calidad. La hacienda ahora combina su legado caficultor con una nueva historia relacionada con las abejas y la miel, fundamentales para la polinización y la conservación de los ecosistemas.

Juan Pablo Villa, un joven líder del municipio, destacó la diversificación de las actividades en la hacienda, ahora anfitriona del “Tour de las Abejas Zángano”. Este proyecto pone en valor la meliponicultura, el cultivo de abejas nativas sin aguijón, que son clave para la biodiversidad y la producción sostenible. Juan Pablo explica cómo estas abejas contribuyen a mejorar la calidad del café y la seguridad alimentaria mediante la polinización de cultivos como fríjol, lechugas y arvejas. Además, los tours educativos ofrecen una oportunidad única para aprender sobre estas especies autóctonas y su impacto en el equilibrio ecológico.

El proyecto Zángano, fundado hace dos años, surge como una iniciativa para rescatar las prácticas ancestrales de meliponicultura y educar a la comunidad sobre la importancia de las abejas nativas”, mencionó Juan Pablo. Desde su inicio, ha recibido grupos de visitantes, incluyendo escuelas y organizaciones del municipio y la region, que se maravillan al conocer estas abejas y su papel como promotoras de vida. Juan Pablo también ha trabajado para instalar meliponarios en diferentes fincas del Suroeste antioqueño, ayudando a repoblar especies locales y fomentar la conservación.

La historia de Juan Pablo con las abejas nativas comienza con su pasión por el café y su curiosidad por la naturaleza. Tras explorar cultivos hidropónicos y cafés especiales, descubrió las abejas nativas y se dedicó a aprender sobre ellas, investigando sus nombres científicos y estudiando su comportamiento. Su esfuerzo lo llevó a trabajar en la Granja Esteban Jaramillo, donde instaló meliponarios y compartió su conocimiento con visitantes y trabajadores.

Hoy, el Tour de Abejas Zángano es reconocido como un referente en la meliponicultura de Antioquia. A pesar de los retos iniciales, como convencer a la comunidad sobre la importancia de estas pequeñas abejas, el proyecto ha crecido y se ha expandido a otras regiones.

Las abejas nativas no sólo son seguras para mantener en fincas y hogares, sino que también son esenciales para preservar la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad de los cultivos”.

La Hacienda La Amalia y el Tour de Abejas Zángano representan un ejemplo de cómo la historia, la tradición y la innovación pueden unirse para generar un impacto positivo en la comunidad y el ambiente. Este espacio es un referente de la caficultura y la meliponicultura, un lugar de aprendizaje, inspiración y conexión con nuestras raíces ancestrales y el entorno natural.

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