Colegio Nueva Paideia: un año de aprendizajes

Comparta esta noticia

El Colegio Nueva Paideia culmina su primer año académico. Esta experiencia, impulsada por la Fundación Oro Molido, ha demostrado que es posible transformar la educación con una propuesta integral que une la formación académica, la vida en comunidad y el desarrollo humano. A lo largo de este primer ciclo, el colegio ha consolidado una comunidad educativa comprometida con el aprendizaje, la convivencia y la exploración de nuevas formas de enseñar y aprender. Los testimonios de los docentes dan cuenta de un proceso desafiante con logros y aprendizajes compartidos.

Balance del primer año

Para Jonathan Sucerquia, docente de Artes, “este año ha estado lleno de mucho aprendizaje y de experiencias pedagógicas y personales muy enriquecedoras. El proyecto es un espacio lleno de oportunidades y pienso que las hemos aprovechado al máximo, tanto estudiantes como profesores”. Agregó que también ha habido momentos de reflexión y ajustes: “hemos tenido que replantear algunas estrategias o dinámicas, y eso ha hecho que el programa sea cada vez más nutrido y que con esa experiencia podamos seguir construyendo”.

Desde la Dirección de Bienestar, Javier Osorio describió este primer año como “sorprendente y sobredimensionado”, pues no esperaba una respuesta tan rápida de adaptación y crecimiento personal por parte de los estudiantes: “los jóvenes han respondido a la exigencia del colegio y han aprendido a convivir, fortaleciendo su autonomía y sentido de pertenencia. El disfrute y el apego al colegio los ha hecho más desprendidos de sus familias y más enamorados del colegio”.

El Coordinador Académico, Steven Jiménez, calificó la experiencia como “maravillosa” y destacó que “ha sido un privilegio liderar un grupo de maestros y colaboradores enfocados en propuestas innovadoras. Trabajar con estudiantes motivados por aprender y crear es una oportunidad para desarrollar investigaciones en el campo de la pedagogía”.

Por su parte, Kelly Caicedo, docente de Ciencias Naturales y Química, destacó que el trabajo con un grupo reducido de 23 estudiantes “permite experimentar con estrategias pedagógicas personalizadas, identificando fortalezas, ritmos y necesidades individuales, reforzando la necesidad de un acompañamiento cercano y flexible”.

Vida académica y formativa

En la vida diaria del Colegio Nueva Paideia, los seis pilares -Sabiduría, Ecuanimidad, Justicia, Sensibilidad, Fortaleza y Autonomía- han dejado de ser conceptos abstractos para convertirse en prácticas cotidianas. Para el coordinador, “la Sabiduría se alimenta cada día a partir de los saberes científicos y de la comprensión de las situaciones sociales que se presentan durante la convivencia; la Justicia se construye en las acciones diarias del aula; la Sensibilidad se fortalece con el teatro, las artes, la música y las actividades que conectan con el ser; y la Autonomía se desarrolla en el trabajo colaborativo en la residencia y el aula”.

Yuvia Jiménez, docente de Lenguajes y Literatura, afirmó que “los estudiantes reflejan el desarrollo de las seis virtudes en los procesos creativos; se evidencia la promoción del pensamiento crítico y la constante construcción de una conciencia de sí en cada una de las actividades”.

La docente Kelly Caicedo complementó que la vida en la residencia ha impulsado el crecimiento personal y la toma de decisiones: “los estudiantes han aprendido a organizar sus rutinas, a participar activamente en su proceso académico y a construir acuerdos comunes desde el respeto y la justicia restaurativa”.

Sobre las estrategias pedagógicas, el docente Jonathan Sucerquia resaltó el valor de la interdisciplinariedad: “Cátedra Suroeste, como un proyecto interdisciplinar, ha sido uno de los más exitosos. La posibilidad de compartir aula con diferentes docentes en un mismo proyecto investigativo ha dejado resultados muy bonitos, creativos y de mucho esfuerzo intelectual”. La Cátedra del Suroeste ha permitido que “los estudiantes conozcan sus territorios desde lo ambiental hasta lo social y se conviertan en gestores de experiencias significativas que despiertan el interés de otras instituciones por adoptar el modelo pedagógico”, agregó la docente Kelly Caicedo.  

Las experiencias de formación no se limitan al aula. La docente Yuvia Jiménez señaló que en el Ágora los estudiantes “expresan sus opiniones o disonancias frente a los procesos formativos con la confianza de no ser juzgados o reprimidos. Cada idea o manifestación es una oportunidad de mejorar la convivencia y fortalecer los vínculos entre estudiantes y docentes”. En este sentido, el coordinador Steven Jiménez añadió que “se ha evidenciado una pasión significativa por las artes marciales y por el Ágora como estrategia de socialización de problemáticas en torno al aprendizaje y la resolución de conflictos”.

Impacto en los estudiantes y sus comunidades

Los cambios en los jóvenes son evidentes. Los docentes observan una mayor consciencia corporal, coordinación y equilibrio, resultado de las diferentes disciplinas corporales del programa. “El día más triste de la semana es el viernes cuando me voy, y el más feliz el lunes cuando vuelvo”, dicen los estudiantes.

En cuanto al vínculo con las familias, la docente Kelly Caicedo afirmó que “ha sido fundamental construir una relación basada en la confianza y la corresponsabilidad educativa. Los padres han acompañado de cerca el proceso de adaptación y crecimiento de sus hijos, a pesar de la distancia física”. La docente Yuvia Jiménez coincidió en que “las familias son un gran aliciente para la comunidad educativa, se integran en los procesos comunitarios como la sembratón en la huerta del colegio o la celebración de fechas especiales. Es muy emocionante sentirse parte de una familia tan grande que siempre está dispuesta a ayudar y compartir”.

Convocatoria 2026

El Colegio Nueva Paideia ya tiene abierta la convocatoria para la segunda cohorte. El coordinador Steven Jiménez explicó que “desde mayo se abrieron las convocatorias vía WhatsApp y en julio comenzaron las visitas presenciales a los municipios. Se nota mayor confianza en el proyecto al ver a los estudiantes activos y las actividades en desarrollo”.

El programa ofrece becas condicionadas al buen comportamiento y al rendimiento académico. “Es una apuesta pedagógica diferenciada que busca despertar el amor por el conocimiento y la creación en los participantes”, destacó el coordinador, quien también recuerda los criterios de selección: “deben pertenecer al Suroeste, vivir en el territorio y estar convencidos de que la educación es el camino para su desarrollo personal e intelectual”.

Visión a mediano y largo plazo

El Colegio Nueva Paideia avanza hacia su segunda y tercera etapa con nuevas alianzas y perspectivas. “Los proyectos productivos, de investigación y emprendimiento que han surgido durante estos primeros meses son semillas que florecerán y acompañarán a los estudiantes durante su formación superior”. Con una mirada optimista, el coordinador aseguró que “el Programa Paideia será un catalizador de la transformación social, económica, cultural y política del Suroeste. La población rural se visibilizará aún más y líderes positivos empezarán a tomar roles fundamentales para construir una Colombia más justa, ecuánime, sabia, sensible, autónoma y fuerte”.

*En el municipio de La Pintada funciona el Colegio Nueva Paideia, un proyecto educativo que inició el 20 de enero de 2025 con 23 jóvenes campesinos becados para cursar la educación media. La iniciativa, liderada por la Fundación Oro Molido en alianza con la Fundación Julio C. Hernández, acoge por lo menos un estudiante de cada municipio de la región. Su modelo, inspirado en el concepto griego de paideia -formación integral del ser humano-, ofrece becas completas con residencia, alimentación, materiales y transporte, e integra teoría, práctica, artes y oficios en jornadas sin tareas para la casa, con el propósito de transformar vidas y fortalecer el arraigo territorial.

Comentarios
Comparta esta noticia