Representantes del sector transportador visitaron el sector La Sinifaná con el propósito de conocer de primera mano los avances de las obras y la posible fecha de apertura de la vía. La visita contó con la presencia del gerente general de Covipacífico, Mauricio Millán, quien explicó los principales frentes de trabajo y los progresos alcanzados en el corredor.
De acuerdo con el gerente de Covipacífico, la intervención busca reducir la pendiente del tramo, que anteriormente era del 18 % al 19 %, a aproximadamente un 12 %, mejorando las condiciones de operación para los vehículos de carga y transporte público. Actualmente se ejecutan cerca de 240 anclajes en la parte superior del talud, que constituyen la ruta crítica del proyecto. La vía quedará con un ancho de aproximadamente nueve metros, incluyendo la cuneta, lo que permitirá su operación a dos carriles.
En la quebrada La Sinifaná se diseñaron obras hidráulicas destinadas a encauzar el flujo y disminuir la velocidad del agua, con el fin de prevenir fenómenos de socavación. Sin embargo, la Agencia Nacional de Infraestructura -ANI no ha liberado todos los recursos necesarios para ejecutar la totalidad de las intervenciones previstas, argumentando la necesidad de vincular a otros actores institucionales, aseguró Millán. Los diseños contemplan seis diques transversales y un dique lateral, pero la financiación actual sólo permite avanzar parcialmente.

La expectativa de Covipacífico es que el nuevo pavimento esté listo hacia mediados de diciembre, a excepción del sector central de los anclajes. Se espera que para la temporada de fin de año la vía pueda operar sin restricciones, facilitando la movilidad del transporte regional.
Con respecto al cierre en el sector Las Areneras, Juan Pablo Acosta, presidente de la Asociación de Transportadores de Pasajeros -ATPA y director ejecutivo de la Corporación Unión de Transportadores -UTRANS, explicó que, según le informó el gerente general de Covipacífico, avanza la intervención sobre la vía La Maní del Cardal, cuyo mejoramiento fue una de las condiciones pactadas para autorizar el cierre. Asimismo, Acosta indicó que en el peaje de Amagá se inició el destaponamiento de la quebrada, un proceso que implica la negociación de predios con doce propietarios. Aunque el plazo contractual es de ocho meses, la meta -según le explicó el gerente- es terminar antes, de manera que esta zona quede habilitada en doble calzada.
“Estas visitas nos permiten conocer los avances reales de las obras y transmitir confianza al gremio transportador”, señaló Juan Pablo Acosta, quien destacó la importancia de mantener la articulación entre las autoridades, la concesionaria y los transportadores para garantizar una movilidad segura en el corredor vial.




