Hace seis años murieron 73 mineros en Amagá, el 16 de junio de 2010, en la mina San Joaquín de Carbones San Fernando. Conversamos con Rubén Darío Gómez, secretario general de la Confederación de Mineros de Colombia -Conalminercol, sobre la seguridad, la economía, la informalidad, el ambiente y el futuro de la actividad minera de carbón en El Suroeste antioqueño.
¿Cómo ve el panorama actual de las minas de carbón en el Suroeste?
Lo primero que hay que decir es que la Organización Internacional del Trabajo -OIT y la misma legislación colombiana reconocen la actividad del socavón y en especial la del carbón, como una actividad de alto riesgo. Con base en ello las exigencias en materia de seguridad industrial deben ser las máximas. No obstante, se conoció dentro de los informes en lo que tuvo que ver con la tragedia de San Fernando, que el día 9 de junio, es decir una semana antes de la tragedia, se había hecho una inspección a las instalaciones de la empresa y se había detectado gran cantidad de gas grisú, además de ello el calentamiento de los socavones y la falta de chimeneas para desgasificar, eso incluso lo narró el propio ministro de Minas de ese entonces, Hernán Martínez Torres. Como conclusión de esa tragedia podemos decir que no solamente falló el Estado en el sentido de no haber profundizado en esas dificultades encontradas inicialmente y que fueron avisadas por laSecretaría de Minas, por Ingeominas y hasta por los mismos trabajadores, además falló el Sistema de Riesgos Laborales porque nunca se preocupó por la existencia de esas amenazas o si las conoció no las atacó para evitar esta tragedia que tanto lamentamos en el Suroeste antioqueño y en Colombia porque es la tragedia más grande que ha ocurrido en los últimos 30 años.
También se puede decir que esta tragedia organizó y ordenó la implementación de los riesgos laborales en toda la zona, pues desde ese entonces la Asociación de Mineros de La Sinifaná inició un proceso de asesoramiento en materia de salud ocupacional y riesgos laborales que hoy por fortuna se ejecuta en la gran mayoría de las minas de la región y eso ha generado que se reduzca en cierta medida la accidentalidad en los socavones.
¿Cuáles son los riesgos a los que se enfrentan los mineros actualmente?
Al tema de los gases se la ido estrechando el camino para que no generen accidentes, la muerte de mineros por choques hipovolémicos o por choques eléctricos, también se ha reducido porque se están usando materiales y herramientas idóneas para la explotación en el socavón, pero tenemos otras amenazas: las bolsas de agua que no solamente están presentes en lo que fue la explotación de Industrial Hullera sino en toda la región y con más presencia por ejemplo en el municipio de Angelópolis, que carga con la mayor cantidad de bocaminas abandonadas porque nuestros mineros hace 50 años avanzaban solo 100 o 200 metros, no les daba más porque resultaba mucho más costoso sacar el carbón que abandonar la mina y abrir en otro lado.
¿Cómo curar entonces el socavón?
Al finalizar el año 2015, después de la tragedia de La Cancha en La Ferrería en Amagá, la Asociación de Mineros de La Sinifaná presentó una solicitud de declaratoria de área de reserva especial de minería tradicional en la zona. Hay alrededor de 13 millones de toneladas en el área de Industrial Hullera que no han sido explotadas y ya la empresa no solamente terminó la liquidación sino que quedó libre de cualquier responsabilidad porque le fue entregado el título y ya el Gobierno lo recibió sin ningún cierre técnico, sin haber adelantado ninguna labor de atención a este proceso de abandono. Esos 13 millones de toneladas que hay allí no todas están dentro del área de incidencia de la inundación o sea que es posible explotarla; pero también es posible desaguar el título de Industrial Hullera, lo que hay que mirar es qué es lo que se va a hacer con esa agua que es una cantidad importante, que puede ser utilizada para otras actividades dentro de la región y no desperdiciarla.
Pero ¿y el riesgo por la presencia de dichas bolsas de agua?
A través de una resolución de la Agencia Nacional de Minería se le expresó a los mineros que en esa zona no habría legalización mediante la declaratoria de reserva especial, yo de manera puntual asesoré algunos mineros, elaboré el recurso, lo puse a nombre de ellos y finalmente ahora hace un mes, la Agencia Nacional de Minería me da la razón de que la existencia del famoso alto riesgo no está aprobada, que es un “invento”-entre comillas- digo yo, porque de todas maneras ellos insistieron y siguen insistiendo en que la zona se encuentra en alto riesgo pero reconocen que no está en la declaratoria de ese alto riesgo porque los análisis y los estudios científicos que determinan el alto riesgo, no se han realizado. Sin embargo, claro que nos preocupan las bolsas de agua porque los mineros todos los días están avanzando y no sabemos hacia dónde…Aquí había un mapa de riesgos que supuestamente se elaboró en los años 2007 y 2008, posteriormente lo actualizaron pero ese mapa de riesgos de la región no le ha sido entregadoa ningún minero de la zona ¿Dónde está?
¿Cuáles son los estudios que si hablarían de esos riesgos o tragedias que se pueden evitar?
Insisto en que no hay un solo estudio hecho en esta región que efectivamente determine la existencia del alto riesgo, lo que sí hay son visitas técnicas que pueden determinar por ejemplo la existencia de bolsas de agua, etc. Pero aquí simple y llanamente entra un técnico o un “ingeniero” -entre comillas- con una cinta mide, toma muestras y dice ¡están en alto riesgo! Pero eso solo se presenta cuando hay accidentes, de resto no ha habido un seguimiento a esa situación. La Universidad Nacional sí les ha dicho a los gobiernosdepartamental y nacional que las investigaciones que se hagan para determinar riesgos están vinculadas a la sísmica, a todo lo que tiene que ver con la geología, el flujo de aguas dentro de las minas, y eso por aquí no se ha hecho. ¿Cómo me pueden determinar a mí que un agua que está represada en el título de Industrial Hullera se pueda extender por ejemplo hasta los municipios de Venecia, Fredonia, Titiribí y Angelópolis? Eso es una cosa inaudita.
¿Y qué decir de la minería informal, de los pequeños mineros en la región? ¿Cuál es el mapa?
El tema es la falta de acompañamiento del Estado a esas actividades mineras que hay en la región. Una cosa es la informalidad, otra la ilegalidad y otra la criminalidad. El Estado debe apoyar la informalidad, laLey 1450 de 2010 lo estipula. No obstante, todo el territorio nacional hoy se le ha titulado a las grandes multinacionales, de hecho el 80 por ciento del territorio se encuentra o solicitado o titulado a estas grandes empresas. Y por si fuera poco, en el Código Minero el pequeño minero no existe, el Código de 2001 acabó de un solo tajo con la pequeña minería. El Gobierno después de ocho intentos de legalizar no ha legalizado absolutamente a nadie en la cuenca carbonífera de La Sinifaná, incluso levantamos un paro en el año 2013 sobre la base de que se iba a constituir una mesa de acercamiento y concertación, pero esa mesa no funcionó, no ha resuelto después de tres años absolutamente nada. En la vereda La Ferrería en Amagá hay minas informales que pueden estar explotando en su conjunto alrededor de 6 mil toneladas al mes y eso nos da un potencial importante, más o menos unas 5.500 personas se benefician directamente como trabajadoras de esas empresas, más del 80 por ciento de las empresas son informales. Además en la región de la cuenca carbonífera de La Sinifaná la presencia de minerales importantes como el oro va a empezar a hacer efectos también en las actividades que se están desarrollando en la región.
¿Usted quiere decir que ya se están haciendo actividades exploratorias de este metal?
Sí, se están haciendo por ejemplo en Venecia, en Fredonia y en Amagá, de hecho en este municipio las exploraciones se están haciendo de manera muy silenciosa.
¿El panorama del carbón es negro en la región?
¿Negro? Tal vez por el color, porque hay una reserva gigante, usos que ligados a la tecnología pueden darle otro nivel a la industria del carbón, más rentable. Existen muchos proyectos para la utilización de la cuenca carbonífera pero no se lo han dado a conocer a las comunidades…
¿Qué está haciendo Conalminercol en pro de los mineros?
Hemos venido denunciando a lo largo del territorio nacional y a nivel internacional (yo viajaré a Estados Unidos para buscar audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) la forma como se expulsa de los territorios a los mineros, de cómo se nos margina en la legislación, se nos criminaliza y se nos excluyede la actividad minera; aunque hay que aclarar que con el artículo 21 de la Ley 1753, volvimos a nacer, la clasificación que hoy tiene ese Plan Nacional de Desarrollo habla de minería de subsistencia, de la pequeña minería, la mediana y la gran minería, cuatro ramas clasificatorias y ya está circulando el decreto que reglamentaría esas cuatro clasificaciones.
¿Minería vs. ambiente?
Toda actividad humana, absolutamente toda, impacta de manera negativa el ambiente, entonces no podemos decir que solamente la actividad minera lo hace, sin embargo, la posibilidad de que exista una minería responsable es sí y solo sí el Estado entiende que hay un conflicto social en la legalización de la pequeña minería que debe resolver para atacar los otros elementos que se desprenden de esa actividad, por ejemplo el tema de la contaminación ambiental. Además los mineros por iniciativa propia han venido presentado planes de mitigación, contratando técnicos ambientalistas para que ayuden a reducir esos impactos. Se deben buscar soluciones pero no una política de represión contra la minería.
¿Minería vs. vocación agrícola?
Lo más importante no es el querer del municipio, es la defensa de nuestros recursos. El recurso campesino, la cultura, son muy importantes para nosotros los mineros, nosotros no defendemos la minería a ultranza, no, como pequeños mineros pedimos respeto a nuestra soberanía. Yo no me voy a ir en contra de unascomunidades que toda su historia ha sido atravesada por una cultura totalmente diferente como la que tienen en el Suroeste lejano del territorio antioqueño, pero la pequeña minería ha existido histórica y tradicionalmente en cualquier región del país, independientemente de si es una zona de tradición cafetera como el Suroeste, porque ahí ha habido minería y punto.