Por Roberto Antonio Caro Serna Corresponsal en Ciudad Bolívar
Durante la década de los 90, Ciudad Bolívar era uno de los municipios verdes de Colombia, un verde que contrastaba con los cafetales; había numerosos grupos ecológicos y oficina ambiental, esa era la moda ecológica, pero todo se fue esfumando con el paso del tiempo. Sin embargo, hay que reconocer la gran labor de COAMAR, una organización comunitaria de la vereda Arboleda, que hasta hoy promociona y protege, con sus programas y esquema de comunicación, el ambiente, especialmente a los Fallones del Citará.
Con aproximadamente 18.000 hectáreas de bosques vírgenes y 12.000 más en la llamada zona de transacción ambiental, los Farallones del Citará embellecen los municipios de Andes, Betania y Ciudad Bolívar en la frontera natural con el departamento del Chocó, y habitan especies como el oso de anteojos y pájaros únicos de la región.
La corporación COAMAR realiza brigadas ambientales para proteger los recursos naturales del área que compone el corregimiento Farallones en Ciudad Bolívar; la Administración Municipal ha construido el EcoParque en el Centro Poblado Farallón, donde se puede practicar varios deportes, y la comunidad ha luchado por la conservación del territorio sin minería por diferentes medios, como marchas públicas y concentraciones en el corregimiento con el fin de proteger estos nichos ambientales.
Motivar la creación de la Cátedra Ambiental en las instituciones educativas para ser conscientes de cuidar y proteger estas bellezas naturales que producen bienestar para el ser humano, debe ser la consigna.
