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En el Suroeste no sólo se recicla papel, cartón, vidrio o plástico; varios municipios han adoptado nuevas formas de reciclaje de la materia orgánica, como el compostaje.

Earthgreen es una comunidad consciente y una empresa de Medellín que incentiva la cultura de la separación y aprovechamiento de los residuos orgánicos en algunos municipios del Suroeste antioqueño. 

En este acompañamiento, se destaca Andes, que desde el año 2021 cuenta con una planta de compostaje con capacidad de transformar 450 toneladas de materia orgánica al mes. También Urrao, que desde el año 2017 tiene su planta con una capacidad mensual de procesar 90 toneladas, y Valparaíso, que con planta desde el año 2022, tiene la capacidad de aprovechar 30 toneladas al mes. Otros municipios de la región, como Támesis, Jardín, Ciudad Bolívar e Hispania, desarrollan iniciativas de reciclaje de materia orgánica a pequeña escala. 

En Colombia todos los municipios deben de cumplir con la resolución 2184 de 2019, que entró en vigencia el 1 de enero de 2020. La norma establece que en un recipiente de color o distintivo blanco deben ir todos los materiales reciclables, en un recipiente de color o distintivo verde deben ir todos los materiales orgánicos biodegradables y en un recipiente de distintivo negro deben ir los residuos no aprovechables. 

En el caso de los dos primeros recipientes, se debería separar por lo menos el 85 %: 60 % de materia orgánica y 25 % de reciclables, para lograr que al relleno sanitario llegue sólo el 15 % de los residuos no aprovechables. Desafortunadamente, según cifras de Earthgreen, a los rellenos sanitarios llega cerca del 90 % de los residuos que se originan en todos los municipios del departamento. 

También se estima que alrededor de 5.500 y 6.000 personas se benefician económicamente del reciclaje. Para las empresas el beneficio energético puede representar un ahorro del 25 al 35 % en consumo de materias primas recicladas. 

“Los programas de reciclaje que se realizan en los municipios son irregulares, dependen de cada administración municipal. El enfoque debe ser la educación ambiental, para que las personas y comunidades separen desde la fuente, es decir, desde el punto donde se originan los residuos, esta tarea, con mayor énfasis, es promovida por algunas empresas públicas, sin embargo, en algunos municipios estos programas ambientales no se mantienen de forma constante y con la regularidad suficiente para mejorar los indicadores de separación y aprovechamiento”, dijo Luis Aníbal Sepúlveda Villada, gerente de Earthgreen. 

Separar los residuos orgánicos y tratarlos a través del compostaje, lombricultora y biodigestión, evita que el 60 % de los residuos sean recolectados y transportados hacia un relleno sanitario, lo que representa múltiples beneficios: se evita el consumo de combustibles y la emisión de gases efecto invernadero, como el dióxido de carbono, y en los rellenos sanitarios se reduce la emisión de metano. 

“El reto que tiene cada alcalde de la región y el departamento es la implementación del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos -PGIRS, en virtud del decreto 2981 y el decreto 1077. Lastimosamente, los alcaldes no incorporan de manera entusiasta los programas de separación y aprovechamiento en sus planes de gobierno”, asegura el Gerente de Earthgreen.

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