Por Carlos Julio Romero Martínez
Corresponsal en Angelópolis
@romerojulio
Nadie puede desconocer que la minería del carbón en el municipio de Angelópolis ha dejado historia, una historia que por más de 100 años ha fortalecido su economía, sus costumbres y cultura. Con el paso de los años esta actividad económica pasa de ser una fuente de supervivencia a convertirse en un peligro latente, toda vez que, lo artesanal y lo informal, ha llevado este trabajo al límite, generando un problema social y económico en los municipios de la Cuenca de La Sinifaná.
En Angelópolis la actual Administración Municipal busca alternativas laborales, principalmente para los mineros cesantes que voluntariamente cierren sus minas, es así que hace poco 11 unidades mineras se acogieron a la propuesta de la alcaldesa Olga Lucía Zapata Marín y con el acompañamiento de la Asociación de Mineros de la Cuenca de La Sinifaná -AsomicsI, se buscan acciones contundentes.
Una de las propuestas está direccionada a la producción agrícola, que de la mano de la Gobernación de Antioquia se articularán con las empresas agroindustriales como alternativa al desarrollo agrario de la región. Por ahora el cierre de las minas en Angelópolis está en espera, mientras se replantean los términos jurídicos, que asesora tanto el Ministerio de Minas como la Secretaría de Minas del departamento.
Acciones para mayor seguridad
Hace poco la burgomaestre de Angelópolis en una visita a Bogotá logró que el Ministerio de Minas realizase un estudio hidrogeológico en el municipio, que tendría como fin detectar bolsas de agua en el interior de los socavones. Las dos últimas tragedias en la mina La Playa y La Cancha se originaron precisamente por aguas represadas en el interior de los socavones. “Al extraer las aguas subterráneas se aprovecharían para riegos en los cultivos que estarían ejecutando los mineros convertidos ahora en agricultores”, aseguró la alcaldesa Olga Lucía Zapata Marín.