La Unidad para las Víctimas entregó a 30 familias campesinas de varias veredas del municipio de Urrao, herramientas, semillas, abonos, fertilizantes, insecticidas, entre otros insumos agrícolas y gallinas para avicultura. Con estas dotaciones podrán mejorar sus condiciones de vida y fortalecer la producción de alimentos para su consumo y comercialización.
Estas familias han sido víctimas de desplazamiento forzado, como es el caso de María Lucila Uribe, quien en el 2017 abandonó junto a su familia su finca tras la amenaza de hombres de un grupo armado que llegaron a la vereda donde vivía en Urrao. Semanas después regresaron, pero ya no había una vivienda. Solo las cenizas de una casa incendiada. “Nos dejaron con lo que teníamos encima y tuvimos que reconstruirla. Mucha gente tuvo que desocupar la vereda y luego llegamos a comenzar de nuevo. Fueron tiempos muy difíciles”.
Ahora, estas familias se reúnen, no para desplazarse sino para recibir insumos que les permitirán crear mayor arraigo con su territorio “muy feliz porque todo nos ayuda para salir adelante y tener mejores cultivos como el cafecito, aguacate y también nos llevamos las gallinas para tener huevitos”, señaló Lucila Uribe.
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Durante el año 2023, la Unidad para las Víctimas implementó proyectos agropecuarios y de infraestructura social y comunitaria en regiones afectadas por el conflicto armado en Colombia, con una inversión superior a los 3.100 millones de pesos.
En el Suroeste de Antioquia, la entidad priorizó a familias de cinco municipios. En Concordia, familias campesinas se beneficiaron con las dotaciones de insumos agrícolas para fortalecer la seguridad alimentaria, siembra de café y derivados.
Y en Betulia, Concordia, Titiribí y Andes, se implementan planes de retorno y reubicación de desplazados y proyectos de prevención, las víctimas de corregimientos y veredas recibieron mobiliario para centros de integración comunitaria, puestos de salud, escuelas y restaurantes escolares.
