Por: Juan Fernando Mejía, Director del Festival de Cine Libre
En mi pueblo se quemó el teatro… Una historia real, no muy lejana, de Cinema Paradiso, la película icónica de Giussepe Tornatore en el que también se quema el Teatro Municipal, llámese en Italia neorrealismo y aquí realismo mágico. Sé que de alguna forma, mi pueblo está destinado a tener un nuevo cine o dicho de otra manera: un Festival de Cine.
He escuchado historias muy vagas acerca de este suceso; informaciones que divagan por las calles y se quedan en la mitología regional… unos dicen que el teatro quedaba ahí, en el parque principal y que un día se quemó, otros se acuerdan que allá se vieron “Casa blanca” la mítica película de Michael Curtis junto a la legendaria actriz Ingrid Bergman; quien iba a pensar que este tipo de cine mundial llegaría hasta las tierras de Fredonia, Antioquia.
Recuerdo con nostalgia el cine que me tocó, quedaba en la esquina de “Los Cisnes”, un referente urbano por el nombre de la panadería que hace años lleva por insignia tan ilustre animal; “El cine”… así le decíamos mis amigos y yo, cada día de la semana había programación y desfilaban por la gran pantalla actores de la talla de Silvester Stallone, Jean Claude Van Dame, Chuck Norris y sus míticas interpretaciones en Rambo, igualmente Cobra, y Delta Force.
Fue el único cine, según mis vagos recuerdos, donde se proyectaba a la antigua usanza: kinetoscopio con manivela y luz de vela… (exagero un poco). Eso sí, la función era dividida, pues en la mitad de la película daban un corte de diez minutos, aproximadamente, para ir al baño y comprar dulces en la tienda. En algunas ocasiones ponían cortinillas de audio promocionando el espectáculo. La tienda del cine nunca apagaba el bombillo de 60 W para vender dulces y mecato todo el tiempo.
Pasaron los años y creo que con la aparición de la televisión y la nueva tecnología, las personas fueron perdiendo el interés por el cine y se habituaron a otras formas de información y entretenimiento. Hace más o menos veintitrés años que en mi pueblo el cine pasó de ser el espacio de la linterna mágica, a ser un parqueadero y hoy es un edificio de oficinas y negocios.
Entrando un poco más en materia, sin alargar demasiado el cuento, me di a la tarea de hacer un evento internacional, un festival de cine diferente y entonces nace El Festival Cine Libre, justo cuando decidí llevar arte a mi pueblo natal. En vista de la falta de apoyo a quienes en vagos intentos han tratado de que permanezcan sus proyecciones artísticas pero sin ningún resultado, llevar el cine a este lugar es ya una película.
En 1920, cuando el cine se empezó a extender a través de los países europeos, con los corresponsales de los hermanos Lumiere, era una odisea, incluso en los años 50 cuando llegaba el televisor a nuestras casas, era un suceso barrial.
El proyectar imágenes en movimiento se convirtió en algo que impactó al ser humano para toda la vida, aún hoy nos dejamos sorprender cuando, por ejemplo, conocemos el mito de la caverna y cómo se percibía el mundo a través de siluetas. Por eso, no ha sido fácil llevar cine a Fredonia por tercera vez; aunque dicen que la tercera es la vencida, confiemos, entonces, en este dicho de pueblo.
Nuestro proyecto es difundir el cine y llevarlo a un lugar nombrado como cuna de artistas, aunque, paradójicamente, no se ha impulsado ningún arte desde la comunidad.
“Fredonia, tierra de hombres libres” es al Festival Cine Libre (y de las artes) como Charles Chaplin fue al cine mudo; juego de palabras que nos empieza a guiar por la aventura de nuestro festival y a ello agregamos que, el nombre Fredonia, viene de la palabra inglés Freedom que significa Libertad.
El séptimo Arte aborda los 6 artes anteriores y por esta razón y por la libertad, nos dimos a la tarea de invitar al teatro, la poesía, la pintura, la danza y la literatura, entre otros. En hora buena acogemos, además de cinéfilos, realizadores, productores, distribuidores y a quienes gustan de otras áreas artísticas.
El Festival ya está sonando por los medios y se perfila como plataforma de exhibición cinematográfica, teatral, musical y del arte en general. Por la planeación y expectativa que hemos generado en solo ocho meses, creemos que será un festival exitoso, digno de reconocimiento nacional e internacional.
Queremos contar con la cultura que nos habita, nuestra identidad y las ganas de los fredonitas de que el pueblo progrese y deje de aparecer como ruta de carretera solamente y sea un pueblo para visitar y quedarse. Ser un punto visible más allá de los mapas, mostrar la calidad de sus proyectos. Partiendo de estas premisas, soñamos con tener un pueblo icónico y patrimonial.
Hay también un proyecto de muralismo que complementará al Festival, sus fiestas y lugares turísticos para que en el futuro sea en Antioquia, El pueblo de los murales.
Hemos sido ambiciosos y queremos estrenar en FECILI y en el país, películas y documentales como “El tiempo nublado” de la directora Arami Ullon, obra paraguaya elegida por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas Paraguayas, para ser su representante a los Premios Oscar en 2016. Otras de la talla de “Anna” de Jaques Toulemounde o “Perros” de Harold Trompetero en la Muestra de Cine Colombiano.
Fantasear, contar historias y mostrar el mundo es algo especial para compartir y que mejor que hacerlo con gente cercana, en un pueblo pleno de historias míticas que se pueden transmitir a participantes de talleres, en foros y conversatorios, así como se desarrolla el proyecto de una película, desde la experimentación hasta la realización, impartido por profesionales que son parte de la programación del Festival.
No ha sido fácil lograr este proyecto, pero con pasión y ganas hemos construido bases sólidas para lograrlo. Somos soñadores, apasionados, creativos, sensibles y ello es suficiente para impulsar este proyecto con personas como Maria Clara Escobar, Laura Correales, Juan Manuel Ríos, Ana María Tobón, Carolina Villegas, Alejandro Muñoz, Gaviota Restrepo, Camilo Zapata, Juan Manuel Uribe y yo. Somos la base de un festival novedoso que se proyectará como vitrina de artistas, cine nacional e internacional.