Martha Dolly Franco estaba “acostumbrada” a un entorno lleno de preocupaciones: la violencia en la comuna 8 de Medellín, era (o es) una constante que irrumpía con la tranquilidad de su barrio y muchas veces la hacía sentir en peligro.
Sin embargo, esta situación nunca fue impedimento para que ella siguiera adelante con su proyecto de vida y trabajara por su comunidad a partir de procesos pedagógicos con la lectura y la escritura en la Biblioteca Nadino, con niños y niñas que buscaban algo que hacer en su tiempo libre.
Además en el 2010 en la Universidad de Antioquia alcanzó su sueño de convertirse en maestra de Lengua Castellana con Énfasis en Humanidades.
Desde que inició su camino laboral se encontró con muchas realidades que fueron fortaleciendo su vocación pero ella nunca imaginó que sería en un municipio del suroeste antioqueño donde una vez más pondría a prueba todos sus conocimientos emocionales e intelectuales.
Martha llegó a la Institución Julio Restrepo de Salgar el 23 de junio de 2015, un mes después de ocurrida la tragedia: «mi llegada a Salgar fue, podría decir, por azar, porque estaba buscando una vinculación en el magisterio y esa fue la plaza que cumplía con parte de mis deseos”.
‘La profe Martha’ cuenta que al principio sintió muchas prevenciones por llegar a un lugar recientemente afectado por una avenida torrencial, creyó que encontraría a unos “estudiantes acongojados”, pero se llevó una gran sorpresa: “encontré un espíritu de superación, unas ganas y una capacidad para resurgir como el ave fénix”.
Aunque confiesa que muchas veces sintió miedo y su corazón se arrugó al escuchar los testimonios de sus alumnos sobre los familiares y los amigos que La Liboriana se llevó.
Sus alumnos son jóvenes llenos de sueños, pese a la tragedia, a sus problemáticas familiares y a que muchas veces no quieran hacer las tareas, explica la maestra. No obstante, ella confía en que con su apoyo y las oportunidades que les brinda la institución ellos y ellas saldrán adelante: “La educación ayuda a hacer catarsis de lo que nos agobia o nos genera miedo, porque es en la interacción con el otro que mejoramos la autoestima, reconocemos que después de todo los momentos tristes son la preparación para algo superior, para mejorar mi manera de vivir. También ayuda a quien se le ha olvidado reír y a recordar con el corazón encogido pero con impulso para buscarle soluciones a lo que nos detiene. Siempre hay que mirar más allá por más doloroso que sea”, expresa.
Proyectos que se realizan en la Institución Educativa Julio Restrepo como los torneos interclases, el muro de las expresiones y el periódico escolar, también son alternativas para que los jóvenes de Salgar fortalezcan sus capacidades, hagan parte de grupos que los hagan sentir incluidos en un nuevo proyecto de vida, pues según Martha Dolly Franco: «necesitan luchar por algo, sentir que hay esperanza».