Comparta esta noticia

Edición 194

A bordo de la Piragua en Ciudad Bolívar 

Ciudad Bolívar es un municipio con gran riqueza hídrica y con habitantes dispuestos a cuidarla y defenderla, desde hace varios años hay presencia de los grupos Piragua, integrados principalmente por niñas y niños. Visitamos el grupo del corregimiento Farallón y conocimos sus historias. 

 

Milena, la capitana

Milena Molina nació con una llama en su corazón que la motiva a recorrer las montañas, caminos, ríos y quebradas de su municipio Ciudad Bolívar. Se siente dueña y a la vez responsable de su tierra y de su agua, agua y tierra que se ha dedicado a proteger desde que tiene memoria. 

Milena se define a sí misma ambientalista de corazón: “es una pasión que nace en mí y que tengo en mi sangre”. A los nueve años ingresó por primera vez a un grupo de cuidado ambiental y desde ahí no ha parado esta aventura, la educación ambiental es su pasión. 

A sus 32 años de edad estudia Trabajo Social, es madre y es la líder de los grupos Piragüeros del municipio, se pasa la semana visitando las veredas en chivero o caminando para cumplir su misión. Trabaja con las niñas, niños y madres de familia en el corregimiento Farallón y las veredas Alto de los Jaramillos, Bolívar Arriba y La Sucia, con ellos recorre el territorio, identifica la fauna, la flora, reconoce la riqueza hídrica y transmite su amor por la naturaleza. 

Aunque no es profesional en el área ambiental ha dedicado su vida a aprender; aprende de sus amigos, de sus colegas y ha adquirido conocimientos que le permiten comprender el ambiente, reconocer el lugar que habita y cuáles son las acciones necesarias para su preservación, comparte su saber en cada conversación, especialmente con las niñas y niños, “muchos niños le siguen a uno el camino, uno le tiene que saber llegar a la gente y a los niños, porque los niños quieren ser niños y uno ve que poco a poco ellos también se comienzan a preocupar por cuidar el agua, el río”. 

Su labor de enseñar a cuidar el agua y la tierra también llega a su hogar. Milena es madre de Joaquín, de tres años, quien muchas veces la acompaña en sus expediciones a los ríos, quebradas y bosques. Está embarazada de siete meses de Aurora, un embarazo a todo terreno, “ yo nací para ser senderista, para recorrer el territorio y eso me llena a mí, me da paz y tranquilidad”. 

Milena enseña a sus hijos la pasión por cuidar la naturaleza, quiere que sean ambientalistas de corazón y maestros; para que compartan lo que saben con los otros, que crezcan con la conciencia de cuidar y amar el territorio.

Joaquín ya aprendió. Cuando le preguntamos de quién es el río, dijo que es de la mamá porque la ha visto cuidando el río, es también suyo y de las niñas y niños que ha visto jugar en el agua, en el río, en la piscina mágica donde hay piedras, plantitas y agua fría.  

La tripulación

Las niñas, niños y madres de familia de los grupos Piragua son protagonistas de esta aventura, su misión es velar día a día por el cuidado de las fuentes hídricas y el territorio. ¿Qué dicen las niñas y niños? Aquí algunos de sus pensamientos.  

Lea también: El Romeral, pulmón verde del Suroeste

¿Qué hacen en Piragua? 

Cuidamos el agua, el ambiente, sembramos árboles, aprendemos cómo cuidar el planeta.

¿Por qué es importante cuidar el agua?

 

“Porque si no cuidamos el agua el ambiente se va secando, entonces no tenemos más oxígeno para respirar, si no cuidamos el agua no podemos tomarla ni bañarnos”. 

“Porque sin el agua no podríamos vivir y tampoco habría plantas ni árboles”. 

“Sin el agua no podríamos sobrevivir ni bañarnos ni hacer la comida”. 

 

¿Cómo cuidan el agua? “No tirando basuras, no contaminando los ríos y quebradas, no desperdiciando el agua, cuidando los nacimientos de las quebradas que nacen allá arriba en el río”.

 

Un tripulante de lujo: Iván Solís Moreno

Iván Solís también es integrante del grupo Piragua del corregimiento de Farallón, es uno de los fundadores, en 2013 obtuvo la Distinción Vida de Corantioquia por su trabajo en torno a la protección del agua. 

Era una odisea cruzar una quebrada, no era fácil y si las pasaba corría mucho peligro, ahora da es tristeza porque esas quebradas que uno no podía cruzar, las pasamos brincando las piedras”, recuerda sobre su infancia sin perder la esperanza: “aquí en Farallones tenemos la certeza de decir que en el corregimiento no se tala, no se caza, acciones fundamentales para cuidar la naturaleza y el agua”.

Iván es conocido en el municipio por su labor ambiental, por la entrega con el cuidado del agua, las plantas y los animales, con su compromiso ha aportado para que nunca se acabe el entusiasmo de pertenecer al grupo al grupo Piragua de Farallón, “hemos formado goticas de agua y así vamos cuidando la vida”. 

Por Mariana Salas Valencia  
Comentarios
Comparta esta noticia