Por Roberto Antonio Caro Serna Corresponsal Suroeste
En el barrio Alférez de Ciudad Bolívar, Antioquia, nació Jerónimo Elorza Londoño. Hijo de Javier Elorza y Nora Londoño, es el mayor de dos hermanos y creció junto a su hermano Ricardo.
“Ciudad Bolívar para mí es una tierra amable, llena de gente pujante y personas con mucho talento para el arte y el deporte”, expresa con orgullo.
Su amor por la música nació desde muy temprano, cuando en su casa y en la guardería pasaba horas explorando instrumentos, cantando y bailando al ritmo de canciones infantiles. A lo largo de su vida, Jerónimo ha descubierto otras pasiones, como los carros, pero es en la música donde realmente ha encontrado su voz. En su familia, la figura de su abuelo Valentín tiene un lugar especial. “Fue una persona muy humilde y sencilla, pero con grandes valores. La gente en este pueblo lo recuerda porque fue sacristán de la iglesia durante más de 40 años”, recuerda con cariño.
Jerónimo tiene un mensaje claro para los jóvenes: “nunca dejen de soñar ni trabajar por lo que quieren lograr. Pero junto a esos sueños tiene que estar la disciplina. Muchas veces tenemos que hacer sacrificios para alcanzar lo que deseamos”. Es consciente de que el camino hacia el éxito está lleno de obstáculos y sacrificios, pero también está convencido de que la clave está en la perseverancia. “Las drogas y los malos vicios no son un buen camino; todo eso nos destruye”, enfatiza con firmeza.
Jerónimo ha soñado en grande. Su objetivo es llevar su música a cada rincón del país y convertirse en un referente del género popular. Ya ha grabado tres trabajos discográficos y aspira a colaborar con artistas consagrados como Alzate “papá”. Además, ha tenido la oportunidad de compartir tarima con reconocidos exponentes como el dueto Buriticá, Yeison Jiménez, Jessi Uribe y Alexis Escobar. Aunque un contratiempo le impidió cantar con Luis Alfonso en Andes el año pasado debido a problemas de orden público, no pierde la esperanza de hacerlo en el futuro.
“Me sueño cantando en La Macarena y el Atanasio Girardot, pero mi primer sueño es regalar un concierto en mi pueblo natal”, confiesa con una sonrisa, demostrando que, a pesar de sus logros, su amor por su tierra sigue intacto. Las Fiestas del Arriero y otros escenarios locales han sido fundamentales para su carrera. “Son la plataforma donde he podido crecer y mostrar mi talento. Siempre estaré agradecido por esas oportunidades”.
Jerónimo, con 17 años de edad, sigue mirando hacia el futuro con una perspectiva llena de gratitud y compromiso. Al dirigirse a los gobernantes, hace un llamado claro: “en la educación está el futuro. Deben llenar los pueblos de oportunidades para todos”. Y es que, a lo largo de su vida, Jerónimo ha sido testigo de las carencias, pero también de las grandes capacidades de las personas de su tierra natal.
El apoyo de su familia ha sido clave en su vida, y lo expresa con emoción: “mi papá es un líder, un guerrero que siempre ha estado conmigo; no tengo palabras para describirlo. Mi mamá también ha dado todo por mí. Mis abuelos y mi hermano son un faro de luz en mi vida diaria”.
Jerónimo Elorza Londoño es un ejemplo viviente de perseverancia, dedicación y amor por lo que hace. Con cada nota que canta, lleva consigo el espíritu pujante de Ciudad Bolívar y un mensaje poderoso para las nuevas generaciones: soñar es posible si se trabaja con disciplina y amor. Y, como él mismo dice, nunca hay que dejar de soñar, porque en cada sueño hay un futuro lleno de posibilidades.
Visita su canal en Youtube