¿Qué es una mejor política?
La posesión de alcaldesas y alcaldes es una manifestación clara de la voluntad popular expresada en las elecciones regionales el pasado 29 de octubre de 2023. Sabemos que la tarea no será fácil, sin embargo, con transparencia, escucha activa, discernimiento y cercanía al pueblo, podrán materializar cada proyecto e impactar positivamente a las comunidades que tanto esperan. El Papa Francisco sugiere cinco consejos para un mejor tipo de política; aquella que es puesta al servicio del verdadero bien común, argumentando que lo esencial para un mejor tipo de política es la capacidad de fomentar el amor social entre las personas a través del diálogo, para afrontar los problemas del mundo de hoy y para renovar profundamente desde el interior las estructuras, organizaciones sociales y ordenamientos jurídicos. ¿Qué es una mejor política? En principio, el reto es escucharnos y conectarnos en torno a valores compartidos, para crear soluciones creativas.
Revisemos los cinco consejos esenciales para un mejor tipo de política:
- Debemos recuperar el sentido de pertenencia de una sola familia humana, a fin de cuentas, estamos en la misma barca, en contraste con la tendencia a desvincularse de las conversaciones difíciles y ver sólo nuestros propios intereses y perspectivas. El aislamiento y el encierro en uno mismo o en los propios intereses, jamás son el camino para devolver esperanza y obrar una renovación. En lugar de la inclinación del ser humano a encerrarse en la inmanencia de su propio yo, de su grupo, de sus intereses, debemos comprometernos a superar toda mentalidad individualista y, en cambio, buscar el bien de todas las personas, incluidas las que podamos ver como diferentes.
- Debemos comprometernos a acercarnos a los demás con amor. La función pública es la forma más excelsa de caridad. Incluso aquellos con quienes no estamos de acuerdo, son hijos de Dios y también ciudadanos objeto de derechos, que pueden aportar a la construcción y al desarrollo de nuestros pueblos. La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. Caminemos en esperanza. Esto implica salir, escuchar con empatía y buscar comprender verdaderamente la experiencia de la otra persona. Dios en su diálogo con Salomón le pregunta: qué quieres que te dé, y le responde que él no sabe gobernar porque es muy joven, y Dios le concede sabiduría, que está unida al amor. Entonces, Salomón gobernó bien porque amó mucho a su pueblo y por la buena fe e intención que había en su corazón. Salomón hizo muchas obras civiles y arquitectónicas, las más importantes en Israel, pero el primer diseño y presupuesto lo formó en su corazón. Salomón aplicó al amor la sabiduría que Dios le dio, que nos enseña que no hay mayor y mejor sabiduría que el amor.
- Debemos identificar valores comunes basados en la verdad. El amor social debe ir acompañado de un compromiso con la verdad, formada tanto por la fe como por la razón. Un punto de partida fundamental para el diálogo es identificar valores comunes arraigados en la verdad y la justicia, como la dignidad de la persona humana o el compromiso con los derechos humanos fundamentales y el desarrollo humano integral. Identificar estas convicciones comunes puede unirnos a pesar de nuestras diferencias y conducir a un pensamiento creativo y nuevas soluciones. Para hacer posible el desarrollo de un pueblo, capaz de realizar la fraternidad a partir de comunidades y grupos que vivan la amistad social, hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común.
- Debemos sentirnos cómodos siendo un poliedro. El Papa Francisco utiliza la imagen del poliedro (una forma tridimensional que tiene muchas caras) que representa una sociedad donde las diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque esto implique discusiones y prevenciones. El diálogo social auténtico implica la capacidad de respetar el punto de vista del otro y admitir que puede incluir convicciones y preocupaciones legítimas, que otros tienen una contribución que hacer, y que podemos ser francos y abiertos sobre nuestras creencias, sin dejar de discutir, buscar puntos de contacto y, sobre todo, trabajar y luchar juntos.
Debemos estar dispuestos a dialogar con el corazón abierto y sentirnos cómodos con la tensión creativa, mientras mantenemos puntos de vista simultáneos que no encajan perfectamente, pero que pueden producir soluciones centradas en el bien común. Construir una mejor política a través de la caridad social no será un proceso rápido ni fácil. No será glamoroso. A diferencia del desacuerdo y el conflicto, el diálogo persistente y valiente no ocupa los titulares, pero ayuda silenciosamente al mundo a vivir mucho mejor de lo que imaginamos. Si los gobernantes se acercan a su compromiso con estas pautas en mente, podemos llegar juntos a un mejor tipo de política, que produzca muchos frutos para ayudar a lograr un bien común donde todos puedan prosperar.
- Un pueblo será próspero si Dios está. Un pueblo será prospero no sólo porque haya muchos recursos económicos, sino porque Dios está en el corazón de sus gobernantes como Salomón.
Tenemos claro que compartimos un territorio y que juntos podemos construir una región. Deseamos fortaleza, discernimiento y sabiduría para estos cuatro años de mandato.
Editorialista invitado: Monseñor Juan Fernando Franco Sánchez, Obispo de la Diócesis de Caldas, Antioquia.
Foto Sergio López