Nacido en Pueblorrico el 4 de julio de 1889, José Santos Soto fue un famoso poeta y músico del Suroeste. Vivió desde pequeño en Quebradalarga, lo que hoy se conoce como Tarso, allí aprendió a leer y a escribir, aunque con gran dificultad. Sin embargo, amó tanto el verso que se inmortalizó en ellos. “Sus versos son fáciles y sutiles, acomodados a las circunstancias”, dice su hijo, don Alfonso Soto.
I
Ellas que errantes
van por el espacio
ellas con su lúgubre manto
y su penacho de zafiro
regresan del verano
en tardes fulgurantes
para hacer su nido
al pie de los aleros
de las casas olvidadas.
Todo lo que hablaba lo decía en verso. Para José, este arte no era propiedad de los letrados; los poetas, antes que nada, son sensibles. Se asombran por lo efímero y lo perdurable.
José Santos tenía el don de gentes y siempre que hablaba muchas personas se agolpaban a su alrededor para escucharlo porque conversaba en trova y en verso; a veces en una forma profunda y hermosa, y otras con sutil ingenio para hacer reír hasta el dolor a quienes lo escuchaban, así lo describe su hijo en la Cátedra Municipal de Tarso.
II
Y cuando el sol moría
en aquella tarde de calvario
y el universo se rasgaba
a la muerte de Jesús,
ellas, las golondrinas
formando una aureola,
besaban la frente
de Jesucristo en la cruz.
Falleció el 30 de enero de 1974, a los 83 años. Pero su espíritu sigue vivo gracias a sus dones para la escritura poética y al concurso de poesía que lleva su nombre en honor a su vida y trabajo.
Fomentar la cultura, la literatura y la creación es el objetivo de este concurso propuesto por un grupo de docentes de instituciones educativas del municipio desde hace 25 años, y cuyo galardón es una golondrina, una de las principales fuentes de inspiración del maestro Soto.
III
Ellas que con sus trinos
nos ensenan a olvidar
el duro trajinar de la jornada,
son las golondrinas
mensajeras de la luz.
El pasado 1 de diciembre, el Concurso de Poesía José Santos Soto fue declarado como patrimonio inmaterial del municipio.
Durante la lectura de este texto usted pudo conocer uno de los poemas de este autor, llamado Las Golondrinas, publicado en 1931.