Sueños a Color es una iniciativa liderada por el maestro Freddy Parra, un apasionado del arte que ha dedicado más de 30 años a la enseñanza de la pintura. Desde sus días de estudiante, Freddy demostró un talento innato, creando murales y expresando su creatividad alimentada por libros y su amor por el arte.
A pesar de su experiencia y compromiso, el proyecto no contó inicialmente con el apoyo formal de las administraciones locales, más allá del préstamo ocasional de instalaciones. El año pasado, Freddy recibió una propuesta del director de la Casa de la Cultura para presentarse a una convocatoria del Ministerio de Cultura. El proyecto Sueños a Color fue seleccionado entre más de cinco mil propuestas, siendo uno de los 25 ganadores de Antioquia. Este reconocimiento trajo consigo recursos iniciales que impulsaron significativamente la iniciativa.
Otro de los líderes del proyecto es el maestro César Zapata, diseñador gráfico apasionado por el arte y la cultura en todas sus expresiones. Ambos líderes han trabajado para que Sueños a Color se enfoque en tres poblaciones principales: niñas y niños, adultos mayores y personas con discapacidad, aunque el colectivo mantiene abiertas las puertas para que cualquier habitante de Concordia se una a las clases de pintura.
Desde su inicio, Sueños a Color ha crecido exponencialmente. Lo que comenzó con un grupo pequeño en un salón limitado, se transformó en una comunidad de 300 a 350 participantes, generando la necesidad de trasladarse a un espacio más amplio dentro de la Casa de la Cultura. Este proyecto fomenta el aprendizaje artístico y fortalece el sentido de comunidad, permitiendo a los participantes expresar su creatividad y conectarse con la cultura local.
El impacto es evidente. Niñas y niños que regalan sus cuadros a sus familias, jóvenes que descubren su talento artístico y personas que encuentran en el arte una fuente de motivación y bienestar. Además, el proyecto ha comenzado a embellecer a Concordia con murales, transformando espacios públicos en obras de arte que se han convertido en referentes turísticos.
Uno de los mayores retos es la sostenibilidad del proyecto. Aunque el apoyo inicial del Ministerio de Cultura ha sido fundamental, estos recursos son limitados y la convocatoria solo permite participar cada cuatro años. Por ello, el colectivo busca constantemente nuevas fuentes de financiamiento, tanto públicas como privadas, y cuenta con el respaldo de la alcaldesa Alexandra Herrera, quien ha mostrado su compromiso con el arte y la cultura.
A pesar de las dificultades, el entusiasmo de Freddy, César y los demás miembros del colectivo ha mantenido vivo el espíritu de Sueños a Color. El proyecto aspira a dejar una huella duradera en Concordia.
Sueños a Color invita a toda la comunidad a valorar y apoyar el arte local. Desde asistir a exposiciones, hasta permitir que sus fachadas se conviertan en lienzos vivos. Cada acción contribuye a que Concordia sea un pueblo lleno de color y vida. Este esfuerzo colectivo embellece el municipio y lo posiciona como un destino cultural y turístico.
El arte tiene el poder de transformar vidas, y Sueños a Color es un ejemplo de cómo la pasión y la perseverancia pueden convertir sueños en realidades que impactan positivamente a toda una comunidad.
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