La avenida torrencial del 18 de mayo de 2015 no solo transformó la topografía de Salgar, también destruyó la percepción de seguridad de sus habitantes quienes sienten temor cada vez que llega el invierno y ruegan por no volver a escuchar el ruido de La Liboriana.
Y es que cuando llueve los recuerdos espantan: “siempre hay miedo, llueve y nos quedamos mirando la quebrada hasta que escampe. Han hecho pruebas de las alarmas de emergencia y aquí no hemos sabido nada ¿El día que vuelva a suceder qué?”, dice Sandra Hernández, sobreviviente de la tragedia.
Según Gilberto Mazo,coordinador del Área de Manejo de Desastres del Dapard, tras un año de la tragedia el balance en cuanto a la recuperación de la infraestructura y al fortalecimiento de los planes de mitigación del riesgo, es positivo:
Se logró laremoción de aproximadamente 1.900 metros cúbicos de enrocado y además se colaboró con otras acciones necesarias como la adecuación de rellenos sanitarios que estaban saturados. El sistema de monitoreo va a mejorar las condiciones de seguridad porque gracias a este se sabrá cuándo hay un aumento en el cauce de la quebrada y así se podrán activar de manera oportuna las alertas sonoras.
Además otros afluentes de gran importancia como La Clara y el río Barroso, también son vigilados de manera constante. El Sistema de Alertas Tempranas fue entregado a la comunidad el pasado 22 de abril y tuvo una inversión de 500 millones de pesos aportados por la UNGRD, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía del municipio.
Mazo afirma que muchas de las residencias que quedaron en zonas de alto riesgo tanto en la margen derecha como en la izquierda de la quebrada, fueron evacuadas, pero advierte que todavía hay otras en mediano riesgo ubicadas hacia abajo del parque principal, en el costado derecho de La Liboriana, “son entonces unas viviendas que necesitan como recomendación de los geólogos, unas obras de infraestructura que generen protección para que en futuras avenidas torrenciales la cantidad de agua no llegue hasta ellos como tal”.
Precisamente sobre esta fuente hídrica se han posado todos los temores de los salgareños e incluso consideran que la solución para disminuir su fuerza es canalizarla, no obstante, el remedio podría resultar peor que la enfermedad.
“La Liboriana no se puede canalizar”: Gilberto Mazo
“Por la topografía y la alta pendiente los expertos recomiendan que no es prudente hacer una canalización de la quebrada. Cuando hablamos de este proceso hablamos de hacer un cerramiento y cuando ocurre una avenida torrencial empieza a acumularse todo tipo de material y esto obstaculizaría el flujo del agua, y el agua siempre busca por dónde salir”, explica Gilberto Mazo.
Hace más de un mes las sirenas sonaron en Salgar, por fortuna se trataba del simulacro de evacuación para evaluar qué tan preparado estaba el territorio para enfrentar una emergencia. En el ejercicio participaron más de 2.200 personas participaron. Sin embargo, el ejercicio aunque preventivo y necesario, no cayó muy bien en algunos habitantes que aseguran que falta más comunicación y preparación. Sandra Hernández por ejemplo señala que “hubo un simulacro y teníamos que evacuar e ir a la esquina y cuando llegamos nadie decía nada, no sabíamos ni para dónde coger, entonces yo pienso que no estamos preparados para otra emergencia”.
Al respecto el Coordinador del Área de Manejo de Desastres del Dapard señala que:
Esto que se hizo hace un mes hay que hacerlo permanentemente, falta mejorar algunas cosas, como que suene en todas partes, pero también hay que implementar una señalización permanente y que la comunidad los reconozca, los cuide y los respete, porque esas van a ser las indicaciones para llegar al punto de encuentro frente a una emergencia.
Por ahora solo queda estar alerta, evitar regresar o construir edificaciones en las riberas de la quebrada y “lo más importante es la sensibilización que la comunidad debe tener y la aceptación a estas medidas de mitigación, porque de qué nos sirve poner un sistema de monitoreo si la gente no identifica lo que es una alerta y lo que es una alarma, sino tienen claro hacia dónde deben evacuar. Queda un trabajo muy importante para la Administración de este municipio”, concluye Gilberto Mazo.