Por Fer Campillo Comunicador Social - Locutor
En el corazón del parque principal de Urrao late una historia que inspira: la de Jugos Maruchita, un emprendimiento que desde hace ocho años endulza la vida de quienes pasan por allí con la frescura de sus frutas, la sonrisa de su atención y el ejemplo de su creadora.

Detrás de este proyecto está una mujer berraca, emprendedora y echada pa’lante, que con esfuerzo, amor y constancia ha convertido su puesto en un símbolo de alegría y perseverancia. Día tras día, su energía contagiosa y su espíritu trabajador la han hecho ganarse el cariño de toda la comunidad. “Me encanta interactuar, compartir y ofrecer mis frutas a la gente bella y que me aprecia”, dice con orgullo Maruchita, quien además de ser una vendedora incansable, es una amiga de todos. Así lo confirma Sofía, una estudiante urraeña, una clienta fiel: “todos los días me llevo mis fruticas para el colegio; Maruchita es muy amable».

Historias como la de Jugos Maruchita son un recordatorio de que el éxito no se mide sólo en ventas, sino en el amor y la gratitud que se cosechan. Ocho años de sabor, servicio y corazón, representando lo mejor del espíritu urraeño: trabajador, soñador y lleno de vida.
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