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En lo alto de Cerro Tusa, la montaña con forma de pirámide más grande del mundo, un grupo de investigadores acaba de hacer un hallazgo increíble: una nueva especie de planta jamás antes registrada por la ciencia.

Un descubrimiento que nace de la curiosidad

Todo comenzó en diciembre de 2020, cuando el biólogo Saúl Hoyos y el arqueólogo Pablo Aristizábal caminaban por Cerro Tusa. En medio del bosque, entre el verdor del paisaje, vieron algo que les llamó la atención: una planta con un color vibrante que no parecía coincidir con ninguna de las especies conocidas.

Lo que inició como una simple caminata pronto se convirtió en una misión científica. Tomaron muestras, realizaron ilustraciones y compararon sus hallazgos con bases de datos de todo el mundo. Luego de años de análisis junto con expertos internacionales, confirmaron la sospecha: ¡era una nueva especie!

Su nombre: Aphelandra montis-tusae

La nueva planta fue bautizada como Aphelandra montis-tusae, en honor a Cerro Tusa, el único lugar del mundo donde se ha encontrado hasta ahora. Este hallazgo no sólo es una gran noticia para la ciencia, sino que también refuerza la importancia de la biodiversidad colombiana.

Colombia es uno de los países con mayor riqueza natural del mundo, con más de 31.000 especies de plantas registradas, y los científicos creen que todavía queda mucho por descubrir. Se estima que más del 15 % de las especies vegetales del planeta aún no han sido descritas, lo que hace que cada nuevo hallazgo sea un paso más en el conocimiento de nuestra biodiversidad.

¿Por qué este descubrimiento es tan importante?

Este tipo de hallazgos no sólo son emocionantes para la ciencia, también tienen un impacto clave en la conservación del territorio. La Aphelandra montis-tusae representa un símbolo de la riqueza natural del Suroeste antioqueño y un llamado a proteger su ecosistema.

Comfama, Activa y la Gobernación de Antioquia ya están trabajando para garantizar su conservación y la del bosque húmedo tropical donde fue encontrada. Aunque aún no se sabe cuántas de estas plantas existen ni cuáles son sus amenazas, la clave está en proteger el territorio que la mantiene con vida.

Más que una planta, un mensaje para el futuro

Para Saúl Hoyos y su equipo, este descubrimiento es más que una simple novedad científica: es un recordatorio de lo importante que es cuidar la naturaleza. La conexión con el territorio, la curiosidad y la preservación del entorno son esenciales para que futuras generaciones sigan explorando y conociendo la biodiversidad del Suroeste.

Este hallazgo también abre la puerta a nuevas oportunidades en turismo sostenible y educación ambiental. El Parque Comfama Cerro Tusa – La Montaña Sagrada busca integrar este tipo de descubrimientos en su misión de acercar a las personas a la naturaleza de manera consciente y respetuosa.

¿Y ahora qué sigue?

El proceso científico detrás de este descubrimiento no terminó con su publicación en 2024. Ahora, el reto es seguir estudiando la Aphelandra montis-tusae, entender su papel en el ecosistema y garantizar su supervivencia.

Este es un llamado a mirar con nuevos ojos nuestros paisajes, a preguntarnos qué más podemos descubrir y, sobre todo, a comprometernos con la protección de la biodiversidad. Porque cada planta, cada bosque y cada rincón de nuestra tierra es un tesoro que debemos preservar.

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