En Periódico Regional EL SUROESTE iniciamos una nueva serie de entrevistas con actores clave para el desarrollo regional. En esta entrega, les presentamos a ProSUR, la Corporación Empresarial que trabaja por el desarrollo sostenible del sur del Valle de Aburrá.
ProSUR tiene presencia en los municipios de Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella, Caldas y Amagá, y promueve iniciativas que fortalecen el tejido empresarial y social del territorio.
Entrevistamos a su director, Jorge Mario Giraldo, economista y especialista en gerencia de proyectos, quien desde hace seis meses lidera esta organización sin ánimo de lucro. Aunque su trayectoria ha estado mayoritariamente vinculada al sector privado, también ha tenido experiencia en el sector público, como secretario de Desarrollo Económico de Sabaneta en la anterior Administración Municipal. Se define como un hombre comprometido con el emprendimiento, la vocación gremial y el impulso del empresarismo como motor de transformación. Además, destaca con orgullo su rol como padre de familia.
Desde su llegada a ProSUR ha asumido el reto de fortalecer el impacto de la corporación en el territorio, convencido de que se trata de una región estratégica. Subraya que municipios como Envigado, Itagüí y Sabaneta concentran alrededor del 60 % de la base tecnológica de las industrias creativas del departamento, y que el sur del Valle de Aburrá es un ecosistema empresarial dinámico con enorme potencial para el desarrollo económico de Antioquia.
Entre las líneas estratégicas de ProSUR, la sostenibilidad ocupa un lugar central.
“Queremos apuntarle, por ejemplo, a que la mayoría de las empresas del sur puedan acceder, de forma sencilla, didáctica y autogestionada, a un diagnóstico de sostenibilidad. La idea es que cada empresa, de manera autónoma, a través de una aplicación que les entreguemos, pueda identificar en qué nivel está actualmente en su proceso de sostenibilidad y qué acciones debería emprender para mejorar, comparándose con otras empresas de su mismo sector”.
Frente a la preocupación de las comunidades -como la de Amagá- por el impacto ambiental de algunas industrias, el director de ProSUR reconoce que “todo proceso productivo, cualquiera sea, va a tener un residual: ruido, olores, vertimientos o residuos”.
“Lo que nosotros desde la Corporación queremos y promovemos es que tanto los grupos de interés alrededor de la empresa como el mismo territorio de los municipios y las administraciones locales conozcan cuáles son esos planes de gestión ambiental que tienen las empresas. Lo que nosotros hacemos es generar algo que se llama Protocolos de Convivencia Socioambiental”.
Con respecto a los riesgos ambientales, la postura de la corporación no es minimizarlos ni ignorarlos, sino reconocer que existen y que deben ser tratados a través de planes de mitigación.
“Ese es nuestro rol, más que ir a señalar a uno o al otro, somos un puente para que tanto la comunidad entienda que hay unas inversiones a nivel privado que se tienen que llevar a cabo, pero que están mitigadas a través de un Plan de gestión ambiental, para que la empresa también entienda que obviamente hay unas comunidades que se están viendo afectadas por su proceso productivo, pero que no es ni cerrar la empresa ni señalarla, y tampoco, es decir: doy la espalda y aquí no pasa nada”.
El punto de partida, asegura, debe ser el reconocimiento de que existe una situación real que afecta tanto a las comunidades como al entorno. A partir de ahí, lo fundamental es generar espacios de diálogo en los que, de manera conjunta, se pueda acceder a la información disponible, comprender el contexto y construir alternativas de solución que respondan a las necesidades de todas las partes involucradas.
ProSUR desarrolla diversos programas que buscan fortalecer el tejido empresarial y su conexión con las comunidades. Uno de ellos es el programa de Desarrollo Empresarial y Territorial, que incluye iniciativas de voluntariado social empresarial. A través de este componente, se canaliza el interés de los empresarios por aportar a causas comunitarias, garantizando que su ayuda responda a necesidades reales y llegue a quienes realmente la requieren. En el caso puntual de Amagá, ProSUR viene trabajando articuladamente con la Administración Municipal y el sector privado en el mejoramiento de la sede rural educativa Pueblito de los Sánchez. La intervención incluye jornadas de embellecimiento, reparación de techos con filtraciones, resane de paredes y mejora de los baños, entre otras acciones. Para el director, este tipo de proyectos representan el verdadero sentido del voluntariado empresarial: “no se trata sólo de recibir donaciones, sino de generar un impacto tangible y positivo en el territorio”.
El programa de internacionalización es una apuesta clara por apoyar el crecimiento empresarial más allá del mercado local. A través de alianzas estratégicas, la corporación ofrece a los empresarios oportunidades reales de expansión hacia Europa, Asia y la cuenca del Pacífico, con rutas comerciales que abarcan desde Chile hasta México. La invitación es clara: que los empresarios se acerquen, conozcan los servicios de ProSUR y aprovechen sus ventajas competitivas.
El director destaca que, en contextos donde la demanda interna puede verse afectada, abrirse a nuevos mercados internacionales no sólo es una oportunidad, sino una necesidad estratégica para garantizar la sostenibilidad de los negocios. “Lo que queremos es que a los empresarios les vaya bien”, enfatiza. En esa línea de fortalecimiento y visión de futuro, ProSUR también ha empezado a trabajar en un nuevo frente: la inteligencia artificial.
“Inteligencia artificial es una línea nueva y como línea nueva pues estamos piloteándola. Es como cuidar un bebé, porque estamos empezando a mirar cómo gatea, cómo da sus primeros pasos y el foco de inteligencia artificial va muy ligado al talento humano. Es cómo logramos que las empresas mejoren sus eficiencias en las áreas de talento humano a través de procesos de selección mucho más rápidos con unos filtros mucho más adecuados. Que la inteligencia artificial le ayude a los empresarios y a las empresas a ser mucho más eficientes. Es decir, que en menor tiempo puedan lograr el mismo resultado o mejores resultados”.
ProSUR avanza en la conformación de una mesa de inteligencia artificial, con apoyo de aliados académicos, expertos y empresas. Aunque al principio se pensó que la iniciativa de inteligencia artificial podría generar resistencia entre los empresarios, la reacción ha sido todo lo contrario: hay interés y expectativa por conocer cómo esta tecnología puede aplicarse para mejorar la productividad. Desde ProSUR aclaran que el objetivo no es reemplazar la mano de obra humana, sino crear un modelo híbrido donde la inteligencia artificial complemente las capacidades de las personas. La apuesta está en potenciar talentos y no en desplazar empleos, promoviendo una visión en la que la tecnología sea una aliada estratégica para el desarrollo empresarial del territorio.
“La inteligencia artificial no llegó para desplazar la mano de obra. Llegó para ahorrarnos tiempo”.
El Suroeste como destino empresarial
Para Jorge Mario Giraldo, director de ProSUR, el crecimiento empresarial en el Suroeste responde a una combinación de factores territoriales y estratégicos. Desde su mirada, una de las claves está en la capacidad de los municipios para actualizar sus Planes de Ordenamiento Territorial, lo que ha generado una migración natural de personas y empresas hacia zonas periféricas con mayor disponibilidad de suelo y condiciones más favorables para el desarrollo productivo.
Destaca el caso de Amagá como un ejemplo de planificación acertada. Gracias a una visión sostenida en el tiempo, el municipio ha creado condiciones propicias para atraer industria, ofreciendo zonas definidas para el asentamiento empresarial e incentivos como exenciones tributarias. A esto se suma, según el director, el impacto positivo del proyecto Pacífico 1, que ha mejorado la conectividad y reducido los tiempos de transporte, haciendo más atractivo el Suroeste para la inversión y la creación de nuevas empresas.
ProSUR y su visión sobre el ingreso de Amagá al Área Metropolitana
La posible integración de Amagá al Área Metropolitana del Valle de Aburrá es vista con interés y respaldo. Para Jorge Mario Giraldo, esta iniciativa tiene sentido no sólo por la creciente cercanía física entre los municipios, facilitada por la infraestructura vial, sino también por la articulación natural que ya existe entre los gobiernos locales. Municipios como La Estrella, Caldas y Amagá mantienen hoy canales de comunicación directos y frecuentes, lo que refleja un trabajo conjunto que trasciende las fronteras administrativas.
Según el director, ya no se percibe a Amagá como un territorio lejano, sino como una extensión natural del sur metropolitano, especialmente por la llegada de nuevas industrias al municipio. Aunque reconoce que la discusión tiene componentes políticos y normativos, desde ProSUR consideran que se trata de una posibilidad viable y necesaria para fortalecer la integración regional y el desarrollo territorial.
Caldas como nodo logístico del Valle de Aburrá
Uno de los proyectos que más expectativa genera en la región, según Jorge Mario Giraldo, es el que actualmente impulsa la administración municipal de Caldas: la consolidación del municipio como un Hub logístico estratégico del Valle de Aburrá. Aprovechando la existencia de la zona franca Sofiva, se está desarrollando una plataforma logística de aproximadamente 15.000 metros cuadrados, que permitirá centralizar el descargue de mercancías pesadas y redistribuirlas de manera eficiente hacia otros municipios del área metropolitana.
Esta apuesta, afirma el director de ProSUR, tiene múltiples beneficios: reduce el tráfico pesado, especialmente en zonas urbanas densas; disminuye la emisión de material particulado al ambiente; y genera economías de escala para las empresas que operan con altos volúmenes de carga. Además, se estimula el encadenamiento productivo local y se equilibra la carga que tradicionalmente han asumido otras zonas francas como las de Rionegro, haciendo de Caldas un punto logístico clave.
El proyecto se articula también con grandes obras de infraestructura como el Túnel Guillermo Gaviria Correa (Túnel del Toyo) y Puerto Antioquia, lo que permitirá conexiones más ágiles y competitivas con los puertos del país. “Estamos hablando de una región interconectada, con tren de cercanías, vías modernas y una visión de desarrollo que mejora la competitividad del departamento”, señala. La corporación ProSUR ya acompaña esta iniciativa, alineada con su estrategia de internacionalización y atracción de nuevas empresas para el sur del Valle de Aburrá.
Preocupación empresarial por restricciones al desarrollo
Uno de los temas que más inquieta actualmente al sector empresarial del Suroeste, según Jorge Mario Giraldo, son las decisiones recientes del Gobierno Nacional respecto a la delimitación de las Zonas de Protección para la Producción de Alimentos -ZPPA en la región y, en particular, la declaratoria oficial realizada mediante resolución 0855 del 20 de junio de 2025, que estableció una figura de protección ambiental con efectos normativos por tres años sobre seis municipios: Jericó, Támesis, Valparaíso, Fredonia, Santa Bárbara y La Pintada.
Estas acciones representan un freno al desarrollo industrial, en especial para el sector minero, y son leídas como una “persecución directa” a la industria extractiva, asegura el director de ProSUR. La preocupación se intensifica en municipios como Jericó, dice, donde empresas mineras como Quebradona habían avanzado en procesos de exploración con estándares internacionales, generando empleo local y promoviendo desarrollo territorial.
“Lo que nosotros vemos frente al tema de Jericó puntualmente es que el Gobierno Nacional está abiertamente, digamos, persiguiendo al sector minero, y la resolución lo que busca es frenar la actividad minera”.
Desde ProSUR defienden que los procesos productivos -incluida la minería- pueden realizarse de manera responsable y con controles ambientales estrictos. Su director manifiesta que negar esta posibilidad en nombre de la protección ambiental, sin un diálogo técnico ni una evaluación balanceada, limita las oportunidades económicas de municipios que podrían beneficiarse de regalías, inversión y empleo.
Además, el director de ProSUR advierte sobre una percepción generalizada en el sector productivo frente a decisiones recientes del Gobierno Nacional, como la reforma laboral y el decreto sobre retenciones y autorretenciones (Decreto 572). Desde su punto de vista, estas medidas han sido interpretadas como un ambiente adverso para el empresariado,
Una invitación a construir juntos
Al cierre de la conversación, Jorge Mario Giraldo resalta la identidad antioqueña como un rasgo determinante del carácter y la cultura del trabajo en la región. Una cultura, dice, “forjada a lomo de mula y de hacha”, que aún hoy define la forma en que se emprende, se construye y se transforma el territorio. Esa fuerza, esa verraquera, sigue viva en el ADN colectivo: en quienes madrugan, en quienes se trasnochan si toca, en quienes se adaptan, insisten y no se rinden fácilmente.
Con ese mismo espíritu, valora que más organizaciones se sumen al trabajo que lidera ProSUR.
“Entre más actores estén con nosotros, más fácil es nuestra tarea. La invitación es abierta: quienes deseen aportar al desarrollo del sur del Valle de Aburrá encontrarán en ProSUR un aliado dispuesto a construir de manera conjunta. El equipo está listo para seguir tejiendo red, confianza y futuro”.
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