La Escuela de Música de Ciudad Bolívar nace en 1987 como un proyecto de educación y formación para niños y jóvenes del municipio. En 1994 adquiere el título de Corporación e inicia la Banda Escuela: formación coral, de guitarras, semilleros, piano, composición, arreglos y orquestación. En este proceso de innovación musical encuentra el pretexto ideal para participar en diferentes concursos a nivel nacional e internacional.
Javier Alonso Elorza López, es el director musical de la Escuela, él mismo nos cuenta que su misión es hacer música para la vida. Muestra de ello son los 26 estudiantes que representa nacional e internacional. Según cuenta con orgullo, ninguno de sus estudiantes ha estado en negocios ilícitos o bandas criminales: una muestra más de que el arte y la cultura son fundamentales en la sociedad. «La Escuela toca a las personas, los instrumentos musicales son hechos con un propósito de paz».
En sus 10 años como director, 500 estudiantes que se han formado en todos los niveles: coro, banda, semilleros de iniciación, piano, cuerdas pulsadas y flotadas. Esto con el acompañamiento de la Secretaria de Educación y Cultura de Ciudad Bolívar que brinda apoyo a cuatro escuelas urbanas, y cuatro rurales, del municipio.
Participación internacional
La Escuela de Música ha tenido la oportunidad de ganar los principales concursos del país: el de San Pedro (Valle), Paipa (Boyacá), Anapoima y Cundinamarca, lo que demostraría su alto nivel de formación. “La Escuela genera un proyecto de carácter internacional, puedo decirlo con mucho honor y orgullo que fue la primera escuela de música del territorio nacional que participó en el Festival Internacional de Bandas de Valencia, España. Fue un trabajo de mucho esfuerzo, trasnochos, madrugadas y preparación con maestros durante un año y todo esto valió la pena porque obtuvimos para Colombia una mención de honor”, cuenta Javier.
Además, han participado en el Festival Internacional del Café en Filadelfia y ha estado de gira en el sur de Ecuador. Según su directos, todos los días están en búsqueda de procesos musicales innovadores, uno de ellos es el montaje de una cantata musical indigenista que lograron trabajar en varios teatros y escenarios del país con presentaciones que combinaban la danza, el coro, la plástica y la creación de libretos.
Música y emprendimientos
Acordemos es la Asociación Colombiana de Organizaciones de Escuelas de Música, a la cual hacen parte ocho escuelas del país, entre ellas las de Antioquia, Risaralda y Valle. Este fue un emprendimiento que surgió en la Escuela de Música de Ciudad Bolívar en compañía de las escuelas de Jardín, Sonsón, Concordia, Amagá, Entrerríos, Pía, Balboa, Santuario y Calima del Darién, con el propósito de generar intercambio de conocimiento y apoyo mutuo.
De la asociación Acordemos surgió hace 4 años la primera cooperativa de artistas musicales del país: la Cooperativa Coacordemos, que en la actualidad cuenta con 30 asociados.
“Extiendo la invitación a personas, artistas o asociaciones que quieran vincularse con la Cooperativa Coacordemos. Quienes hacemos parte del área cultural sabemos que el presupuesto del Estado en estos procesos es muy mínimo; por ello hemos asumido otros emprendimientos de industria cultural, los cuales nos permiten oxigenar el presupuesto de las Escuelas y continuar con los procesos”, explica Javier.
La lista de emprendimientos continúa… Hace un año, La Escuela creó una microempresa de producción de eventos en el Suroeste, en asocio con Digisonido, para ofrecer servicios de sonido, luces y tarima en diferentes eventos de la región. Así mismo esperan abrir las puertas al Centro Museo Interactivo para que las personas conozcan los 113 años de historia de la Escuela; y tienen además la tienda de accesorios musicales para que los niños y jóvenes compren sus cañas, aceites, boquillas y demás elementos que necesiten.
Por otro lado, como Escuela han logrado convenios importantes, por ejemplo el firmado el de diciembre de 2020 junto al Teatro Colón, La Presidencia de la Republica y la Consejería para las subregiones del país. Ofrecieron pues un concierto de Navidad con el coro y la banda de música, transmitido en diferentes plataformas digitales nacionales e internacionales. “Para nosotros la formación musical hace un aporte muy importante en el desarrollo humano de los niños, jóvenes y adultos. El arte impacta, quienes están formados como artistas piensan diferente y su sensibilidad es distinta con respecto a otras personas. Nosotros no solo entregamos un instrumento para que aprendan a tocarlo, sino que enseñamos normas de comportamiento ciudadano, esa es nuestra pedagogía”, agrega Javier Elorza, director de la Escuela de Música de Ciudad Bolívar.
La pandemia como inspiración
Durante la pandemia los instrumentos musicales no fueron remplazados ni opacados por tapabocas. La misión de la Escuela de Música no se interrumpió, sus puertas estuvieron abiertas y los procesos de formación y presentaciones artísticas continuaron. Todo esto fue y es posible gracias a los protocolos de bioseguridad que tienen padres y estudiantes. Hasta la fecha no ha habido ningún contagio en el personal administrativo ni en los niños y jóvenes que asisten a las clases.
El director musical aprovechó la visita de EL SUROESTE para enviar el siguiente mensaje: “en este país hay que tener valor, coraje, paciencia y trabajar muy duro para gestionar. Lastimosamente los recursos del Estado a las instituciones educativas culturales no llegan fácilmente. Nos debatimos entre gestión y formación, y pese a que nos desanimamos, siempre seguimos ahí, dedicando nuestro tiempo para sostener el personal, conseguir recursos para subsistir, para circular los procesos y planear. Debemos tener la capacidad de generar cooperación entre las instituciones para salir adelante con estos procesos musicales que tanto valen la pena”.