Fiestas de Bolombolo: una tradición que sigue intacta

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En las orillas del río Cauca, está ubicado Bolombolo, corregimiento de Venecia, bautizado por el escritor León de Greiff “El País del Sol Sonoro”.

Este lugar de tradición pesquera y arenera conserva el amor por esas actividades económicas de las que vive gran parte de sus habitantes; de ahí el origen de sus Fiestas Tradicionales de la Canoa, su celebración es particular, allí los habitantes y turistas esperan con muchas ansias “la embarcada”, que consiste en navegar en un neumático, flotador o lancha por el río Cauca, eso sí, con una cerveza en sus manos.

No hay casa en Bolombolo que se respete que no tenga mínimo un neumático guardado y es que pocas cosas generan tanta unidad en este corregimiento como la embarcada”, explicó Óscar Andrés Sánchez, alcalde de Venecia.

Para el paseo náutico hay hombres que se disfrazan de mujeres, como es el caso de Wilfredo Restrepo, quien desde joven lo hace, “es una herencia que me dejó mi papá, él cada año se vestía de mujer, ahora mi hijo y yo lo hacemos. Quienes conservamos esta tradición lo hacemos por disfrutar y recochar con la gente”.

Otra de las practicas autóctonas del corregimiento son las competencias de canoas, existen dos categorías: la tradicional que es la canoa artesanal o pesquera, tienen dos tripulantes y es impulsada con un remo de madera y las areneras que son tripuladas por tres personas y remadas con pala.

Kevin Pérez, coordinador de turismo de Bolombolo nos cuenta que, “desde los niños hasta los adultos disfrutan de estas fiestas, es el momento en el que más turistas llegan al corregimiento y no solo por los artistas sino también por las actividades que se realizan”.  

Las Fiestas Tradicionales de la Canoa se celebran hace más de 20 años y cada vez cogen más reconocimiento en la región, puesto a que quienes van a ellas, están destinadas a volver.

Juliana Gonzales, turista, quien por primera vez fue a las fiestas dice, “todo me gustó, desde los conciertos por su organización, iluminación y artistas. También, me pareció chévere el color rum porque la gente era descomplicada y feliz llena de pintura. Por otro lado, fue muy bonita la experiencia del paseo náutico y la competencia de canoas porque es algo diferente a lo que normalmente se ve en un municipio, o sea se sale de lo convencional porque uno no solo se limita a esperar un concierto, sino que hay actividades que enriquecen más la estadía”. 

 

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