Por Rubén Darío González Zapata Nacido en la vereda La Lindaja Corregimiento Alfonso López (San Gregorio) Ciudad Bolívar
- Título: La historia de los judíos
- Autor: Paul Jhonson
- Género: Historia
- Editorial: Ediciones B, S.A., 2006
- Impreso por LIBERDÚPLEX, S.L.U., Barcelona, España
“Los judíos son el pueblo más tenaz de la historia y Hebrón es prueba de ello”. Con estas palabras, Paul Jhonson, escritor inglés, nacido en Manchester en el año 1928, da comienzo al capítulo 1 de su libro La historia de los judíos. Hebrón, como se sabe y según el Génesis en su capítulo 23, es el sitio comprado por Abraham, patriarca de los judíos, a un dignatario llamado Efrón el Hitita, por 400 siclos (monedas) de plata, hace alrededor de 4000 años. Allí, según la tradición judía, en la cueva de Makpelá, reposan los restos de su esposa Sara y los de su descendencia inmediata: Isaac y su esposa Rebeca; Jacob y su esposa Lía y, en estos mismos alrededores, los de su nieto José. “… el primer episodio auténtico de la historia judía…”, señala Johnson. Hebrón es, pues, el símbolo más emblemático de este pueblo, cuya capacidad para sobrevivir y sobreponerse a los más duros reveses que, una y otra vez a lo largo de su existencia, el destino ha ido poniendo en su camino, tanto asombra al autor.
El libro es un recorrido por toda la historia de este pueblo, parte de la cual, la que corresponde a los años que van desde Abraham hasta el siglo I a. C., es bien conocida por estar bien documentada en la parte de la Biblia, llamada por nosotros “el Antiguo Testamento”. Con el siglo I d.C. comienza una nueva etapa, en cuya primera fase –igualmente bien conocida por estar documentada especialmente en lo que nosotros denominamos el Nuevo Testamento — se dio la bifurcación entre el judaísmo y el cristianismo; para estos momentos, el pueblo judío forma parte del Imperio Romano. La etapa termina con una serie de rebeliones judaicas contra dicho imperio, iniciadas en el año 66 d.C., la cual, a la vez, tuvo dos fases: una primera, que culminó en el año 70 con la destrucción del Templo de Jerusalén y una segunda — cuyo evento más emblemático fue la toma de la fortaleza de Masada – que terminó el año 135 d.C. con la pérdida definitiva de su territorio a mano de las legiones romanas. A partir de estos acontecimientos, se puede decir que se inicia una nueva era en la historia de este pueblo, caracterizada por el fenómeno de La Diáspora (palabra de origen griego que significa dispersión y que había tenido ya sus inicios desde antes del siglo I d.C.), que es la dispersión de los judíos por todo el mundo conocido de la época, etapa ésta ya menos conocida por los no judíos, o conocida a fondo solo por especialistas que se han dedicado a estudiar el tema. Esta fase, para efectos de lo que me interesa recalcar aquí sobre este libro, termina con el surgimiento de lo que se denominó en su momento el Movimiento Sionista (Sionismo), promovido por Theodor Hezrl (1860 – 1904), que llevaría finalmente a la creación de lo que hoy conocemos como el Estado de Israel.
Historia de un pueblo sorprendente.
Para quien se tome el trabajo de investigar sobre la forma como se desenvolvió la historia del pueblo judío en esta tercera fase, y tal como se desprende del libro de Jonhson, es posible destacar tres elementos bien interesantes: 1) La sistemática condición de aislamiento y despojo a los que, casi de manera sistemática, fueron sometidos los judíos a lo largo de todos estos siglos, con algunas etapas de relativa paz o tranquilidad en uno u otro país de Europa. 2) La increíble capacidad de los judíos para sobrevivir en condiciones con frecuencia terriblemente adversas, sin perder su identidad como pueblo, conservando su esencia y su espíritu. 3) La capacidad, en este medio generalmente hostil, para haber sido una fuerza creadora en los campos de la tecnología, las finanzas, el pensamiento y la ciencia, lo que ha llevado a este pueblo a producir personajes de talla mundial, cuyas vidas y obras han sido para la humanidad en su momento auténticos puntos de inflexión, entre ellos Jesús, Karl Marx y Albert Einstein, para citar solo los casos más emblemáticos en los campos de la religión, la filosofía y la ciencia.
El último capítulo de este libro — el capítulo 7 – lleva por título Sion, nombre con el que se designó movimiento puesto en marcha por T. Hezrl, en el cual (como ya se dijo) se abogaba por el reconocimiento internacional de un Estado judío independiente y soberano en la tierra de Israel y, de esta forma, dar por terminada esa condición de desarraigo que llevaba padeciendo hasta ese momento por más de 1800 años el pueblo hebreo. Esta sección tiene para nosotros un interés especial, porque en la misma P. Johnson describe, a mi modo de ver de una manera muy completa, la trama y la forma como se sucedieron los hechos que llevaron a la aprobación por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de la creación del Estado de Israel el 29 de noviembre de 1947 y la negativa de los estados árabes a reconocer esta decisión, con los consiguientes conflictos que se derivaron, los que, como ya todos lo sabemos, siguen hoy sin estar definitivamente resueltos. La importancia de esta parte de la obra radica igualmente en el hecho de que el autor aporta aquí valiosísima información que permite al lector tener abundantes elementos de juicio para poder entender, de manera objetiva y sin caer en radicalismos extremos de un lado o de otro, el conflicto árabe israelí y, de manera especial, lo que yo llamaría el nuevo fenómeno judío que, como todos los que el pueblo hebreo ha vivido a lo largo de sus 4000 años de historia, sigue teniendo incidencia en toda la humanidad.
“Los judíos han creído que eran un pueblo especial, y lo han creído con tanta unanimidad y tal pasón, y durante un período tan prolongado, que han llegado a ser precisamente eso. En efecto, han tenido un papel porque lo crearon para ellos mismos. Quizás ahí esté la clave de su historia.” Con estas palabras, con las que cierra su obra, resume el autor el contenido de este extenso libro. A manera de conclusión sobre lo que, por mi parte, he aprendido del libro La historia de los judíos, diría que el Estado de Israel y su pueblo son, en sí mismos, la síntesis de la capacidad extraordinaria de supervivencia de un pueblo excepcional, con todas sus grandezas y flaquezas, fortalezas y debilidades, pero una síntesis, también, de los errores y e injusticias de un mundo en el que han prevalecido generalmente la salvaguarda de intereses muy ajenos a los de la justicia y el respeto por la vida y los intereses de los más débiles.
Lea también: Las lecciones de las guerras y un libro del podemos aprender
Por Rubén Darío González Zapata Nacido en la vereda La Lindaja Corregimiento Alfonso López (San Gregorio)