Informe Especial – Sección patrocinada
Por Minera de Cobre Quebradona
Una de las fortalezas que tiene Jericó es su amplia variedad en materia agrícola. Por eso, gracias a lo fértil de su tierra, este municipio del Suroeste puede cultivar distintos productos.
Con la intención de potencializar este aspecto en el municipio y que a través del trabajo en el campo los habitantes obtengan algunos recursos para su sustento, Minera de Cobre Quebradona, con el apoyo de Contreebute, puso en marcha un proyecto que consiste en el diseño e implementación de un invernadero para el cultivo de hortalizas, granos y otros alimentos que abastecen restaurantes y legumbrerías en Jericó. Esta iniciativa ha sido muy bien recibida por los comerciantes locales del municipio, pues conocen de primera mano el origen de estos alimentos y cómo han sido tratados.
El proyecto surge de la necesidad de encontrar alternativas al cultivo de café, pues los ciclos del grano dejan a la deriva a algunas familias, por lo que se propuso alternar la cosecha del café con otros alimentos de fácil comercialización. Tomate de aliño, cebolla, cilantro, repollo y lechuga son algunos de los productos que se cosechan en estas huertas y que terminan en las mesas de los jericoanos.
Por su parte, las familias beneficiarias, además de recibir recursos por la comercialización de sus productos, son asesoradas por personal técnico en lo referente a los cultivos y cómo evitar plagas que pongan en riesgo su producción.
En algunos invernaderos se ha desarrollado también biocompostaje con material orgánico, cáscaras y otros elementos que mantienen alejados posibles animales o insectos que dañen los cultivos. Este método permite que las cosechas sean 100% orgánicas, un valor adicional en la calidad de los alimentos.
Hasta la fecha se han cosechado cerca de tres toneladas de alimentos, los cuales se distribuyen en el casco urbano de Jericó y en algunas veredas, donde los vecinos aprovechan los productos para sus respectivos mercados, pues después del confinamiento algunos habitantes del sector, por miedo a comprar hortalizas que vienen de afuera, prefieren consumir alimentos cosechados en la zona.
Este proyecto ha permitido que las familias beneficiadas adquieran un conocimiento relacionado con el agro y que puedan ponerlo en práctica en los cultivos propios, para que, con el tiempo, se convierta en una manera de generar recursos. Además, este tipo de iniciativas demuestran que la vocación agrícola puede coexistir junto a la minería.
Por Minera de Cobre Quebradona