Los alcaldes de los 125 municipios del departamento firmaron una ruta de trabajo, por regiones, con estrategias y compromisos concretos para enfrentar la Emergencia Climática y garantizar la protección del patrimonio natural de los territorios. Pero este compromiso es de toda la ciudadanía.
El estado de Emergencia Climática es una apuesta ético política en la que se invita a todos los actores del departamento a sumar acciones en pro de llevar a Antioquia a la carbono neutralidad. El 20 de febrero de 2020 en cabeza del gobernador Aníbal Gaviria Correa se hizo esta declaratoria que intenta responder a diferentes problemáticas asociadas con la crisis climática en el departamento, como la erosión costera en Urabá, los cambios de uso del suelo y las tazas de deforestación en las que Antioquia ocupa el quinto lugar en el país.
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Se suman a estas problemáticas distintas situaciones alrededor de la escasez de agua, la distribución de alimentos y la gestión integral del riesgo; pues cada vez hay eventos de variabilidad climática con mayor frecuencia e intensidad y que requieren un actuar integrado tanto al interior de los gobiernos como con los demás actores ambientales, gremios, entes comunitarios y academia, para recibir por parte de cada uno sus aportes.
Ya la Gobernación priorizó 100 acciones para enfrentar la Emergencia Climática, y se espera la gestión de otras acciones complementarias que aporten al Plan Integral de Cambio Climático de Antioquia -PICCA y a sus cinco líneas transversales y estratégicas: 1. Agricultura resiliente, 2. Energía y transporte sostenible, 3. Biodiversidad, ecosistemas y sus servicios, 4. Competitividad y nuevas economías, y 5. Desarrollo urbano resiliente.
El gobierno departamental socializó con los mandatarios municipales las acciones adelantadas para enfrentar la Emergencia Climática. El encuentro se llevó a cabo en la Universidad Pontificia Bolivariana, institución que firmó la adhesión a la Alianza Unidos por el Planeta.
Las acciones emprendidas por las 57 organizaciones que actualmente hacen parte de la Alianza buscan aportar a la conservación de 70.000 hectáreas bajo incentivos de conservación, la recuperación de 10.000 hectáreas degradadas, la siembra de 40 millones de árboles, la reducción en generación de residuos sólidos a 2023 y avanzar hacia una Antioquia Carbono Neutro en 2040.
“Tenemos definida una ruta estratégica y metodológica, con el apoyo del Comité Científico para el Cambio Climático, con el que abordamos, en cada sesión, distintos temas en esa construcción de las grandes acciones que Antioquia deberá emprender para ser un territorio carbono neutro”, explicó el gobernador (e) de Antioquia, Luis Fernando Suárez Vélez.
Silvia Elena Gómez, directora de Sostenibilidad y Cambio Climático de la Gobernación de Antioquia, cuenta que, en particular, el municipio de Andes firmó como líder de la región y con esto se comprometió junto a los demás gobiernos locales, a concretar acciones específicas y aportes al estado de Emergencia Climática. Se esperan acciones alrededor de la producción sostenible en agricultura, gestión energética, gestión integral de residuos, movilidad, desarrollo urbano resiliente asociado al turismo, y otros aspectos que dependen de la observación juiciosa de las dinámicas territoriales.
Como destacó el gobernador encargado en el evento, “cuando se toma esta decisión política se pone sobre la agenda un tema de la mayor importancia, para definir programas y metas específicos en el marco del Plan de Desarrollo Unidos por la Vida 2020 – 2023”. Se espera que esta decisión valiente, necesaria y atrevida traiga a la mesa conversaciones y acciones para la garantía de futuros sostenibles. Será necesaria la unión de los alcaldes y alcaldesas, como lo señaló el Gobernador (e): “que tengamos metas comunes que nos unan, como esta declaración de la Emergencia Climática y las 100 acciones que contempla, para que cada alcalde defina qué acciones puede emprender en esa materia, para darle así mucho más peso a esta labor”.
¿Cuándo? Cuanto antes, como dice Carlos Ignacio Uribe Tirado, secretario de Ambiente y Sostenibilidad de Antioquia, que pidió a todos los alcaldes que impongan el sello de la Emergencia Climática a sus planes de desarrollo, así como se hizo con el del departamento.
Existen unos retos ambientales por región, que son el punto de partida para el trabajo articulado entre la Gobernación y los municipios antioqueños: protección de los ecosistemas marino-costeros (Urabá); transición hacia una ganadería regenerativa (Norte); apuesta por el turismo sostenible y responsable (Occidente); desarrollo urbano resiliente (Valle de Aburrá); producción agrícola sostenible (Suroeste), recuperación de áreas degradadas ( Bajo Cauca), control de la deforestación (Nordeste), protección de los ecosistemas y su diversidad (Magdalena Medio) ; y protección de los bosques y el agua (Oriente).
Es importante mencionar que varios de estos retos están presentes en una o más de las nueve regiones, así que la gestión de estos debe ser integral en todas ellas. Enfrentar la Emergencia Climática es un acto de responsabilidad con las futuras generaciones y su declaración es una decisión política que ha permitido definir acciones estructurales a mediano y largo plazo.