Foto: Astrid Carrasquilla, cortesía Red de Lenguaje de Antioquia.
Llegó en el 2013 con sus sueños de estudiante a una vereda ubicada a 35 kilómetros de la cabecera municipal de Urrao, sin luz, sin señal de celular, y con tan solo cinco alumnos como espectadores de las clases que preparó aún sin graduarse, movido por la pasión de enseñar, de mover conciencias allá en el campo.
El número de estudiantes con el que se encontró el docente César Guerra obedecía al incipiente retorno de los lugareños que un día por causa del conflicto armado tuvieron que abandonar sus tierras y empezaron a retornar poco a poco.
“Los mismos padres me comentan que hablar de paz es hablar de seguridad, de movilizarse tranquilamente, y ven lo que muestran en la televisión muy diferente a lo que viven aquí, y me dicen ‘vea que nosotros estamos viviendo aquí tranquilos sin sombras de grupos armados. Ojalá la paz se mantenga”.
A César desde el colegio le inquietaba contar las cosas a través de diversos formatos y encontró en el lenguaje audiovisual herramientas llamativas que lo encaminaron a aprender más sobre este cuento, “me metía a Youtube para ver tutoriales, hice cursos en internet”, sin embargo, lo que él soñaba era hacer cada día lo que hacía su profe Marleny Sepúlveda: dar clase, compartir conocimientos, motivar en otros el amor por aprender.
Tenía las ganas pero las condiciones de sus padres no eran las mejores en ese momento, y para entrar al Ciclo Complementario de la Escuela Normal Superior Sagrada Familia, necesitaba recursos económicos. Sus profesoras lo animaron para que no desfalleciera y siguiera perseverando…
Y cómo los sueños sí se hacen realidad, César además de formarse como maestro, hoy es reconocido como uno de los mejores del Suroeste gracias a su espíritu investigativo y a su gusto por lo audiovisual. El pasado 8 de diciembre recibió el reconocimiento de la Secretaría de Educación de Antioquia ‘Maestro de excelencia 2017’, por su experiencia significativa ‘Escuela Audiovisual: sumándole al saber’.
¿Pero cómo enseñar tecnología en una vereda sin luz? ¿De qué sirven las herramientas digitales en una escuela sin computadores?
César se lo preguntó hace cinco años, pero ante el panorama que encontró no se rindió y pensó que su meta de llevar el mundo digital al campo algún día se haría realidad, “yo soy monodocente, es decir, enseño todas las materias desde preescolar hasta quinto, y lo que aprendí se los empecé a enseñar de forma transversal en todas las materias”.
Entonces en lengua castellana empezaron a surgir las historias a través de guiones literarios, que se escapaban de las actividades que traen las cartillas institucionales de enseñanza, y volaban sobre los recuerdos, el entorno y los sueños de la infancia. “Por el contexto de la vereda, la mayoría de los niños y niñas contaban anécdotas sobre la violencia, también historias sobre la huerta, porque tenemos un espacio muy bueno para cultivar, y sobre la vereda en general”.
Hasta que un día como en un cuento maravilloso ¡Se hizo la luz! Y las ideas de César volvieron a brillar. “Resulta que EPM a través Antioquia Iluminada electrificó las veredas, entonces ya era mucho camino ganado y tocaba hacer la gestión para conseguir los recursos y los obtuvimos del programa Computadores para Educar, y así del papel, pasamos a contar las historias por medio de fotos, audios y videos”.
Los programas de edición y diseño, el profe los fue combinando con las temáticas de clases, y así mientras daba una clase sobre fraccionarios, sus estudiantes aprendían al tiempo cómo tomar fotos, cómo grabar videos o audios, “ya saben manejar Audacity, MovieMaker y algunos hasta Adobe Premiere”.
Como plataformas para dar a conocer las obras de sus aprendices, César optó por crear un perfil de Facebook, un canal de Youtube con el nombre de la escuela y un sitio web con su nombre, “lo que permiten estos medios es dar a conocer lo que hacemos, así la gente se entera de lo que aprenden y piensan los niños, sin importar la distancia demostramos que en el campo se pueden tener las mismas oportunidades que en la urbe”.
“¡Arriba la convivencia! Todos la tenemos, la usamos en todo lugar para ayudar a los demás, por eso somos de Santa Ana, tenemos más que oro ¡Tenemos convivencia escolar”. Cantan los niños en un video en honor a la convivencia, y es que el 87% del territorio de Urrao tiene solicitudes para actividades mineras.
Para César Guerra lo ideal es que el campo no se quede solo, pero sí cree en que las nuevas generaciones pueden acceder a una mejor educación que la que tuvieron sus familias, y confía en que el proceso educativo que emprendan en vez de alejarlos los convoque a devolverle al terruño que los vio nacer, las semillas de un mejor futuro. Por ahora le preocupa la falta de recursos para que al terminar el grado quinto, las niñas y los niños puedan seguir estudiando, entre otras problemáticas.
Además de números, letras y de ser unos gomosos del mundo digital, con César la infancia de Santa Ana siente que los sueños se pueden hacer realidad:
“Aquí los niños quieren ser futbolistas, otros hasta trabajar en la Nasa, y las niñas dicen convencidas que quieren profesionalizarse como odontólogas, artistas, abogadas, y no ser madres tan jóvenes como sus hermanas”.
Con el incentivo que recibió por parte de la Secretaría de Educación, César tiene planeado mejorar sus herramientas de trabajo.
Claves para ser un buen docente, por César Guerra:
1. Hay que tener pasión por lo que se hace, no piense en el sueldo. 2. Hay que estudiar siempre e innovar. 3. Cuando usted enseña con amor, los estudiantes aprenden con amor. 4. No lleve sus problemas personales al aula, transmita buena energía, paz y alegría. 5. Dialogue con los papás y las mamás de sus estudiantes, vincúlelos. 6. Utilice todo lo que tiene a su alrededor, sea creativo (a). 7. Haga maravillas con lo que tiene pero gestiones recursos. 8. ¡No se acostumbre! |