Comparta esta noticia

EDICIÓN 195 

“Otras mujeres, salidas de no sé dónde, también se han percatado de nuestra presencia y empiezan a llegar. Aprietan un círculo en torno a nosotros, agitando unas hojas escritas a mano. Zahra Bayda me explica que son peticiones de auxilio. Las desplazadas las redactan en esos trozos de papel con la esperanza de entregarlas a alguien que pueda ayudar”. Fragmento Canción de antiguos amantes. 

Canción de antiguos amantes es la más reciente novela de la escritora colombiana Laura Restrepo, una historia de amor en un mundo al borde del colapso, una obra maestra que transporta al lector desde el puro desierto de la precariedad de la vida de las mujeres africanas que caminan buscando un salvavidas, hasta los mitos de la Reina de Saba y el Rey Salomón. 

Laura Restrepo estuvo en Jericó, durante el Hay Festival, presentando su libro y hablando de las aventuras que tuvo que vivir para escribirlo, reconociendo en el conflicto que se vive en el Cuerno de África uno muy similar al que vive o vivió Colombia. 

Lea también: Hechos de Paz en el Suroeste

 Esta escritora colabora desde hace varios años con la Organización Médicos Sin Fronteras, que se dedica a llevar servicios de salud a los lugares más recónditos del planeta, y en ocasiones invita a periodistas y escritores a sus viajes con la intención de que narren los conflictos y las crisis humanitarias, que por ser tan duraderos se han vuelto invisibles ante los ojos de la opinión pública; es así como Laura Restrepo terminó en una expedición por Yemen, Somalia y Etiopía, lugares que no figuraban en su mapa mental y de los que sólo tenía la referencia de los mitos bíblicos.

“Así empezó todo el viaje, por esa región tan remota, tan violenta, en constante bombardeo, un conflicto de alguna manera tan lejano y una vez allá tan cercano, porque es nuestra misma gente, son las mismas migraciones de Colombia, el mismo desplazamiento, unas mujeres que caminan con sus hijos buscando ese lugar imposible donde la vida sea posible”.

Laura Restrepo describe con habilidad a las mujeres que cruzan el Golfo de Adén, en una de las travesías más arriesgadas e inhumanas que puedan concebirse, ellas van de la mano de Alá huyendo de la muerte, mujeres esbeltas y altivas que, aunque no tienen zapatos caminan con cierto aire imperial, las asedia la sed, pero avanzan con disciplina y sin descanso. En esas mujeres reconoce a las multitudes que avanzan por Centroamérica, huyendo de la violencia sistemática y encomendadas a Dios.  

“La violencia de Yemen y la colombiana son muy parecidas, pero con diferencias culturales muy grandes. El pueblo somalí, por ejemplo, es muy parecido al pueblo colombiano, muy inteligentes, más vivos que el hambre, pero con una inclinación a la violencia que no tiene explicación”.

Canción de antiguos amantes se sitúa en el fin del mundo o por lo menos en el inicio del fin del mundo, porque lugares olvidados como Yemen y Somalia ya se están acabando; ya empezó la sequía, la hambruna, los bombardeos, la desolación, el aislamiento total, sólo quedan los recuerdos, los mitos y las creencias.

“Cuando yo llego y encuentro esta tragedia de las mujeres desplazadas con sus niños, la guerra destruyéndolo todo, se me olvidó todo lo del mito y fueron las propias mujeres las que me dieron la clave, cuando me acercaba a ellas me decían con orgullo: – Yo soy descendiente de la Reina de Saba -, es decir, ellas pertenecen a una cultura que va a terminar cuando de la mía no quedan sino cenizas, ahí encontré la clave para escribir este libro, unir el mito con la realidad”.

Sin embargo, Laura Restrepo no narra el conflicto y la guerra desde las clásicas miradas victimizantes, sino desde una “resistencia tremenda” como ella misma la llama, al darle protagonismo y cierto aura de magia a la mujer que se inserta una daga muy delgada en la vagina, casi como un alfiler, para defenderse de los violadores, o a las madres que huyen con sus hijas de una cultura que les quiere mutilar los genitales o a los refugiados que son lanzados al mar muy lejos de la orilla para que enfrenten solos a la guardia somalí y lo logran.  

Canción de antiguos amantes, transforma el dolor en algo mítico y con esencia de ilusión, no es una crónica de lamento sino una de esperanza, no solo hay sufrimiento, también hay rebeldía.

Por Mariana Salas Valencia
Comentarios
Comparta esta noticia