Agosto es el Mes de la Lactancia Materna, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de este acto natural y trascendental para la salud de las niñas y niños. La Organización Mundial de la Salud -OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y su continuación, junto a otros alimentos complementarios, hasta los dos años o más.
En Antioquia, la celebración se extiende a lo largo del mes con 74 encuentros en igual número de municipios, liderados por el programa Arrullos Antioquia bajo el lema “Lactancia Materna, una Práctica de Amor y Vida”. Estas jornadas -que esperan reunir a más de 15.900 personas- incluyen talleres, actividades lúdicas y vivenciales para fortalecer la lactancia como práctica que construye redes de apoyo sostenibles y vínculos afectivos en las familias.
La leche materna cubre todas las necesidades nutricionales del bebé en sus primeros meses, contiene anticuerpos y compuestos bioactivos que fortalecen su sistema inmune. Estudios demuestran que los niños amamantados tienen menor riesgo de padecer infecciones respiratorias, diarreas, obesidad y enfermedades crónicas en la adultez.
Para las madres, la lactancia también ofrece beneficios: ayuda a una recuperación física más rápida después del parto, reduce el riesgo de hemorragia posparto, favorece la pérdida de peso y disminuye la probabilidad de desarrollar cáncer de mama y ovario.
La promoción de la lactancia no es sólo responsabilidad de las madres. La familia, el sistema de salud, los lugares de trabajo y las políticas públicas son claves para garantizar que las mujeres puedan ejercer su derecho a amamantar. Antioquia cuenta actualmente con 450 Salas Amigas de la Familia Lactante y 27 Instituciones Amigas de la Infancia Integral. De acuerdo con el Perfil Alimentario y Nutricional de 2019, el tiempo promedio de lactancia materna es de 7,8 meses; el 40,8 % de las mujeres la practican de forma exclusiva y el 37,4 % hasta el primer año del bebé.
María Fernanda Ramírez, madre de dos hijos en el Suroeste antioqueño, cuenta que con su primer bebé no tuvo información suficiente y dejó de lactar a los cuatro meses:“con el segundo, busqué apoyo en el hospital y en un grupo de madres lactantes, y logré lactancia exclusiva hasta los seis meses. Fue una experiencia completamente diferente, más segura y conectada con mi hijo”.
La lactancia materna es un derecho y una oportunidad de salud que impacta a toda la sociedad. En este Mes de la Lactancia Materna, recordemos que amamantar es un compromiso colectivo para garantizar un inicio de vida saludable.
Imagen. Joven madre dando el pecho a su bebé | Cassatt. Oleo sobre lienzo de Mary Cassatt (1844-1926).