La historia tras el tejido – emprendimiento Canalar
Conocimos a Sergio Montoya, un andino que ha pasado gran parte de su vida en Jericó y que desde muy pequeño se acercó al mundo de las artesanías. Cuenta que en su niñez las tareas favoritas de la escuela eran las manualidades y todo aquello donde pudiera darle rienda suelta a su imaginación, sin embargo, nunca se enfocó mucho en ello, hasta que la Universidad de la Vida, como él la llama, se encargó de darle los conocimientos y potenciar sus habilidades para emprender a través de las artesanías. Hace pocos años, Sergio recibió la invitación de un amigo artesano para viajar a Bogotá, en ese viaje aprendió de su amigo y de otros artesanos de Usaquén la técnica del telar egipcio, también conocida como telar de cintura, debido a que al tejer se tensiona la tela por un extremo en la cintura y por el otro extremo en un árbol o pilar. Esta técnica se convirtió en la base del arte y del emprendimiento de Sergio Montoya.
Al regresar al Suroeste antioqueño, lo aprendido lo puso en marcha, la práctica hace al maestro. Después de muchas horas entre hilos, se convirtió en experto y le enseñó la técnica a su esposa y a su hermana, y luego llegó el momento de sacar a la venta los productos. Así nació Canalar, la microempresa familiar.
Empezaron vendiendo solo manillas con diseños clásicos, con el pasar del tiempo, el negocio y las ideas fluyeron. Llegaron también los accesorios de cuerno de vaca, las pulseras y los anillos de miyuki, una popular piedra de origen japonés, fusionados con la técnica del telar egipcio.
Estos anillos, del Suroeste para el mundo, fueron creados a prueba y error y tienen una combinación fascinante.
El producto preferido de Canalar es este anillo, una creación propia con la que Sergio batalló muchos meses dibujando el diseño en hojas de cuaderno: “un día me surgió la idea, ya que con el tejido solo se hacían pulseras; vamos a hacer anillos, vamos a sacar más cosas. Hice unos y me quedaron muy feos y no se vendían, los cargué un año, pa’ toda parte y nada, súper feos, y ya cuando los hice más bonitos se vendieron rápido”. A la fecha ya han vendido alrededor de mil anillos en las ferias promovidas en los municipios de la región y en los centros comerciales de Medellín.
Sergio Montoya y su familia tienen el sueño de seguir haciendo diseños propios y mejorar las técnicas, perfeccionar sus artesanías con el propósito de tener clientes internacionales y exportar los accesorios que fabrican en Canalar.
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