Los retos del Suroeste en el 2020

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Las caras de desilusión, fracaso y sinsabor son las más comunes muestras de ir por un camino diferente al deseado. «En nuestra sociedad, lo opuesto al coraje no es la cobardía, sino el conformismo». Del inconformismo nace la esperanza del cambio; los inconformes comparten con valentía sus ideas para recordarnos que la vida y el destino no están escritos ni forjados en hierro.

Afortunadamente hay la percepción de que el aire de cambio se respira por todos lados. Aires livianos y frescos. Los cambios son buenos en términos generales y nada mejor que generen transformaciones de fondo. La esperanza de cambio en lo público se renueva en cada jornada electoral, y esta vez coincide este hecho con la proximidad del año nuevo.

De los momentos buenos y de los difíciles hemos aprendido en este 2019. A pesar de las circunstancias tenemos la capacidad de tomar el control, abandonar el piloto automático y dar pasos con plena confianza y convicción de lo que hacemos y somos.

La cultura de pensar en región, ser región y actuar como región es un postulado de nuestra labor como medio de comunicación. Ayudamos en nuestro ejercicio periodístico a conservar la memoria de este territorio. En esta edición de fin de año destacamos varios hechos del 2019 en torno a la movilidad, los derechos humanos y la paz, la educación, el campo, la minería, la cultura, la polítca y el deporte.

Recordemos cómo nos fue en este año y avancemos con esperanza. También nos preguntamos en esta edición qué sigue para la región Suroeste en 2020, y aquí está el resultado: 30 retos que ustedes pueden complementar.

  1. Habilitación de la Troncal del Café.
  2. Reparación y mantenimiento de la vía Camilo C – El Cinco – Venecia – Bolombolo.
  3. Continuidad en el programa de placas huella para conectar a las veredas con las vías principales.
  4. Atención a las vías secundarias y terciarias.
  5. Disposición de planes para contingencias viales con el fin de que el transporte de los productos pueda realizarse sin contratiempos.
  6. Superar décadas de silencio sobre lo que pasó en el conflicto armado. Debe esclarecerse la verdad, trabajar de la mano de la Comisión de la Verdad y de las organizaciones de víctimas, desarrollando procesos de memoria histórica en vía de reconocer la verdad como un bien público.
  7. Desmontar las redes de microtráfico que implantan la inseguridad y el control territorial, un fenómeno que produce un gran daño social en las comunidades, especialmente en los jóvenes.
  8. Democratizar la propiedad de la tierra, pues somos una región con un desequilibrio por la concentración en pocas manos, de terratenientes y ganaderos, por ejemplo.
  9. Fortalecer las organizaciones y los espacios de encuentro desde los que se pueda hacer seguimiento a la violación de DDHH, todo esto de la mano de las nuevas alcaldías, insistiendo en la importancia de su compromiso con los procesos ciudadanos y la paz territorial.
  10. Es necesario que la inversión en educación sea para mejorar la calidad de la formación con propósito, y promueva la permanencia de los estudiantes en sus territorios.
  11. El sector rural necesita especial atención, allí hay mayor deserción estudiantil.
  12. Las instituciones y centros de educación deben responder a las dinámicas del territorio, para que los estudiantes desde edades tempranas se conecten con su región.
  13. La educación superior que llega a los municipios debe ofertar más formación articulada con las necesidades del territorio y lo sueños de los jóvenes.
  14. Mejorar la infraestructura vial que garantice el transporte efectivo de los alimentos para su debida comercialización y posible exportación.
  15. Mayor asociatividad entre lo público y lo privado para ofrecer más y mejores oportunidades a los campesinos o a quien desee iniciar un proyecto productivo.
  16. Continuidad en la construcción de políticas públicas que den prioridad a la ruralidad.
  17. Mayores apuestas a la diversificación de productos: es el futuro del agro.
  18. Los habitantes del Suroeste y de Colombia en general debemos aprender a consumir más productos locales, entre ellos, el café.
  19. Debido a que los mercados serán cada vez más exigentes, es necesario trabajar en red, mejorar los procesos de producción a través de la formación y el acompañamiento a los pequeños productores.
  20. Acompañamiento a campesinos, entender mejor sus necesidades para buscar soluciones que lo puedan conectar con el desarrollo del agro en el Suroeste.
  21. Nutrir de más argumentos la conversación regional sobre la minería de metales en la región.
  22. Aprender sobre nuestra historia, hacernos responsables de ella y construir a partir de este reconocimiento.
  23. De la mano de las administraciones municipales y departamental que inician período, participar en el desarrollo de políticas públicas incluyentes que reconozcan a los diferentes actores y potencien las prácticas culturales y artísticas.
  24. Promever una cultura ciudadana que estimule la vivencia de nuestros derechos y deberes en el marco de la creación y la memoria.
  25. Reactivar los Consejos Municipales de Cultura en los 23 municipios.
  26. Repensarnos la misión de las Casas de la Cultura de cada municipio, para que estos espacios sean coherentes, creativos y fuentes de participación.
  27. Aumento del presupuesto para el deporte y hábitos de vida saludable en los planes de desarrollo de los 23 municipios.
  28. Más encuentros y torneos de deportistas de todas las edades que nos unan como región.
  29. Apoyo a las iniciativas independientes, como lo son los clubes de distintas ramas deportivas, especialmente en patinaje y ciclismo.
  30. Que no sea solo un decir que en la región formamos deportistas, formemos personas comprometidas, honestas y que disfrutan de lo que hacen. Hay que fortalecer todo el proceso que ya está iniciado.
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