Se nos adelantó una maestra llena de grandes sueños y propósitos.
Por Daniel de Jesús Granados Rivera Maestro Formador de Formadores IE Escuela Normal Superior Amagá
De una familia humilde, del sector El Guamal, Angelópolis, era Manuela González, graduada en el 2014 del Programa de Formación Complementaria de la Escuela Normal Superior Amagá. Graduada como Normalista Superior: una amiga, una hija, una tía, pero ante todo, una mujer de espíritu emprendedor, creativa, con mucha alegría y un gran don de gente, al servicio siempre de la educación.
A la maestra Manuela la recordaremos, no con tristeza, sino con amor y gratitud. Maestra que nos enseñó a soñar, a compartir porque “no nos llevamos el oro ni la plata que hayamos acumulado” en esta vida terrenal, sino las buenas obras y la actitud de servicio hacia los demás, hacia quienes nos encontramos en el tren de la vida. Esa era Manuela.
Hoy rendimos un homenaje póstumo a una mujer que desde corta edad trabajó al servicio de la niñez. Por eso, recordada maestra: que tu próxima clase brille con excelencia, que tu trabajo pedagógico y didáctico sea nuestro mejor recuerdo, que el tablero en tu nuevo salón de clase esté lleno de muy buenos deseos para quienes tuvimos la oportunidad de conocer tu trabajo y acompañarte en tus procesos de formación.
Maestra, que tu preparador de clase sea impecable, que en tu diario pedagógico escribas tu mejor experiencia de vida, que tu reflexión como maestra sea pedir por los que aún quedamos en este mundo terrenal, especialmente tu familia. Que tu intervención pedagógica sea la oración, que tu semillero sea el mejor ejemplo que dejaste a los niños y niñas: llenos de amor, fraternidad y un sinnúmero de aprendizajes. Que tu proyecto de investigación sea la recompensa de tus buenas obras, que sean aprobadas allá en el Reino de los Cielos por el verdadero maestro: Jesús.
Gracias, Manuela, por haber elegido la mejor y las más bonitas de las profesiones: la de ser una maestra con calidad humana, pedagógica e investigativa, así como te lo orientaron desde la Normal. Que tu mayor recompensa, evidenciada en tu desempeño personal, profesional, familiar y social sea llegar al Reino de los Cielos con una hoja de vida tan brillante, que permanezcas en compañía de los ángeles, a la diestra de Dios padre.
Que en razón de todo esto, lleves en el morral de la vida lo mejor, lo disfrutado en este poco tiempo que habitaste y compartiste entre nosotros. Hoy la gratitud contigo es la de tus maestros formadores. Hasta pronto querida e inolvidable Manuela, un fuerte abrazo y una gran oración. Vuela muy alto y descasa en paz.
Por Daniel de Jesús Granados Rivera
Maestro Formador de Formadores
IE Escuela Normal Superior Amagá