Este jueves en Santa Bárbara bajo la consigna ¡Vivas nos queremos, juntas nos protegemos! Mujeres de diversos territorios del Suroeste, de Medellín, de todas las edades, pertenecientes a corporaciones, en compañía de sus hijos e hijas, de la Administración Municipal y de algunos hombres del municipio, expresaron su rechazo contra todo tipo de violencias contra las mujeres.
Además durante la marcha, paso a paso, a través de consignas, recordando sus vidas, los lugares y veredas que habitaron, honraron la memoria de: Yenny Marcela Arenas, Gloria Jimenez, Astrid Piedrahíta, Berenice Martínez, Matilde Bedoya, Paola Suaza, Flor Cuervo y Yeniffer Murillo, quien fue asesinada por Gabriel Jaime Carmona el pasado 16 de febrero en el sector rural conocido como El Reventón.
En lo que va corrido del año se han presentado dos feminicidios en el Suroeste: en Hispania el de Martha Cecilia Montoya Valencia de 32 años, atacada con arma de fuego por un hombre identificado como Ever de Jesús Osorio, quien según información de las autoridades sería su expareja; y el de Yeniffer Murillo en Santa Bárbara, quien deja a un niño de 2 años.
En entrevista a dada a este medio, la secretaría de Gobierno del municipio afirma que Gabriel Jaime Carmona aceptó los cargos por feminicidio agravado. El hombre que aún se encuentra hospitalizado tras las graves heridas que se autoinfringió, pagaría una condena de 45 años en la cárcel de Envigado.
En un comunicado las mujeres de la Asociación Subregional ASUBMUS, ‘Las Alihadas’ iniciativa de la Corporación Vamos Mujer, la Ruta Pacífica de las Mujeres, y la Alcaldía de Santa Bárbara, señalaron que:
Denunciamos la grave situación de emergencia y de crisis humanitaria por el aumento de los feminicidios en nuestro territorio, producto de una cultura patriarcal (o machista) que subvalora a la mujer, que no autoriza su autonomía y su libre determinación.
Vale la pena recordar que se habla de feminicidios porque:
“Hay asesinatos que suceden por el hecho de ser mujeres, tipificados como feminicidios, producto de relaciones machistas y desiguales, donde las mujeres son asesinadas por incumplir con el rol biológico asignado culturalmente, por decidir una separación de pareja, por denunciar actos de violencia física o sexual, por resistirse a relaciones hegemónicas, por presunta infidelidad, y en general, por razones que obedecen a la estructura patriarcal que relega a las mujeres a obedecer los deseos de sus parejas sentimentales y al salirse de ese patrón, los victimarios se creen con el legítimo derecho de terminar con las vidas de las mujeres”. (Corporación Vamos Mujer y Corporación para la Vida Mujeres que Crean, 2016: 13).
Y es que uno de los hallazgos del XV Informe sobre la Situación de Violación de Derechos Humanos de las Mujeres en Medellín y en territorios de Antioquia, titulado “Entre silencios, culpas y negligencias: Reflexiones y cifras sobre las violencias contra las mujeres y las rutas de atención”, realizado en articulación entre la Corporación Para la Vida Mujeres que Crean y la Corporación Vamos Mujer, es que ‘el Suroeste es la a región más insegura para las mujeres’.
*Espere más información en nuestra edición 149
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“No me preocupa el tema legal, sino que los hombres entiendan que no tienen por qué maltratarnos”