La pasión por enseñar inspiró al maestro Ubeimar Alonso Guerra Higuita a dar vida a un proyecto que une su vocación pedagógica con el uso creativo de la tecnología. Desde la Institución Educativa Rural Valentina Figueroa, en la vereda Pavón de Urrao, y con 17 años de experiencia docente, cree firmemente en el potencial de las herramientas tecnológicas como un puente entre el aula y los hogares de los niños y niñas del campo.
La iniciativa surge de la observación constante de su entorno. En su experiencia como docente rural es testigo de que muchos estudiantes deben hacer sus tareas sin la ayuda de sus padres, quienes trabajan largas jornadas o no dominan los contenidos escolares, pero con la masificación de los dispositivos móviles llegan las oportunidades: “la mayoría de las familias ya tienen un celular, entonces pensé en crear un espacio digital donde los niños puedan encontrar apoyo real para reforzar lo aprendido en clase con un material claro, llamativo y útil”.
Así nació Un mundo de aprendizaje para niños con mentes curiosas, una página de Facebook en la que comparte contenidos educativos para estudiantes de primero a quinto de primaria, con material adaptado a los lineamientos curriculares y basado en la metodología de Escuela Nueva, pensados especialmente para el contexto rural; combinando vocación y tecnología. El maestro selecciona temas clave, investiga, organiza la información y la presenta en formatos breves y atractivos, acompañados de retos, material audiovisual y actividades descargables.
Aunque el maestro Ubeimar es licenciado en matemáticas, no limita su propuesta a esta asignatura. En la página encontramos contenidos de todas las áreas: lenguaje, ciencias naturales, ciencias sociales, ética, inglés, religión… Cada publicación incluye explicaciones breves, videos producidos y editados por el propio maestro. Su estrategia es mantener los contenidos dinámicos y atractivos “un video demasiado largo no engancha. Prefiero hacer contenidos cortos, claros y con un reto que invite a pensar. La idea es que el niño pueda hacer la actividad en su cuaderno y socializarla después en clase”.
El proyecto no sólo es útil para los estudiantes, pues la página también ofrece a docentes recursos para integrarlos a sus clases como complemento e inspiración para nuevas actividades.
Además de los contenidos fijos, el maestro Ubeimar imparte cada quince días clases virtuales en vivo, diseñadas según las necesidades detectadas en sus estudiantes y orientadas a brindar un espacio de interacción y comunicación directa. El siguiente paso será llevar estos encuentros a Instagram y YouTube, e incluso grabar clases con el canal comunitario local, «a veces otro enfoque o una explicación diferente hacen que el estudiante entienda más fácil”.
Tecnología con propósito
La era digital representa una oportunidad única para repensar la enseñanza. Nuestro maestro protagonista, considera que la tecnología, bien utilizada, puede motivar y conectar a los estudiantes con el aprendizaje, especialmente en un contexto donde muchos niños, niñas y jóvenes han perdido el interés por la educación: “competimos hoy con un mundo lleno de estímulos. Hay que innovar y arriesgarnos. Las TIC y la inteligencia artificial están a un clic; usémoslas para generar aprendizajes significativos”.
Con poco tiempo, Un mundo de aprendizaje para niños con mentes curiosas ya es un recurso útil y valioso. Los estudiantes lo usan para reforzar tareas y resolver dudas; los padres lo ven como un aliado en casa; y sus colegas destacan el compromiso y la creatividad detrás de cada publicación.
Para el maestro Ubeimar el mayor premio es ver cómo sus contenidos motivan a las niñas y niños a aprender por iniciativa propia. “No busco monetizarlo. Lo que me mueve es saber que puedo dejar un material que se mantenga en el tiempo y que les sirva a muchos”, asegura.
Los próximos pasos
Aunque la respuesta inicial al proyecto ha sido positiva y el canal comunitario local ya lo invitó a presentar la iniciativa, el maestro Ubeimar reconoce que no es sencillo. Trabajar solo implica invertir muchas horas fuera del horario laboral, gestionar la creación de contenidos y, sobre todo, difundir la página para llegar a más estudiantes: “el tiempo es el mayor reto. También hay que tener paciencia, porque al principio uno quisiera que todo el mundo lo conociera, pero no funciona así. Esto es de constancia”.
Su visión a largo plazo es construir una red de trabajo con otros docentes para diversificar las áreas y ampliar la cobertura a más municipios. “No quiero que sea sólo mi proyecto. Me encantaría que un profesor de inglés, por ejemplo, suba su propia actividad y la compartamos con todos para enriquecer la plataforma”.
La meta del proyecto es seguir alimentando la plataforma con contenidos variados, realizar más clases en vivo y visitar distintas comunidades que lo inviten para grabar y socializar el trabajo directamente con estudiantes y familias.
“Mi sueño es que en cada municipio haya un maestro que aporte, así, no sólo apoyamos a los estudiantes en sus tareas, sino que construimos una red que haga de la educación un espacio colaborativo y accesible para todos”, concluyó.