Por Comité por la Defensa Ambiental del Territorio - Codeate
El día 25 de septiembre de 2020 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA visitó por segunda vez el Suroeste de Antioquia, estuvo en el municipio de Támesis y su objetivo se enmarcó en el ejercicio de escuchar a los actores sociales respecto al Proyecto Quebradona de la Multinacional Anglogold Ashanti, como exigencia de ley, teniendo en cuenta la presentación del Estudio de Impacto Ambiental -EIA, realizado a finales del año 2019 por dicha multinacional.
Hoy recordamos la importancia de escuchar las apreciaciones que tenemos diferentes actores del Suroeste de Antioquia. Fue la expresión de diversas voces que, desde distintas miradas, se pronunciaron para cuestionar la presencia de dicha empresa en este Territorio. Se sintieron las voces de la Iglesia a través del Obispo de la Diócesis de Jericó, las mujeres y los hombres campesinos, los jóvenes, los niños, las comunidades ancestrales, las diversas organizaciones sociales y ambientalistas (COA, Codeate, los acueductos comunitarios, juntas de acción comunal), los gremios productores, las corporaciones, los académicos, los técnicos, el Concejo y la Administración Municipal, los aliados multi partidistas, las ONG y la población en general.
En ese ejercicio político de argumentar nuestro querer, de construir propuestas, de soñar un Territorio para todos…
Conviene resaltar algunos aspectos que fueron evidentes:
Primero, la diversidad de opiniones que se encontraron en un objetivo común: rechazo unánime al Proyecto Quebradona. No fue necesario evidenciar las posturas político partidistas, ni señalar las posibles voces con las que no se comparten principios. Primó el respeto por encima de todo.
Segundo, el contenido técnico – científico de las voces pronunciadas. Fue una mirada holística que contrasta con la visión tecnócrata y mal intencionada de la minera, que solo mira y ataca con el ojo corto de los geólogos y los economistas que solo les interesa las ganancias que dejará el negocio, sin importar los inminentes impactos socio – ambientales. Hubo argumentación científica, mucha de ella probablemente desconocida u oculta por la contra parte. Una vez más se pudo demostrar que quienes realmente conocemos el territorio somos quienes lo habitamos.
Tercero, fue evidente el trabajo conjunto y concertado entre las organizaciones sociales y ambientalistas con el Concejo y la Administración Municipal; esto impacta positivamente el posicionamiento que debemos tener ante los entes nacionales.
Todas estas voces argumentadas fueron recreadas por las expresiones lúdicas de los jóvenes, que desde el parque principal, escenario natural de quienes hacemos resistencia, coreaban las consignas de: Agro sí, mina no; fuera Anglogold Ashanti del Suroeste…
Sus danzas, sus ritmos, sus consignas, le advirtieron a los asistentes la importancia del sentido de identidad y pertenencia con lo nuestro, con la tierra que pisamos, con la larga historia de nuestros mayores, quienes labraron estas montañas y lograron construir tejido social.
Adicionalmente, las organizaciones sociales con el apoyo del Concejo y la Administración Municipal le hicieron entrega a la ANLA de un documento con más de 20 relatos que dan cuenta de las impresiones y contenidos de autores y ciudadanos, quienes opinan acerca de diversos temas sensibles para las comunidades del Suroeste.
Es el resultado del esfuerzo de ciudadanos de esta subregión, quienes hacemos lectura de nuestros territorios, con temas como: afectaciones a perpetuidad; contaminación por material particulado; montaña de relaves filtrados; impactos sobre el paisaje y el agua; zona de subsidencia; impacto del Proyecto Quebradona en todo el territorio; afectaciones al agua; principio de precaución; nuestra cultura amenazada; el poblamiento del Suroeste antioqueño; patrimonio arqueológico en peligro; arqueología y paisaje; paisaje cultural cafetero en el Suroeste antioqueño; economías campesinas Sagradas para la Vida; Autonomía territorial; afectaciones a los acueductos comunitarios; apuesta por el territorio; la participación ciudadana; economía campesina; violencia y mujer; violación de los derechos ambientales de niñas, niños, adolescentes y jóvenes; la voz de los jóvenes.
Un territorio tan megadiverso como el nuestro no puede leerse e interpretarse desde una única mirada. Un pueblo, una comunidad, una persona son el resultado de múltiples factores que confluyen e interactúan. De ahí la importancia de la integralidad en donde interviene lo económico, cultural, político, religioso, ambiental, histórico, ancestral, paisajístico…
Esto ha hecho que cada vez más nos resistamos a esa visión sesgada y mal intencionada que hace la empresa Minera Anglogold Ashanti y el Ministerio de Minas acerca de nuestro territorio. El Suroeste empieza a despertar y a comprender que las empresas transnacionales solo buscan desarraigarnos y despojarnos de todo aquello que históricamente hemos construido, y por tanto, nos pertenece.
Por Comité por la Defensa Ambiental del Territorio – Codeate