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No es lo mismo pensar en región, construir región y ser región que ser regionalistas.
Ser región es un reto por pensar y construir en el Suroeste.

El ejercicio de pensar en la región es responsabilidad de todos. Hay que superar las miradas concentradas en los intereses de cada municipio.

En Antioquia tenemos arraigos culturales que intentan explicar y también justificar el regionalismo que padecemos, del que muchos se sienten orgulloso, pero que par otros ha significado exclusión y marginamiento.

Ser regionalistas nos ha servido para muchas cosas, incluso para replicar modelos centralistas que criticamos y atacamos.

Ser regionalistas, para el caso nuestro, ha significado orgullo de paisas y una especie de sello de identidad que vale la pena fortalecer en los aspectos positivos, pero que urge revaluar en condiciones en las que olvidamos el sentido común y resultamos tirando cada uno para su lado, pescando para el propio costal, dejando de ser solidarios y asumiendo liderazgos enfermizos que solo sirven para mostrar el cobre de nuestras flaquezas y no el oro que representa trabajar en equipo, de manera concertada, articulada, respetando necesidades, reconociendo potencialidades y participando limpiamente en procesos desprovistos de la fiebre que producen posiciones localistas y regionalistas que no son expresión de la capacidad de concertar sino de los afanes de figurar y tirar para un solo lado.

Este es un excelente momento para construir región. ¿Qué tipo de región somos? ¿Qué nos hace diferentes? ¿Qué hacemos realmente para ser región? ¿Qué es lo que nos une? ¿Somos conscientes de la visión de región? ¿Cuál es el gran proyecto del Suroeste? Es cierto que somos considerados el prototipo de paisa auténtico, nadie que quiera conocer a Antioquia y a los antioqueños puede dejar de venir al Suroeste.

Hemos contado con esfuerzos de integración tales como la creación de las cuencas (Sinifaná, Penderisco, Cartama y San Juan), pero aún no se han consolidado programas y proyectos de la envergadura que ameritan las circunstancias en la cantidad que se requiere. Hay estrategias que han ayudado a consolidar el sentido de región: las Procuradurías Provinciales, dependencias de Secretarías de Gobierno, cajas de compensación familiar, iniciativas en el sector del turismo, organizaciones deportivas. Hay que seguir fortaleciendo esas iniciativas. Pero nos urge que los actores políticos, sociales y de toda índole pensemos y actuemos como región. Los recursos se pueden multiplicar al igual que los beneficios, y en este sentido los actuales alcaldes, concejales y líderes tanto del sector público como privado tenemos que aprovechar coyunturas, tales como el Encuentro de Dirigentes, para superar barreras, trabajar en equipo, mirar al vecino y mejorar el entorno, entre todos. Están llamados nuestros líderes a aprovechar esta oportunidad para tomar las mejores decisiones, dando muestra así de sensatez, responsabilidad social, sentido práctico, desprendimiento y solidaridad en función de atender y responder a necesidades urgentes y apremiantes de la región.

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