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De llevarse a cabo tal como está planteado actualmente el Proyecto Hidroeléctrico Cañafisto son más los impactos negativos que generaría en los 16 municipios del área de influencia, entre ellos: La Pintada, Fredonia, Venecia, Titiribí, Támesis, Jericó, Tarso, Salgar, Concordia, y Betulia; según concluyó la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) el pasado 2 de enero al negarle la licencia ambiental a Isagen para su construcción.

Entre las razones de la Anla está el concepto negativo de Corantioquia, y múltiples afectaciones ambientales y sociales como: “riesgo potencial” de extinción de especies, “pérdida significativa del Bosque Seco Tropical en el cañón del río Cauca”, tipo de bosque del que solo queda el 8% en Colombia.

Sumado a que la conformación del embalse favorecería la expansión de la rana toro, una “especie invasora que representa una amenaza para la fauna anfibia local”; además se originaría el reasentamiento de 5.674 personas de sus lugares de vivienda “sin que ello represente nuevas viviendas para todos los grupos familiares”.

El Suroeste Averigua, y la Anla nos explica sus hallazgos

¿Qué afectaciones se darían sobre los ecosistemas del área de influencia?

La Resolución 0001 del 2 de enero de 2017 ratificó la inviabilidad ambiental del Proyecto Hidroeléctrico Cañafisto que se determinó mediante la Resolución 1291 del 13 de octubre de 2015, luego de evaluar el Estudio de Impacto Ambiental presentado por Isagen para el proyecto en mención, en el que se expusieron consideraciones de carácter ambiental, como: la pérdida significativa de Bosque Seco Tropical, de conectividad ecológica de los hábitats, y el recurso hídrico en las zonas definidas para reasentar a la población, que de acuerdo con el comportamiento hidrológico, presenta déficit y vulnerabilidad al desabastecimiento.

Además la pérdida de hábitats boscosos afectaría a los primates tití y mono de noche, de tal forma que sus poblaciones se verían desplazadas. Entre las especies endémicas que tendrían riesgo de desaparecer están los anfibios Colostethusfraterdanieli y Dendrobatestruncatus, los reptiles Anolis cf. vicarius (tintin antioqueño) y Trilepida joshuai (serpiente ciega), las aves Thryophilus sernai (cucarachero paisa) y Myiarchusapicalis y el mamífero Saguinusleucopus (tití), para un total de siete especies.

Especies que se afectarían con Cañafisto

¿Y en qué se verían afectados los habitantes?

Afectación de actividades productivas tanto agrícolas como pecuarias, pérdida de fuentes de empleo como la pesca artesanal, daños en la infraestructura pública y privada; generación de flujos migratorios de personas y presión poblacional, cambios en la conectividad vial y fluvial, detrimento de patrimonio cultural material; cambios en las prácticas tradicionales relacionadas con el río Cauca, menoscabo del contexto arqueológico.

¿Qué piensan de la aseveración que hace Isagén al asegurar que ya hay un gran ‘deterioro del Bosque Seco de la región’?

La empresa tiene razón al aseverar que el Bosque Seco de la región está deteriorado, sin embargo, no es cierto que las medidas de compensación propuestas por Isagén fueran a fortalecer el ecosistema de Bosque Seco Tropical en un mediano plazo, pues como se expuso en la Resolución 0001 los análisis realizados mostraron que las medidas de compensación propuestas arrojaron un balance neto negativo, ya que: con las nuevas áreas propuestas por Isagén, se generarían las condiciones para conformar un parche con un área lo suficientemente grande como para favorecer la conectividad al interior del mismo; sin embargo ello no sería representativo para generar una conectividad del paisaje en el área de influencia del proyecto. Adicional a que ‘la recuperación del Bosque Seco es en definitiva muy compleja’.

¿La negación de la licencia ambiental es definitiva?

De conformidad con la Ley 1437 de 2011, contra el acto administrativo que otorga o niega una licencia ambiental expedida por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, solo es procedente el recurso de reposición, teniendo en cuenta que la empresa ya agotó esta instancia y la Anla lo resolvió, contra esta última decisión resulta improcedente presentar otro medio de impugnación.

Isagen lo seguirá intentando

Ante la negativa de la Anla, Isagén acató la decisión pero no se rinde, y por eso ya tiene estructurada la alternativa de ‘Cañafisto bajo’, una versión más pequeña del proyecto original: “ya se ha adelantado la factibilidad del proyecto a nivel de esquemas, usando el mismo sitio de presa (entre Anzá y Ebéjico) y se aplican los mismos estudios de hidrología y geología.

La alternativa en estudio es un tema de optimizar el tamaño y disminuir impactos. Un nuevo proyecto tendría unas 1.800 hectáreas de embalse, frente a las cerca de 5.300 hectáreas del inicial y con una presa de 45 metros (versus 100 metros). Se pasaría de una capacidad instalada de 936 megavatios (MW) a solo 270, es decir una disminución muy considerable”, afirma Luis Fernando Rico, gerente de la empresa.

El proyecto inicial estaba contemplado para atender aproximadamente el 10% de la demanda de energía de Colombia, su vida útil fue considerada en 50 años, y los estudios de factibilidad tuvieron una inversión aproximada de 20 mil millones de pesos.

Según Rico en la parte central del comunicado, la Anla se basa en la desaparición del Bosque Seco Tropical, y que precisamente frente a este tema, Isagen propuso: “reemplazar nueve hectáreas por cada hectárea que se inundara. El bosque está desapareciendo, quedan parches y nosotros propusimos hacer una conectividad total a través de la franja de conectividad del embalse y de otras franjas que se pensaban reforestar. Nosotros respetamos la decisión pero no la compartimos y tenemos que analizar en detalle todo esto”.

El Gerente agrega que el Estado no está administrando el recurso hídrico: “almacenar agua ayuda a la regulación del líquido, necesaria frente al cambio climático, y sirve para enfrentar las sequías y controlar las crecientes. Sin embargo en Colombia no existe una política de desarrollo de la hidroelectricidad, que es la forma más económica, limpia, renovable para generar energía, nunca ha habido una política seria para su desarrollo”.

Ante las preguntas sobre cómo estaría conformada la nueva área de influencia, a cuánto ascendería la nueva inversión, cómo sería la reducción de impactos y cuántas personas tendrían que ser reubicadas, Isagén respondió que aún es muy pronto para tener claros estos temas y que todo se encuentra en estudio de factibilidad.

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