Con la llegada de Minera de Cobre Quebradona al Suroeste antioqueño, se han gestado diferentes movimientos sociales que se oponen a la ejecución de este proyecto, considerándolo la punta de lanza de un modelo neoextractivista que busca convertir al Suroeste en un distritito minero y que además traería mayores impactos negativos que beneficios para la región.
Conversamos con Sebastián Restrepo Henao, fundador de Visión Suroeste y cofundador de otros colectivos con la misma idolología y posición frente a la defensa del territorio como Salvemos al Suroeste y Alianza Suroeste.
¿Cómo surgen estos movimientos?
Visión Suroeste nace como una campaña de comunicación para trasmitir las voces de los habitantes del territorio, sus expectativas y temores respecto a este tipo de proyectos de desarrollo. Pronto nos convertimos en una plataforma que promueve las alternativas al desarrollo extractivista en el territorio, somos una red de regeneradores que nos pusimos a la tarea de identificar y contar las historias de proyectos productivos familiares, de investigación, de conservación que trabajan en relación a la biodiversidad y la productividad, como cafés especiales, conservación de aves o proyectos turísticos que tienen formas holísticas de narrar el territorio, hoteles ecológicos, operadores turísticos que trabajan en la naturaleza. Esa es la red de regeneradores.
La Alianza Suroeste nace en el 2020 en medio de una convocatoria que hicimos desde diversas organizaciones de la región para hacer una articulación conjunta en contra del proceso de licenciamiento de Anglo Gold, hacen parte las mesas ambientales de Jericó y Támesis, colectivos de mujeres, la Red de Jóvenes 2050 (entre otros), hay representantes de los cinco resguardos indígenas Emberá Chamí y en la Asamblea de este año hubo participación de representantes de 22 de los 23 municipios del Suroeste.
Salvemos al Suroeste por su parte, ha sido como la campaña de comunicación más ampliamente difundida que hicimos de la mano de Alianza Suroeste en el territorio y de organizaciones a nivel nacional. Es una red de apoyos de voluntarios de diferentes partes, un grupo mixto con arraigo en todo el paisaje.
¿A qué se oponen estos movimientos?
Anglo Gold es la puerta de entrada de un modelo neoextractivista de minería metálica, a través de empresas multinacionales en Colombia, un modelo de enclave exportadora que pretende extraer unos minerales en concentrados, como es el caso de Quebradona, directamente para llevar a un puerto.
El estado en este tipo de modelos tiene un rol marginal, que es básicamente generar las condiciones para la estabilidad de la inversión extranjera en un proyecto, ese es el modelo del que nosotros estamos hablando en el Suroeste y al que nos oponemos.
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¿Por qué?
– A diferencia de países como Chile que tienen una industria nacional minera donde hay un encadenamiento productivo con los minerales que se extraen y aunque los impactos ambientales y sociales son tremendos hay un encadenamiento productivo en la economía nacional que no se daría en Colombia con proyectos como Quebradona.
– El cobre se vende por toneladas, la plata y el oro se vende por onzas, por lo tanto, la ecuación financiera no es lo mismo que el concentrado mineral que se saca. Es mucho más caro y rentable vender onzas de plata y de oro que vender toneladas de cobre y ese es el verdadero negocio de Anglo Gold, ellos tienen mayores intereses en extraer estos minerales y en convertir al Suroeste en un distrito minero, ese es el tipo de minería que nosotros creemos que no es conveniente al país.
-Los informes de Anglo Gold Ashanti sobre el proyecto que tienen en el Suroeste, dicen que 33 centavos de cada 100 dólares generados serán reinvertidos en la región, nosotros creemos que eso es un chichigua que no compensa los impactos ambientales y sociales en el territorio.
-La legislación actual que tiene ese modelo de enclave exportador solo exige a las empresas compensaciones durante el tiempo de vida del proyecto, sin embargo, los impactos ambientales y sociales tienen son perpetuidad.
– La ANLA para el archivo de la licencia dijo que Quebradona, no contempló los impactos sobre actividades como el turismo, la agricultura, la escasez de mano de obra, el encarecimiento turístico por las migraciones temporales, y muchos otros factores.
El rol de Colombia como el país más biodiverso por km² del planeta, en esta crisis es regenerar su biodiversidad y reconectarse con industrias fundamentales para la estabilidad social como es la producción de alimentos limpios y sanos y nosotros en nuestro territorio tenemos todas las posibilidades para ser un territorio agrícola y regenerativo y orgánico esa es la postura ideológica de visión Suroeste.
¿Hay alguna posición frente a otros tipos de minería en la región?
El centro de la oposición nuestra es el modelo neoextractivista de carácter multinacional en donde el Estado Colombiano ha decidido abrir la puerta para que multinacionales vengan y extraigan recursos para llevarse a otros lados, ese es el modelo instaurado en el código de minas del 2001. En Colombia al día de hoy nos cuesta tanto formalizar la minería informal y ancestral, porque el código de minas está diseñado para las multinacionales.
La cuenca de la Sinifaná se desarrolló alrededor de las extracciones mineras y hay una necesidad del estado de formalizar, de mejorar los estándares ambientales de mineros ancestrales y tradicionales en estos territorios, para que sea más sostenible, pero esos son lugares que se han desarrollado alrededor de la minería, es diferente a nuestro caso.
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