Por Daniel de Jesús Granados Rivera Maestro formador de formadores - IENSA
Hoy despedimos al rector, al líder, al amigo trabajador incansable de la educación en el municipio de Amagá en la Institución Educativa Escuela Normal Superior – IENSA. Licenciado en Administración Educativa, Especialista en Educación Sexual, Magister en Educación de la Universidad de Antioquia, y ante todo un gran ser humano.
Llegó a la Normal a finales de los años 90. Le correspondió liderar la acreditación previa, la acreditación de calidad y desarrollo, la acreditación de la verificación de las 13 condiciones de calidad, y todo lo que implicaba mantener vigente la tradición normalista.
Fue gestor de cambios de la infraestructura de la planta física de la Normal, un empoderado de los medios y mediaciones pedagógicas en lo relacionado con los artefactos tecnológicos. Durante 21 años fue el motor activo de la Escuela Normal de Amagá. Un hombre humilde, sencillo, orgullosamente campesino como lo manifestaba siempre, cumplidor del deber y de las normas contempladas en la legislación educativa, y ante todo abierto al diálogo, a la concertación.
De don Carlos Adiel recordamos su actitud positiva frente a las situaciones que se le presentaban en la vida. Fue un ejemplar docente y directivo docente, padre de familia, maestro formador de formadores, investigador, de gran proyección a nivel institucional, local, departamental, nacional e internacional. Ver uno de sus videos aquí
Hombre de fe, creyente, atento con todos, sin discriminación alguna con sus maestros, personal administrativo y especialmente con sus estudiantes.
Hoy podemos agradecer a Dios Padre Celestial por la oportunidad de haberlo tenido entre nosotros, por su compañía, amistad, desinterés, por estar siempre atento a todo y por todos, dejando de lado en muchas ocasiones su existencia por la entrega a los demás.
Desde el cielo continuarás trabajando arduamente, escribiendo en el tablero con tu sabiduría todas tus enseñanzas. Vuela muy alto amigo maestro, siempre te recordaremos con alegría por tu gran legado en pro de la educación durante más de dos décadas en la formación inicial de maestros.
A su esposa, hijos y demás familiares un fraternal abrazo y una eterna gratitud, mucho ánimo para continuar este camino de la vida, aunque no igual, pero con el gran legado que él nos deja.
Hasta pronto amigo y campeón. No es un adiós, te adelantaste. Un abrazo y muchas bendiciones desde la patria chica, donde crecimos juntos en educación, en nuestro proyecto de vida, y desde tu casa la Normal de Amagá: eterna gratitud ¡Chapeau!