El viernes 17 de octubre, el Foro de Oportunidades para el sector de la construcción en el Suroeste antioqueño, convocado por Camacol Antioquia, reunió a alcaldes, constructores, gremios, entidades de vivienda, representantes de la Gobernación y organizaciones ambientales, con el objetivo de promover un diálogo entre los actores públicos y privados para avanzar en soluciones de infraestructura y vivienda. El evento en las instalaciones de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia en Ciudad Bolívar dejó sobre la mesa datos, compromisos y un debate permanente: cómo compatibilizar desarrollo, formalización y protección ambiental en un territorio con vocación rural, turística y agrícola.

Un sector que mueve economías y voluntades
“El sector de la construcción mueve 34 subsectores de la economía y genera empleo a más de cuatro millones de personas en el país”, afirmó Eduardo Loaiza Posada, gerente de Camacol Antioquia, quien expuso que en nuestro departamento 430.000 personas trabajan directamente en obras, “la construcción no sólo genera empleo, sino que es motor para industrias relacionadas: materiales, transporte, servicios y microempresas locales”. También resaltó el potencial del Suroeste antioqueño como un territorio lleno de oportunidades en sectores como la vivienda, la hotelería, los centros logísticos y el comercio. A pesar de los retos viales y de infraestructura, la región está en crecimiento, pues el número de visitantes extranjeros pasó de 1.3 millones el año pasado a una proyección de más de dos millones este año, reflejando su atractivo turístico y su reactivación económica.Loaiza subrayó la necesidad de mantener reglas de juego claras, seguridad jurídica y tiempos razonables en los trámites.
Carlos Augusto Giraldo, presidente del Encuentro de Dirigentes del Suroeste, complementó esta visión destacando que “la región ha pasado de ser un territorio caficultor aislado a diversificar su economía con turismo, comercio y servicios”. Señaló que la llegada de instituciones como Comfenalco y la Cámara de Comercio impulsó la modernización y la creación de empleo. Giraldo resaltó que “el Suroeste cuenta hoy con cerca de 390.000 habitantes, mantiene una fuerte vocación rural y enfrenta el reto de planificar su crecimiento sin perder identidad”. También insistió en que la culminación de las vías 4G, la creación de un hospital de tercer nivel y la promoción de la economía plateada podrían ser motores de desarrollo para los próximos años, siempre que exista coordinación entre los niveles local y departamental. La economía plateada, concepto impulsado por el Encuentro de Dirigentes desde 2019, que propone atraer y acoger población mayor mediante un modelo de turismo, servicios y planificación orientado al bienestar de este segmento.

Los alcaldes, entre el desarrollo y la sostenibilidad
El alcalde de Ciudad Bolívar, León Darío Acevedo Vargas, destacó que el Suroeste “es una región con clima generoso, biodiversidad y una economía basada en el café, la agricultura y el turismo”, pero enfrenta desafíos como el desempleo, la falta de infraestructura y las limitaciones en salud. Su llamado fue a fortalecer la región a través de proyectos estratégicos, inversión en vías y desarrollo empresarial, siempre con respeto por su identidad rural.

Por su parte, el alcalde de Andes, Germán Vélez, propuso un acuerdo para exonerar del impuesto de industria y comercio por 20 años a las empresas que inviertan en hoteles, hospitales o industrias, argumentando que “aunque se pierda en impuestos, se gana en empleo, consumo y servicios públicos”.

Infraestructura: la cuenta pendiente
Pablo Tomás Betancur, director de Estructuración de proyectos de infraestructura de la Gobernación, informó que a la fecha la administración departamental ha invertido 28.400 millones de pesos en mantenimientos y maquinaria amarilla, y que en el mes de noviembre se adjudicará un contrato para la pavimentación con estabilización de 68,26 kilómetros en diferentes corredores del Suroeste, entre ellos Valparaíso – Támesis, Abejorral – Santa Bárbara, Pueblorrico – San José – Ye a La Bodega – La Bodega (Andes), Salgar – La Quiebra – Concordia y Titiribí – Armenia.

También dio un reporte sobre las adjudicaciones de las licitaciones para el mejoramiento de la vía Jardín – Riosucio, 5,8 km por más de 21 mil millones de pesos, el mejoramiento de la vía La Lorena – Maratón (Támesis), etapa 3, 6,87 km por más de 21 mil millones de pesos, e igualmente, el mejoramiento de la vía La Bodega (Andes) – Jericó, 9.2 km por más de 24 mil millones de pesos. Además expuso, que en nuestra región la Secretaría de Infraestructura priorizó la construcción de nueve puentes en Andes, Betania, Fredonia, Jardín, Salgar, Urrao (2) y Venecia (2).
En cuanto a los cables de Jardín y Jericó, aseguró que hay un interés en su reactivación y que el valor de los estudios y diseño es de 2.244 millones de pesos. Finalmente, manifestó que con el Programa de Acupunturas Integrales Seguras de Antioquia – PAISA se realizará intervenciones urbanas de bajo costo, la primera se hará en Támesis, en la Calle de las mitológica, y en Andes en la cancha dBuenos Aires, con un óleo para los niños.
No obstante, la urgencia es palpable entre empresarios y alcaldes. El constructor Santiago Flórez, de Concordia, expresó la sensación de abandono que perciben en el territorio: “hay demasiadas limitantes desde la Gobernación y las oficinas de planeación que impiden el desarrollo… Nos sentimos abandonados, los recursos se han centralizado en el Valle de Aburrá y el Oriente, mientras el Suroeste sigue aislado”.
La vivienda: clave para el bienestar social
El gerente de VIVA, Rodrigo Hernández, anunció que Antioquia se propuso construir 150 mil soluciones de vivienda durante el actual cuatrienio, de las cuales 36 mil corresponden al déficit en nuestra región.

El déficit habitacional del Suroeste aparece como una oportunidad y una responsabilidad. Rodrigo Hernández, gerente de VIVA, la empresa de Vivienda de Antioquia, aseguró que se están priorizando intervenciones en servicios públicos domiciliarios, mejoramientos locativos y soluciones para hogares en condición de vulnerabilidad, con énfasis en mujeres rurales jefas de hogar. En Andes y Ciudad Bolívar, por ejemplo, se invertirán más de 2 mil millones de pesos en mejoramientos de vivienda rural.

Mauricio Sánchez, gerente general y cofundador de la empresa SYMA, compartió que desde hace 12 años su empresa desarrolla proyectos de vivienda en el Suroeste con sede en Valparaíso y presencia en Támesis y Andes. Subrayó que el 90 % de los afiliados a Camacol son pymes y que pertenecer al gremio les ha permitido acceder a formación, formalidad y confianza del consumidor. Destacó el proyecto Ciudadela Andina en Andes, resultado de la articulación público-privada y la actualización del POT municipal, generará 120 viviendas de interés social y más de 50 empleos directos. Sánchez recalcó que “la alianza entre el sector público, financiero y empresarial es la clave para atender el déficit de viviendas en los 23 municipios del Suroeste”.
Las ZPPA y APPA en la agenda del desarrollo regional
En este Foro de Oportunidades para el Sector de la Construcción en el Suroeste Antioqueño, los ponentes también compartieron su visión sobre las Zonas de Protección para la Producción de Alimentos -ZPPA y las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos -APPA.
Según Gíbert Cartagena, director territorial de Corantioquia, las ZPPA buscan proteger suelos destinados a la producción de alimentos y no requieren determinantes ambientales, es decir, son zonas agrícolas donde se prioriza la producción sin imponer grandes restricciones. En cambio, las APPA sí implican esas determinantes, lo que significa que las actividades en esas zonas deben cumplir con normas ambientales más estrictas, limitando la posibilidad de desarrollar minería o proyectos inmobiliarios.

La controversia radica en que estos mecanismos podrían afectar la autonomía de los municipios al establecer restricciones desde el nivel nacional. El gobernador de Antioquia solicitó ante la Corte Constitucional la declaratoria de inconstitucionalidad del artículo 32 de la Ley 2294 de 2023 -y paralelamente demandó ante el Consejo de Estado la Resolución 000377 de 2024- por presunta vulneración de la autonomía territorial; según su alegato, las decisiones sobre el uso del suelo, que antes correspondía a los municipios, podrían quedar sujetas a lineamientos definidos por el Gobierno central. Mientras la Corte resuelve su constitucionalidad, la norma permanece vigente, lo que obliga a las autoridades locales a aplicarla. En virtud de la Resolución 000377 de 2024, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural delimitó Zonas de Protección para la Producción de Alimentos -ZPPA en 23 municipios del Suroeste antioqueño.
En medio de estas tensiones normativas, la región mantiene un importante dinamismo económico. Carlos Augusto Henao, gerente regional Suroeste de la Cámara de Comercio, reiteró que nuestra región cerró 2024 con 9.460 empresas formalizadas y proyecta superar las 10.000 para fin de año, siendo la cuarta región más importante en el PIB departamental. Explicó que seis municipios -Urrao, Andes, Amagá, Jericó, Ciudad Bolívar y Fredonia- concentran más de la mitad de la riqueza del Suroeste, con una economía que combina agricultura, comercio y turismo. “El 96,8 % de las empresas son micro o famiempresas, lo que evidencia la necesidad de acompañarlas con formación y financiamiento. Aunque la inversión privada disminuyó tras la finalización de obras 4G”, además aseguró que el territorio mantiene su atractivo gracias al dinamismo del sector turístico y agroindustrial.

El reto: la coordinación
La consigna que marcó el cierre del evento fue clara: pasar del diagnóstico a la acción. El balance del foro resultó ambivalente: hay cifras, proyectos y voluntad, pero también persisten restricciones normativas y la necesidad de agilizar trámites y coordinar esfuerzos entre entidades. Como expresó uno de los participantes: “el Suroeste no necesita más diagnósticos, necesita acción; tiene la gente, el paisaje y la fuerza para construir su propio futuro”. El desarrollo del Suroeste antioqueño sólo será posible si el sector público, el privado y las comunidades trabajan de manera articulada. La región cuenta con todas las condiciones para convertirse en un polo de progreso, pero requiere planificación, inversión en infraestructura y una gestión ambiental que logre equilibrar la protección del territorio con el bienestar de su gente.


