En la vereda Verdún del municipio de Jardín, este viernes Fabiola Lalinde recibió de manos del Comando de la Cuarta Brigada y el Batallón de Infantería Cacique Nutibara, las ‘Aulas Educativas Lalinde’, una obra educativa en honor a su hijo Luis Fernando Lalinde Lalinde quien fue detenido, torturado, asesinado y desaparecido el 4 de octubre de 1984 por el Batallón Ayacucho, adscrito a la Brigada VIII del Ejército, en esa vereda.
Luis Fernando militaba en el Partido Comunista y llegó a Jardín en ese entonces para ser intermediario en la liberación de un compañero. Antes de salir de su casa le advirtió a su familia que sino volvía al otro día, lo buscaran.
Esta infraestructura hace parte de los actos de reparación que el Estado colombiano debe llevar a cabo con las familias de las víctimas de desaparición forzada, valga la pena recordar que por la ejecución extrajudicial de Luis Fernando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA responsabilizó al Estado.
Aunque también hay que señalar la lucha de Fabiola Lalinde para que en todo lo que concierne a la reparación el nombre de su hijo trascendería el ser nombrado en los actos protocolarios y quedara grabado no solo en las obras sino en la memoria colectiva.
«En 2001 Fabiola le exigió al Estado colombiano una reparación directa. Interpuso, entonces, una demanda en el Consejo de Estado: ‘Yo no demandé pensando en la reparación material, lo que quería era ponerlos a escribir el nombre de Luis Fernando Lalinde, pues a él lo enterraron como un NN, lo llamaron alias Jacinto». (Citado en: ‘El documental que narra la historia de fabiola lalinde y su operación Cirirí’. Portal Hacemos Memoria)
En el artículo anteriormente citado del portal Hacemos Memoria, describen que en la sentencia del Consejo de Estado se le ordenó al Ejército:
-Indemnizar a Fabiola y construir un monumento a la memoria de Luis Fernando Lalinde en la vereda El Verdún de Jardín.
-Le exigió a la Fiscalía y a la Procuraduría reabrir las investigaciones penales y disciplinarios.
-Le pidió al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) la realización de una:
“semblanza de Luis Fernando Lalinde, reivindicando su buen nombre y dejando para la memoria de la sociedad los testimonios de lo que fue su proyecto de vida, truncado prematuramente por acciones inadmisibles en un Estado democrático de derecho”.
Por más de 30 años Fabiola Lalinde ha investigado y sistematizado recortes de prensa, fotografías, expedientes y textos sobre el caso de su hijo Luis Fernando, su archivo es la memoria viva de él, un acto de resistencia contra la impunidad y un legado para la memoria histórica de este país.
«Esta documentación privada que gira en torno a un caso de desaparición forzada y homicidio, ha sido tan completa y exhaustiva que decenas de académicos la han consultado desde 1998». (Operación Cirirí, Centro Nacional de Memoria Histórica).
«Esta documentación privada que gira en torno a un caso de desaparición forzada y homicidio, ha sido tan completa y exhaustiva que decenas de académicos la han consultado desde 1998». (Operación Cirirí, Centro Nacional de Memoria Histórica).Fabiola ha declarado públicamente que la memoria de su hijo no está en los 69 restos óseos que le fueron entregados, sino en la defensa de los derechos humanos, en la lucha porque haya justicia sin reparos, en Colombia.
«Por la presión que ejercieron la OEA y las organizaciones no gubernamentales, Fabiola logró que el juez de la Octava Brigada del Ejército, que llevaba el caso penal por la desaparición, realizara la exhumación del cuerpo de alias Jacinto en abril de 1992. Encontraron la camisa que vestía Luis Fernando y algunos de sus huesos, pero con estos no era posible realizar la identificación. En mayo de ese mismo año, en una segunda exhumación, encontraron el cráneo y 69 huesos más. Pero sus restos solo fueron entregados cuatro años después, en noviembre de 1996, año en que fue completamente identificado». (Citado en: ‘El documental que narra la historia de fabiola lalinde y su operación Cirirí’. Portal Hacemos Memoria)
La Operación Cirirí ‘Persistente, insistente e incómoda’, es la operación que Fabiola Lalinde ideó para visibilizar la ‘Operación Cuervos’ por medio de la cual los militares «desaparecieron a mi hijo», es su antídoto para un país que a veces parece sin memoria.
