Formas básicas
Metodológicamente, las estructuras en que se desarrolla el pensamiento pueden ser de tres clases:
1) Estructura de situaciones o hechos.
2) Estructura de tesis-demostración.
3) Estructura de problema-solución.
La primera es la estructura más sencilla. Es una serie de informaciones, de hechos, presentados con carácter informativo, y en los cuales no hay ningún problema que deba demostrarse.
La segunda estructura tiene otro elemento más, pero implícito, y es la hipótesis. La nota dominante de este tipo de estructura es la forma en que comienza: primero la tesis, que es una afirmación con respecto a algo (generalmente de tipo científico; se aplica en los objetivos) y que el autor quiere demostrar. La demostración de la tesis es una serie de argumentos o razones conectados entre sí que se van desarrollando en forma lógica y progresiva.
Es como una cadena en la cual todos los eslabones son importantes. Se usa en textos en los que hay conexión con la ciencia matemática. Y también toca al lenguaje en su parte de las leyes de la lógica.
La tercera estructura tiene una forma de encabezamiento que es típica: una pregunta o incógnita que hay que resolver y que despierta el interés en el lector, y este participa en el problema y en la solución.
La última etapa, en la comprensión del pensamiento de un autor, es la valoración crítica de lo leído. Hay que hacer a un lado todos los prejuicios y juzgar el texto objetivamente, ya que el valor de un texto no depende de la opinión que se tenga de él.
Las siguientes son algunas preguntas básicas que debiéramos tener en la valoración crítica de los textos:
¿Cuál es el fin que el autor persigue al escribir el texto?
¿Cuál es el valor de este fin?
¿Cuáles son los medios de que se ha valido el autor para conseguir su fin?
¿Son evidentes, o no, dichos medios?
¿Está la obra realizada cuidadosamente?
¿Ha conseguido el autor el fin propuesto?
Lectura de estudio
Implica cuatro procesos mentales. Percepción: Una buena lectura es la iniciación del proceso del aprendizaje: debe ser atenta y activa. La correcta percepción permite una buena elaboración.Elaboración: permite que la mente asimile correctamente el contenido de la lectura.Asimilación: una buena asimilación de la lectura nos facilita una excelente retención.Retención: al leer, lo importante es una gran retención y no una memorización, ya que esta indica una falta de comprensión de lo que se ha leído.
La lectura de estudio tiene cinco pasos importantes:
Prelectura: aquí debe utilizarse la técnica del salteo o salteamiento, ya que la finalidad es darse cuenta de si el texto es útil y vale la pena leerlo. Lectura atenta de los títulos y subtítulos, del índice. (Salteo o salteamiento, de saltar: “Hacer algo discontinuamente sin seguir el orden natural, o saltando y dejando sin hacer parte de ello”. Drae)
Cuestionario: al disponernos a hacer una lectura de estudio, debemos tener una buena orientación del contenido del texto. Hay que preguntarse acerca de lo que se está leyendo para ir reconociendo con precisión las ideas, los planteamientos. El ejercicio de preguntarse debe repetirse cada vez que hay un tema de importancia. Es como entrar en diálogo con el autor, lo que ayudará a una mejor comprensión y, por tanto, a una excelente asimilación del significado del texto en cuestión.
Lectura: esta se hará en una forma rápida y fácil porque ya se tienen conocimientos del texto. No se necesitará releer mucho determinadas partes. Es importante no sacrificar la comprensión por una mayor velocidad en la lectura.
Contestaciones a las respuestas formuladas:deben darse en nuestro propio lenguaje y no como las da el autor del texto; este hecho facilita una mejor comprensión y una mayor asimilación de lo que se estudia.
Repaso general:debe hacerse después de un buen descanso y por la técnica del salteo, de modo que leamos rápidamente el texto y revisemos, a grandes rasgos, los temas importantes y las subdivisiones. El acto de recordar debe estar unido íntimamente al acto de razonar.