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El precio del café ha venido cayendo sistemáticamente por dos años. A mediados de abril alcanzó su precio más bajo desde el 2005 con 90,25 centavos de dólar por libra en la bolsa de Nueva York.

Por está razón, el Gobierno ha destinado 255.000 millones de pesos para ayudar a los cafeteros en tres aspectos específicos: un apoyo directo al precio del grano, adquisición de fertilizantes y auxilio para las deudas.

(Leer: Cafeteros recibirán $100.000 millones adicionales para combatir la crisis)

¿Es esto suficiente para enfrentar la crisis cafetera? Conversamos con José María Restrepo, un productor de café del corregimiento de San José en Andes, para conocer si según su experiencia estas medidas son las adecuadas.

EL SUROESTE: ¿Hace cuánto trabaja usted con el café?

JOSÉ MARÍA RESTREPO: He trabajado el café toda la vida. Mis padres fueron caficultores y yo lo soy desde pequeño. Mi finca es 1.5 hectáreas y tengo 8.000 árboles de café sembrados.

ES: ¿Considera que esta ayuda es suficiente para suplir el precio actual del café?

JSR: La ayuda de los 30.000 pesos no es suficiente, ya que no cubre los costos de producción, que están alrededor de los 750.000 pesos por carga de café y hemos tenido precios en los últimos días por debajo del dólar por libra de café. Esto significa prolongar cada día más las difíciles condiciones de vida de nosotros los caficultores. Será una año difícil. Al final terminamos endeudados y muchos vendiendo las fincas. Un ciclo vicioso que se repite cada vez que los precios del café bajan, debido a la falta de estrategia sólidas por parte del Gobierno y la Federación de Cafeteros para prepararnos para enfrentar estos ciclos.

ES: ¿Cuánto dinero necesitarían los cafeteros para suplir este precio?

JSR: Para lograr encontrar un equilibrio entre los costos de producción y la rentabilidad debemos estar vendiendo el café alrededor de $800.000 la carga ($50.000 superior a lo que está en este momento).

ES: Respecto a las otras medidas, ¿qué opinión tiene al respecto?

JSR: Los 38.000 millones de pesos destinados para la renovación de cafetales, según el Gobierno son para renovar 50.000 hectáreas y solamente en Andes son 11.000 hectáreas. ¿Entonces si alcanzará para suplir las renovaciones? Sabiendo que en los últimos años hemos bajado este programa de renovación de cafetales.

También hoy contamos con un sistema cafetero -Sica desactualizado y muchos pequeños cafeteros no están registrados.  Pienso que esta medida es más de lo mismo de cada año y solamente son unos pocos los que se benefician de los programa de renovación de cafetales. El servicio de extensión o técnicos encargado de hacer el inventario del parque cafetero es insuficiente y es así como a muchos caficultores no los cobija estos programa.

Con respeto a los 14.000 millones de pesos, pienso que venimos de un fenómeno de invierno desde el 2016, lo que hizo que las cosechas no fueran buenas  y ahora estos bajos precios. Estamos pasando por un sobre endeudamiento. Se necesita un programa o un proyecto de reestructuración de crédito y con mayores plazos e incentivos de capitalización rural -ICR.

ES: ¿Qué ayudas considera usted que debería ofrecer el Gobierno en este momento?

JSR: Primero, el Gobierno y la Federación de Cafeteros deben empezar a trabajar en un modelo de contratos a futuros, como lo ha venido haciendo la Cooperativa de Caficultores de Andes, donde muchos de sus asociados tienen el café vendido alrededor de los $800.000 y un millón de pesos. Es una herramienta que ofrece el mercado de la bolsa.

Segundo con proyectos y programas de renovación de cafetales en donde se involucre la comunidad, las administraciones municipales y departamentales, el Ministerio Agricultura, la Agencia de Desarrollo, la Federación de Cafeteros e instituciones privadas. Como es el caso del municipio de Andes que ha renovado más de 400 hectáreas con un siembra en árboles de 2.500.000 árboles de café a pequeños productores.

Tercero, explorar créditos de largo plazo y con ICR. 

Cuarto, asistencia técnica personalizada y educación a los caficultores en organizar un modelo de caficultura más sostenible y amigable con el ambiente, que nos lleve a la producción de cafés especiales.

ES: ¿De qué manera está usted, como caficultor, combatiendo la actual crisis del grano?

JSR: Buscando alternativas de desarrollo de sistemas de producción más sostenibles como es el caso de la implementación de nuevas técnicas agroecologicas en el cultivo, para producir un mejor café y lograr obtener  un mejor precio como un café especial. Creo que este es el camino.  También buscando alternativas de diversificación como es el caso del cultivo del plátano.

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